Ayer el multimillonario inversor Jim Rogers recomendó los valores del 
sector de energía atómica. No es el único en hacer esta recomendación, 
de hecho cada vez son más los analistas que consideran a la energía 
nuclear como la más competitiva, y económica de las energías 
alternativas. Yo también lo creo así.
 Los especialistas en el sector energético de Money Morning realizan un 
interesante análisis sobre este activo que creemos interesante detallar:
 Hace un par de semanas se informó que la ciudad japonesa que se 
recupera del Tsunami del año pasado de Fukushima, se está asociando con 
Toshiba Corp. para construir varias centrales solares, que 
representarían sobre el 2% del total de capacidad de la antigua 
Fukushima Daiichi.
 Después del desastre de Fukushima, Japón cerró todas sus 54 centrales 
nucleares. Pero la lección aquí no es realmente sobre como Japón ha 
visto la luz, y va a remplazar todas sus armas nucleares con energía 
solar, geotérmica y eólica. Detrás de estas noticias (no puedo negar que
 esperanzadoras), lo que hay es la tendencia a volver a la normalidad en
 este sector.
 La realidad (nos guste o no) es que la energía nuclear es el 
combustible del futuro (al menos del cercano), para el desarrollo de las
 naciones de todo el mundo, y en particular de China y Japón.
 Desde un punto de vista financiero, esos son grandes noticias para los 
productores de uranio, y especialmente para las compañías más grandes 
como Cameco Corp. (CCJ), y una gran oportunidad para invertir en las 
acciones de uranio.
Los inversores de EE.UU. han estado demasiado focalizados en la mala y antigua reputación de la energía nuclear, cuando se tardaba una eternidad en una construir una planta y sin estar seguros de lo bien que fue construido. Las cosas
Los inversores de EE.UU. han estado demasiado focalizados en la mala y antigua reputación de la energía nuclear, cuando se tardaba una eternidad en una construir una planta y sin estar seguros de lo bien que fue construido. Las cosas
 han cambiado mucho desde aquellos días.
 Sin embargo, las utilities de EE.UU. y los reguladores siguen teniendo 
problemas para encontrar un terreno común para construir nuevas plantas.
 Sólo hay un nuevo reactor en construcción y nueve en las etapas 
avanzadas de planificación.
En China, sin embargo, hay 27 reactores en construcción y 50 reactores adicionales en etapas avanzadas de planificación. La India tiene 20 reactores en seis plantas de energía, con un mínimo de siete en planificación. Su objetivo es triplicar su potencia nuclear del 3% al 9% de la capacidad total de generación de electricidad en los próximos 25 años.
En China, sin embargo, hay 27 reactores en construcción y 50 reactores adicionales en etapas avanzadas de planificación. La India tiene 20 reactores en seis plantas de energía, con un mínimo de siete en planificación. Su objetivo es triplicar su potencia nuclear del 3% al 9% de la capacidad total de generación de electricidad en los próximos 25 años.
 En 2020 la capacidad instalada nuclear de la India aumentará a 20.000 
megavatios a partir de alrededor de 4.800 MW en la actualidad.
 La Agencia Internacional de Energía Atómica, estima de forma realista 
que 90 nuevas centrales nucleares entrarán en servicio en todo el mundo 
para el año 2030. En pocas palabras, la historia del crecimiento de la 
energía nuclear, al igual que la historia del crecimiento en la demanda 
del petróleo y gas natural, se centrará en los mercados emergentes.
 Si hablamos de las acciones del sector, vemos que los precios se 
desplomaron de forma inmediata tras el desastre de Fukushima. El 
sentimiento inversor desde ese momento se volvió muy negativo y así 
permanece. No hay interés en invertir en uranio.
 Muchos países han anunciado una pausa en la construcción de nuevos 
reactores, sin embargo, los recientes anuncios de China, Japón, la India
 y el Reino Unido, han afirmado que el futuro de la energía nuclear 
sigue siendo brillante.
Aunque el precio del uranio es más bajo que inmediatamente antes de Fukushima, se encuentra a un nivel más alto que a mediados de 2010, tan sólo seis meses antes del desastre. Los catalizadores fundamentales de este activo son ahora el equilibrio entre la oferta y la demanda y también una cierta incertidumbre residual sobre reinicio de los reactores en Japón, y la emisión de nuevas licencias en China, suspendidas tras el accidente japonés. Los especialistas creen que podríamos tener buenas noticias en ambos hechos en el futuro cercano.
Aunque el precio del uranio es más bajo que inmediatamente antes de Fukushima, se encuentra a un nivel más alto que a mediados de 2010, tan sólo seis meses antes del desastre. Los catalizadores fundamentales de este activo son ahora el equilibrio entre la oferta y la demanda y también una cierta incertidumbre residual sobre reinicio de los reactores en Japón, y la emisión de nuevas licencias en China, suspendidas tras el accidente japonés. Los especialistas creen que podríamos tener buenas noticias en ambos hechos en el futuro cercano.
 Entonces, ¿cómo entrar en el mercado de uranio?
 Cameco Corp. (NYSE: STC): es la mayor minería de concentrado de uranio,
 y es una apuesta lógica si se quiere entrar en el sector. El 1 de mayo 
la compañía publicó un aumento del 43% en las ganancias del primer 
trimestre. Las previsiones de la compañía es que duplicará su producción
 para 2018, y ahora es el momento adecuado para realizar interesantes 
operaciones corporativas. El precio objetivo de la compañía se sitúa en 
28$ frente a los 22$ actuales.
 En un escenario de tan elevada incertidumbre como el actual, en el que 
es difícil encontrar valores cuyas operaciones se mantengan al margen de
 la ralentización económica mundial, y de la crisis de deuda europea, 
consideramos esta acción una interesante oportunidad de inversión, al 
igual que el activo uranio en su conjunto y las diversas formas en las 
que se puede invertir en él.
lacartadelabolsa 
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