Al igual que el verano llega por fin al norte de Europa, la crisis de
la eurozona se está calentando de nuevo. Con una curva de rendimientos
cada vez más plana (parcialmente invertida), y una subida de las prima
de riesgo, España parece estar en una espiral de turbulencias que
podrían requerir un rescate total por parte de la Troika.
Sin embargo, como señala UBS, en lugar de expulsar a España del
mercado, el programa tendría que permitir a España financiarse desde los
inversores privados. Cualquier rescate exterior tendría que diseñarse
de tal manera que también fuera aplicable a Italia. España ha sido el
centro de la crisis últimamente, y se ve a intensificar aún más, ya que
no hay nada a la vista que pueda revertir esta tendencia. Una gran parte
del mercado, como UBS, ha argumentado desde hace algún tiempo que un
programa de pleno derecho de la Troika será al final inevitable y las
siguientes seis razones (vía el departamento de forex de UBS) explican
brevemente por qué todo lo demás es una quimera.
Hace poco, el Eurogrupo aprobó formalmente un plan de rescate bancario
por valor de 100.000 millones, pero como nuestros colegas han
argumentado, el programa no genera equity ni financiación, y es
improbable que suponga un cambio de la situación actual de acceso
limitado al mercado de los bancos o la crisis de crédito que afecta a
España. Además, la decisión adoptada en la cumbre de junio de la UE para
dar un primer paso hacia una unión bancaria, ha hecho muy poco para
aliviar la presión actual.
Lo que está claro ahora es que:
1) la creación de la supervisión europea podría tardar mucho más que
sólo unos pocos meses, por no hablar de una unión bancaria adecuada, y
2) una unión bancaria siempre será un mecanismo de futuro, nunca un
instrumento para hacer frente a la deuda heredada. También tenga en
cuenta que los stress test bancarios bottom-up que se esperan con
impaciencia, no estarán disponibles hasta la segunda mitad de
septiembre.
La pregunta es cuál puede ser el motivo en última instancia que haga
que el Gobierno español solicite un programa de rescate total por parte
de la Troika, dado el capital político invertido en ser capaz de
evitarlo. La mala subasta de la semana pasada ilustra las crecientes
dificultades de refinanciación que tiene España. La rentabilidad del
bono español se dirige hacia el 8%, que si se persiste un par de semanas
en este nivel podría forzar al Gobierno a su rendición. El gran desafío
será entonces la forma de diseñar un programa que evite que España
pierda acceso al mercado. De hecho, los funcionarios de Bruselas y de
otros lugares, vienen pensando sobre esa cuestión durante meses, y
ciertamente no hay una fácil solución.
La opción más obvia sería que el EFSF / ESM utilizar sus poderes para
intervenir en el mercado de bonos soberanos. Los problemas de este
enfoque son bien conocidos:
3) primero, el EFSF tendría que emitir deuda antes de tener dinero en efectivo para las compras de bonos,
4) aunque el ESM fue diseñado para tener cash desde el principio, en
realidad no lo tendrá hasta mediados de septiembre como muy pronto,
5), aunque el EFSF/ESM fueran capaces de respaldar con eficacia el
mercado de bonos español, no sería un modelo aplicable a Italia, y
6) los bonos adquiridos por el EFSF/ESM serían vistos como seniors
(derecho de cobro preferente), dado el precedente griego, por lo tanto,
alimentaría los temores de subordinación y haría menos atractiva esta
deuda para los inversores privados,
lacartadelabolsa
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