martes, 7 de agosto de 2012

Balanzas fiscales

Estarán al corriente de cómo está en España el tema que da título al texto de hoy; de todo lo que se habla, de todo lo que se argumenta, pues bien, en la República Federal Alemana sucede algo parecido.
Sucede algo parecido y a la ciudadanía española le puede sorprender que suceda.
Un amable lector me remitió un artículo sobre las balanzas fiscales alemanas, el artículo, cuya fuente es Spiegel International del 18.07.2012 (http://ow.ly/cqQJG) iba acompañado por un gráfico que recogía las balanzas fiscales de los länder … a 31.12.2011; ¡las del año pasado!, cuando aquí, en el reino las únicas que se han publicado son las correspondientes al 2005.
Bien, el gráfico es el siguiente:

Como sabrán los länder que tienen déficit fiscal han puesto de manifiesto el hecho dejando muy claro que ellos también tienen carencias. Sin embargo lo verdaderamente interesante de este gráfico es compararlo con el caso español. Viene a continuación, y cuando lo vean recuerden son las correspondientes al 2005 publicadas por el Gobierno del Reino de España en el 2008: las únicas que hasta el momento han sido publicadas.

¿Comentarios?. Sinceramente pienso que huelgan. Y no, pienso que las comparaciones no siempre son odiosas.
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Los mercados están contentos porque España va a solicitar un rescate para la deuda pública que no puede pagar: lo que asegura que ellos van a cobrar. Lo que pase después, es decir, las cosecuencias de ese rescate, el precio que España va a tener que pagar por esa garantía: la famosa condicionalidad, da igual: es un precio y los precios alguien los ha de pagar. Puestos a imaginar, si la Curiosity se hubiese llevado consigo unos cuentos cientos de miles de pensionistas y de enfermos crónicos gran parte del problema se hubies resuelto, ¿no?: se liberan fondos que se aplicar a la reducción del déficit y al pago de la deuda. Puestos a imaginar, claro; faltaría más.
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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