"Los datos de ayer son agua pasada, pese al bombo que le han dado (Zona euro cae en una recesión más profunda de lo esperado)
Importa el presente y esa odiosa y odiada Ley de Murphy "Si algo puede
salir mal, saldrá mal" se ha instalado en amplias capas de la sociedad
española, aterrada por el paro y la parálisis económica. Hemos consumido
la mitad de febrero y España sigue paralizada. No hay brotes verdes, ni
mimbres, ni espigas, porque la cosecha ha sido pobre, muy pobre tras la
sequía del invierno. España paralizada. Ni rescates, ni ayudas, ni
bonos especiales, ni gaitas que tocar y escuchar. El año pasado fue
malo. El actual será el remate y dicen que el año que viene será el de
la recuperación, que algunos siguen apostando para el segundo semestre
de este año, pero nadie se lo cree. Las calles están llenas de locales
vacíos, en venta o en alquiler. Las listas de desempleo crecen al mismo
tiempo que crece la desesperación de jóvenes y viejos. Los negocios
muestran un pulso imperceptible. A muchos empresarios y autonómos las
cuentas no les salen. Sin capacidad de respuesta a la crisis, sin margen
de maniobra, porque el crédito sigue sin fluir, con el aliento de los
ricos del Norte de Europa en la nuca de los pobres del Sur, el estado de
Bienestar es una reliquia. Además, la guerra la están perdiendo los del
Norte y los del Sur porque en el Mundo Global, hay pocos lugares en
donde ponerse a salvo..."
"La gente se manifiesta, prevé que los recortes serán mayores y la
carga impositiva difícil de soportar. Empeoran las expectativas y,
conforme pasa el tiempo, cunde el desánimo, la percepción de que la
Crisis Global va para largo. Ni uno ni dos años más: muchos años más.
Salvo los que siguen confiando en el Milagro y mirando para otra parte,
el sentimiento general es que hay Crisis para rato ¿Qué podemos esperar a
corto y medio plazo? Más miseria, así de claro", me dice uno de mis
gurus favoritos.
Retomo algunos casos reales de los que ya he escrito en alguna ocasión. He vuelto a hablar con los protagonistas:
María José Lleva más de 30 años de funcionaria en un
ministerio. Enviudó joven hace poco. Ayer volví a verla. Me contó que
"la parálisis es total en mi negociado y me asusta. No se mueve un
papel, no se autoriza ni un solo presupuesto y como todos saben que no
hay dinero ni se autorizan presupuestos, nadie pasa por ventanilla. Mi
jefa se encierra largas horas, más allá de las propias del trabajo, en
su despacho. Las que dependemos de ella hacemos manualidades para no
caer en el aburrimiento del aburrimiento. Pero me da miedo. Yo hago
ganchillo, punto de cruz, que apenas se nota y no hace ruido, por si
pasa mi jefa u otro superior, y el resto se afana en resolver
crucigramas o sudokus. En la crisis de primeros de los 90 sucedió algo
similar, pero creo recordar que fue más breve. Esto se parece a la
muerte por inanición. Lo peor del caso es que no hay expectativas. En
ciclos anteriores sí había expectativas de mejora. Ahora no. Hay un
silencio espeso que presagia lo peor. Ya nos han bajado el sueldo, no
admiten a más funcionarios ¿para qué? Si esto sucede ahora ¿qué ocurrirá
a partir de ahora? ¿Estaremos todos los días de huelgas y de
manifestaciones como ya vemos que sucede en Grecia, España y otros
países periféricos?
María dirige una de las principales gestorías
administrativas de España. La sede central la tiene en Barcelona, pero
con delegaciones en Madrid, Bilbao, La Coruña, Valencia, Sevilla y demás
provincias punteras. Me ha dicho que en lo que va de año apenas han
formalizado gestiones administrativas. El año pasado hicieron
expedientes de cierre de empresas, negocios y sociedades de 10 a 1
respecto a nuevas aperturas o solicitudes de licencias...
*Pablo regentaba un concesionario de coches de gama media. Me dice que a la vuelta del verano pasado cerró el negocio
*Andrés ha llegado a tener cinco licencias de taxi en
Madrid. Ha tenido que volver al tajo, ya con edad avanzada sigue
conduciendo un solo taxi
*Pedro tenía un restaurante en Bilbao, con un precio medio de 40 euros por persona. Ha cerrado
*Agustín es agricultor, un agricultor importante. Ha
despedido a tres trabajadores. La cosecha del año pasado fue una ruina,
pero el precio de la cebada y girasol fue bueno. Sin embargo, el gasóleo
no ha parado de subir, como el precio de los abonos y fertilizantes o
las averías y arreglos de tractores y maquinarias
*Alicia dirigía una empresa de ingeniería que el año
pasado llegó a facturar 6 millones de euros. Cerró por falta de pedidos y
así sigue. Las deudas a corto han podido con la empresa
*José Miguel tenía hasta hace poco una flota de camiones. En la actualidad todos están parados. No hay negocio
*María Antonia heredó tres panaderías de sus padres,
que, a su vez, heredaron de sus abuelos. Ya ha cerrado dos y está a
punto cerrar la tercera "porque la competencia es atroz, venden barras
de pan a 30 céntimos, incluso menos. Eso me acarrea pérdidas"
*Felipe tiene una tienda de ordenadores: "Éramos cinco
en plantilla. Desde hace unos meses apenas recibimos media docena de
llamadas, que no compras, el día. Ahora sólo trabajamos mi mujer y yo"
*Luis Antonio es uno de los cientos de chapuzas que
pululan por este país: "En los últimos diez años llegué a formar una
cuadrilla de 15 albañiles, pintores incluidos. Ahora estamos en la
empresa un rumano y yo. El rumano, en cuestión, dice que se va de España
dentro de un año"
¿Para qué seguir más..?
Nos vemos en Twitter @MoisesssRomero
Moisés Romero
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