Pienso que hace tiempo que se hubiese tenido que dejar de hablar de 
Keynes como el referente que serviría para sacar a la economía mundial 
de la crisis en la que se actualmente se halla; hace tiempo que hubiese 
tenido que dejar de utilizarse sus razonamientos. Hoy, más que nunca, es
 más que esencial hacerlo.
         
 Lord Keynes fue un supergenio, un supergenio que vio que la crisis 
sistémica que había estallado en 1929, fruto del agotamiento del modelo 
que se había puesto en marcha tras la crisis sistémica de 1873, no podía
 ser resuelta utilizando más de los mismos modos de hacer que la habían 
desencadenado, y diseñó el embrión de algo nuevo que se convirtió en las
 bases del que aún, oficialmente, es nuestro modelo.
 Ya sabemos lo bien que en los años pasados nos fueron las cosas y las 
perversiones en las que se ha caído a fin de continuar alargando un 
modelo que ya estaba tocado de muerte: los planes E, las inyecciones de 
liquidez a bajo precio, las compras de deuda pública, la rebaja de las 
exigencias en la calidad de los activos que el BCE aceptaba como 
garantía de los fondos que prestaba, ... Ahora se dice que las 25 
centésimas de reducción del Jueves son insuficientes. Pienso que hubiese
 dado igual que la rebaja hubiese sido de 50 centésimas o de 100: el 
problema de la economía mundial, de Europa, no es de tipos, sino de un 
volumen impagable de deuda total y de falta de lo que en nuestro modelo 
hemos denominado 'crecimiento' y que supone que el PIB aumente y que 
toda la ciudadanía de un país contribuya y se beneficie de tal aumento.
 Mientras el tema de la deuda no se aborde no habrá nada que hacer: se 
irán poniendo parches mientras se pueda y cuando algunos álguienes hagan
 suspensión de pagos veremos qué pasa. Y con respecto al crecimiento 
pienso que se tiene que asumir que no todos en todas partes van a ser 
necesarios para generar un PIB creciente a fin de que todo-vaya-a-más ya
 que las cantidades de recursos de que se disponen son finitas.
 Lo primero supone, o bien hacer una cadena que quitas, o bien meter 
esas deuda impagables en un armario, cerrarlo y tirar la llave y dejar 
esa deuda residiendo en los balances a fin de que cuadren aunque 
sabiendo que nunca se va a cobrar. Lo segundo aceptar que existe un 
excedente de capacidad productiva que ahora es inútil debido a que ni 
hay recursos para continuar fabricando al ritmo que sé fabricaba ni 
capacidad de renta / endeudamiento para consumir, lo que lleva a niveles
 de desempleo estructural muy, muy elevados.
 Paralelamente, esa postura individualista que tan bien ha funcionado en
 las últimas décadas y tan útil ha sido para crecer en los supuestos 
apuntados, ahora se ha tornado ineficiente y peligrosa. Cuando la 
Depresión estalló, los países hicieron lo que siempre habían hecho: se 
protegieron, y el comercio mundial de todo se hundió, lo que contribuyó a
 enquistar la Depresión. Ahora se está yendo por el mismo camino, la 
diferencia es que ahora estamos en una economía postglobal y esa defensa
 no sirve de nada porque el capital salta fronteras del mismo modo que 
una langosta salta de un campo a otro, ya que conoce perfectamente 
cuanto puede pagar un país y hasta cuándo puede pagarlo.
 Pienso que ni hay vida fuera de una creciente coordinación monetaria, 
ni la hay inyectando más anfetas en el sistema, ni la hay intentando 
salvar a unos bancos a fin de que conserven la misma estructura que 
tenían hace décadas, ni la hay manteniendo una estructura monetaria 
diseñada para que el mundo fuese bien cuando ya no era así, ni la hay 
pretendiendo seguir con un modelo que ya está muerto.
 Lord Keynes fue un megagenio, pero su papel terminó. Dejemos ya de hablar de él como si fuese un faro salvador. Punto y final.
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 No, de nuevo puenso que el Profesor Krugman no atina (El País 
08.07.2012, Pág. 17). Dice el Dr. Krugman que se está argumentando que 
el euro no se romperá porque ello sería un desastre para todos los 
países que lo integran; y sí, pero no, no porque, pienso, es un enfoque 
parcial. La pregunta, ya saben debería ser: ¿quiénes ganan con la 
desaparición del euro?. Está claro quiénes pierden y qué pierden con su 
desaparición, pero a los que ganan esas desgracias podrían importarles 
un rábano; por ello hay que ir al final y en el final nadie gana, hoy, 
nada con una catástrofe en el euro. Absolutamente nadie.
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 Casualidad casual. El Gobierno del reino quedándose afónico diciendo 
que este año España cerraría sus cuentas con un déficit del -5,8%. El 
pasado 11 de Mayo la Comisión Europea presenta sus previsiones para 
España: -6,4% de déficit en el año en curso. Ahora la misma Comisión 
autoriza a España, para el 2012, un déficit del ... ¡-6,3%!. Y el 
Gobierno de España, ni pío. ¡¡¡¡Por favor!!!!.
 
     @sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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