viernes, 1 de junio de 2012

Entrevista

Recibo un mail. Es de un periodista. Me solicita que responda un cuestionario. Lo hago y se lo remito. Luego, por esas cosas que pasan, de las preguntas que me ha formulado tan sólo se aprovechan un, pero el texto es bueno; lo recupero. Este es.
P - El pasado martes el ministro de Economía, Luis De Guindos, declaró que España «no puede hacer más» con la mirada puesta a Bruselas y Fráncfort. ¿Debe el BCE cambiar su política monetaria ante el repunte de las primas de riesgo, a imitación de la Fed o del Banco de Inglaterra? ¿Es la política monetaria la gran cuenta pendiente de la eurozona? ¿Cómo podría darse este cambio?
R - Esa frase fue brutal, enorme: reconocer que España ya no puede hacer, sola, nada más y que necesita la cooperación de toda la UEM. Comparto totalmente esa idea porque llevo años defendiéndola: de esta crisis tenemos que salir todos juntos, pero de verdad. Eso supone sentarse alrededor de una mesa y elaborar trajes a medida para cada país, pero no inyectar más dinero barato ni emitir eurobonos. Europa, aunque estructuralmente el problema de todos sus miembros es el mismo: la deuda total, tiene hoy, más que nunca, un perfil de geometría variable, por lo que medidas generales y/o ir cada uno por su lado pienso que no llevan a ninguna parte.
P - ¿Tendrían que darse nuevas subastas de liquidez o retomar los programas de compra de deuda? ¿Qué le parecen las medidas aplicadas por el Gobierno Rajoy? ¿Cree que España ha aplicado la suficiente austeridad para abrir las puertas a medidas que aseguren el crecimiento?
R - Sobre inyectar más fondos ya he dicho: no, lo que sí es imprescindible es llegar hasta el sótano de los bancos europeos (y mundiales, pero empecemos por Europa) y ver en que estado se hallan; las compras indiscriminadas de deuda pública, lo mismo: no porque no resuelven nada: es una anfeta que dura una semana. ‘Las medidas de Rajoy’, pero, ¿qué ha hecho el Sr. Rajoy?, recortar gastos y subir tres impuestos. Eso no resuelve nada porque el problema de España es estructural: regiones que no pueden sostenerse por sí mismas, administraciones locales infinanciables, duplicidades y solapes de gasto , inversiones absurdas e inútiles,… y con eso no se ha metido. El problema de España es que no crece, recortar es lo más simple.
P - ¿Qué medidas deben aplicarse a nivel nacional y europeo ante el empeoramiento de la situación?
R - 1) Realizar un análisis, hasta sus últimas consecuencias, del estado de la banca, 2) liquidar activos basura, 3) agrupar entidades financieras que no puedan seguir solas, 4) ver que deuda pública y privada se puede pagar y cual no, 5) compensar deudas, 6) potenciar zonas, actividades, infraestructuras y compañías con posibilidades reales, acometiendo las reconversiones que sean precisas y abandonando las que no lo sean, 7) establecer un subsidio de subsistencia adaptado a cada zona así como un programa de bonos de comida, 8) expandir todo lo que sea posible las TICs a todos los niveles a fin de favorecer la logística de bienes y servicios, …
P - Alemania ha dado algunos signos de cambios en su modelo económico, abriendo la puerta a una mayor inflación, subida de salarios... ¿es necesario para asegurar la viabilidad de los países del Sur, con mayor competitividad, aumento del consumo germano....? ¿Cómo podría ayudar a estas economías? ¿Cree que Merkel abrirá la puerta a esto (sobre todo tras la derrota en las elecciones de Renania – Westfalia y los próximos comicios presidenciales en 2013)? ¿Más inflación? ¿Mayores salarios? ¿Puede la llegada de Hollande cambiar esto?
R - Alemania tiene un problema enorme del que nadie quiere hablar: el 55% de su PIB lo genera a través de las exportaciones, por lo que si los demás dejan de comprarle …; además pienso que a medida que la situación se vaya degradando se irá implantando un proteccionismo a nivel planetario. Por otra parte se da por sentado que si a la ciudadanía alemana se le aumenta su renta disponible se va a poner a consumir como una posesa, y eso, pienso, no sucedería, primero, porque su nivel de acceso a bienes ya es elevado; segundo, porque solo subirán algunas rentas: las de los ocupados necesarios; tercero, porque los luteranos no son derrochadores.  Pienso que lo de ‘subir la inflación’ es más un mensaje de cara a la galería y pensando en sus propias ventas al exterior que otra cosa.
P - ¿Es suficiente la austeridad en casos como el de España o debe actuar Europa ante el repunte de las primas de riesgo?
R - Pienso que debe dejarse de pensar en términos de ‘prima de riesgo’ y pensar en ‘el coste de la deuda’. España ya tiene que pagar el 6,5% para que le compren la deuda a diez años mientras que Noruega tiene que pagar el 0,9%, ahí está el problema de España. Europa no puede hacer nada para que España tenga que pagar menos para que le compren la deuda porque eso depende de la propia España, y la deuda pública europea no es una opción porque las productividades de los países que formarían esos bonos son superdiversas por lo que ‘cada trozo de cada bono’ no valdría lo mismo.
Pues eso.
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¿Han visto La Lista: las ‘sugerencias’ que hace Bruselas al reino a cambio de certificar que ni loca España va a poder cumplir con el déficit comprometido, ‘huy!, perdón, de ‘prolongar un año los compromisos de déficit’?. Vuelvan a mirarla: ni una sola palabra, ni la más mínima referencia, a buscar un incremento de la productividad. ¡Nada!. ¿Son bobos (de los de siempre) los miembros de la Comisión Europea?. En absoluto. Pienso que la cosa está clara: es imposible que España mejore su productividad; sí algunas zonas, sí en algunas actividades, pero nada más.
No sé si se es consciente de lo que eso significa: la constatación de que España va a pasar a ser un país de tercera fila: si la salida de la crisis y la solera del nuevo modelo ha de ser la optimización y la productividad en España es la que es porque no puede ser otra, ¿qué papel va España a jugar en el futuro?; pues uno muy, muy pequeño, la verdad.
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La ¿polémica? sobre la playa de Valdevaqueros, en Tarifa: o Naturaleza o miseria, pienso que es tramposa, y de eso aquí, en Catalunya, sabemos mucho: Lloret de Mar, Calella de la Costa, y más. La construcción de los edificios generará empleo (aunque no sé de donde vendrá: ya me han hablado de construcciones, aquí, que están siendo ejecutadas por trabajadores chinos), luego … . Lloret era uno de los lugares más preciosísimos del Mediterráneo, ahora es una masa de edificios destinados al turismo barato, un hormiguero del que aborrecen la mayoría de quienes adquirieron un apartamento en los 60 y 70, y en el que su calle principal se ha convertido en un saloon en el que se enfrentan bandas de energúmenos borrachos al-ponerse-el-sol.
Insisto: pienso que el turismo masivo y barato está acabado porque no va a haber renta ni capacidad de endeudamiento para sostenerlo. ¿Una Costa Esmeralda en Valdevaqueros?, tal vez, pero controlando y regulando muy, muy bien. ¿Un  Lloret?, no lo sugiero: repasen la costa española: pan para hoy, vale, ¿y para mañana, qué?. Otra cosa es que se asuma que España no puede hacer otra cosa más que existir de tal guisa; y entonces volvemos al apartado anterior.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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