‘La salvación de España se halla en el turismo’, nos ha sido dicho.
¿Seguro?. Recientemente recibí un mail de un joven que, indirectamente,
abordaba eso; y la economía sumergida:
“Soy joven y mis estudios están relacionados con la hostelería. Veo que
cada vez hay menos trabajo al respecto. Ahora estoy en una empresa,
pero veo que vienen cada vez menos clientes y de hecho no entiendo como
el jefe no echa a alguien con lo difícil que le es vender. Hablé con él y
me dijo que de un producto específico de San Valentín, en los años de
España va bien vendió 4 veces más que este año y a un precio un 50%
mayor. La reducción del consumo se hace notar, en ocasiones, a lo
bestia. La verdad, como soy la persona más joven y reciente en la
empresa me veo más fuera que dentro.
Aparte de esto, atiendo directamente a gente (sin asegurar,
evidentemente, en este país para declarar hay primero que pagar
impuestos, inspecciones.. y luego espabílate si no vendes), sobretodo
conocidos, y con mis elaboraciones me saco algo de más que me viene bien
(sí, yo también ha notado una pérdida de ventas en una proporción
similar a la de la empresa, pero mejor hacerlo y sacar algo que nada).
En los 2 últimos años, he recibido clases de tenis, lo que en principio
probé por curiosidad me ha gustado mucho, de hecho mi profesor
(entrenador a efectos prácticos) me ha enseñado mucho al ver que lo
asimilo con más facilidad que sus otros alumnos y siendo (al menos de
momento) un aficionado he ido acumulando bastante conocimiento técnico y
práctica, juego bastante (y cada año con mejores resultados en torneos
de aficionados).
Lamentablemente ya no tengo edad (ni los centenares de miles de € que
se necesitan) para probar suerte en ser profesional en el circuito ATP.
Pero creo que con la formación recibida y los títulos correspondientes
que se pueden obtener (con una inversión bastante más asequible que para
ser jugador del circuito, claro) en la Real Federación de Tenis, me
estoy planteando dar un giro en la vida y dejar la hostelería por
dedicarme al deporte siendo entrenador. Está mejor pagado, creo que no
hay que regalar tantas horas como en hostelería, me gusta más y según
dice mi entrenador, se me da bien.
Respecto al mundo de los clubes de tenis en el reino, puedo contarle 4
cosas de cómo están ahora en plena crisis sistémica: Un día hablé con el
jefe del club (ex-jugador profesional y con tan buenos contactos que un
día se trajo al club el médico de (nombre de un tenista famoso) a dar
una charla a la gente sobre lesiones en tenis) y le pregunté cómo ha ido
evolucionando el número y perfil de socios del club.
Antes había unos 300 y pico socios y su perfil en mayoría era de gente
con buen poder adquisitivo (dueños de negocios medianos y pequeños,
trabajadores con remuneración bastante por encima de los famosos 1.000
malditos € al mes) con una minoría de perfil de baja remuneración. Pues
hoy en día la gente de bajo poder adquisitivo se fue quedando sin
trabajo o se le ha ido reduciendo aún más la remuneración o se ha
quedado sin crédito o todo junto y ya no se puede permitir ir al tenis
(quién sabe cuántos antes lo hacían a base de crédito) y la gente que ha
quedado, unos 200, son ya probablemente en un 90%, o más, los que
tienen más dinero (siempre sobreviven ese tipo de gente, qué casualidad.
Por otro lado, yo que cobro poco y aún voy soy una excepción
excepcional ya en el club, pero tengo que decir que he tenido que
recortar en clases de tenis y ahora sólo voy cuando hay torneo, antes
iba siempre) entonces la diferencia, esos 100 que se han dado de baja,
es la proporción de trabajadores mileuristas y "undermileuristas" que
usted acostumbra a decir (y razón no le falta en decirlo).
Ayer, leyendo notícias en el portal Yahoo, encontré esto: http://es.finance.yahoo.com/noticias/ingeniero-experto-ventas-profesiones-oportunidades-095900557.html
Luego busqué en la web del Servicio Español de Empleo (SEPE) y también
aparece en el pdf de profesiones de difícil cobertura el tema del
deporte y de entrenadores. Supongo que no habrá trabajo en la abundancia
de antes (que nunca volverá, ya lo he asumido) pero por ejemplo ahí en
el club uno de los entrenadores debe estar cerca de la jubilación, y si
bien no deben ser tiempos de crear nuevos puestos de trabajo, al menos
puede ser que surja alguna oportunidad en sustituir esa gente que está
para retirarse.
Luego también si el reino está cada vez más jodido hasta niveles de
casi nulo trabajo y hay que aprender alemán o algún otro idioma y
viajar, no voy a tener problema al respecto”.
Entonces, expuesto el caso, finalmente la pregunta que le planteo es la
siguiente: ¿ve usted futuro en ser entrenador de tenis? ¿Si pero mejor
fuera del reino? En caso negativo, ¿me podría sugerir otros caminos
profesionales a tomar que tengan algo de futuro y no requieran casi una
década de estudios? (no tengo ni el bachillerato, entonces, ir a la
universidad me llevaría tiempo, además, entiendo que su precio va a
subir bastante, así como el combustible para los vehículos)”.
Mi respuesta fue:
“Su caso es aún peor: a pesar de vender en negro le ha caído la
facturación un porcentaje parecido al de la empresa en la que trabaja;
señal de que las cosas están verdaderamente mal. Pienso en si lo que su
empresa o Ud. elaboran es algo necesario, imprescindible; si no lo es,
sus posibles clientes, quienes antes los consumían, se retraerán. Y eso
liga con lo que decía sobre dedicarse a profesor de tenis: la gente
pagará por aprender tenis si tiene resueltas otras necesidades, y de
hecho Ud. mismo lo indica cuando se refiere a las bajas de socios (claro
que siempre puede plantearlo como un trueque).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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