miércoles, 30 de mayo de 2012

Lo que, pienso, habría que hacer en el subsistema bancario

Al final el tiempo nos ha acabado dando la razón a los poquísimos que decíamos que el problema del subsistema financiero español no era de liquidez, sino de solvencia; problema que, pienso, afecta a otras muchas entidades financieras del planeta, y ello, básicamente, por una simple razón: porque prácticamente nadie puede pagar todo lo que debe.
Referido el tema a España la cuestión se traduce en un tema de confianza: no se confía en el subsistema financiero español porque no se confía en las entidades que lo forman: la pregunta que he formulado en otras ocasiones: ¿cuántas bankias hay en España?, en un estado parecido a Bankia, mayor, o menor; es decir: ¿cuál es el estado REAL de las entidades financieras españolas?; y el de las francesas, y el de las alemanas, y el de las belgas, y …
Pienso que lo más urgente es saber dónde estamos, pero de verdad de la buena, a fin de hacer lo que sea conveniente hacer: A continuación expongo lo que, pienso, debería hacerse en el subsistema financiero español. (No, buscar culpables y responsables no lo está en la lista de cosas urgentes a hacer: no lo he escrito, y no porque lo diga el Sr. Presidente del Gobierno, sino porque hoy eso no es importante: saber las burradas que pudieron hacer los órganos rectores de un banco sólo sirva para distraer, pero no resuelve absolutamente nada; habrá que investigarlo, y depurar lo que haga falta, pero después).
De entrada habría que hacer una lista por entidad financiera de toda la porquería que cada entidad tiene, es decir, hacer una lista de sus activos: todos; escribir al lado su valor contable y más a la derecha el valor de mercado. También, por entidad, habría que hacer una lista de lo que cada entidad debe y a quien se lo debe. Y, así mismo por entidad, calcular una probabilidad de impago de cada crédito concedido en función de las características y circunstancias de cada deudor.
Como lo que entra menos lo que sale más lo que se queda es lo que cuenta, y si al aplicar a esta máxima a lo anterior no sale algo conveniente, esa entidad financiera debería ser intervenida, pero no por el Banco de España, sino por el Banco Central Europeo ya que de él deberá venir la ayuda o la liquidación, siendo el Estado, en este caso el español, quien debería garantizar la totalidad de las cifras que constituyen los saldos de los depositantes, para lo que, entiendo, debería pasarse a una intervención de depósitos que afectaría a su nivel y forma de disposición: lo fundamental es que cada persona sepa que su saldo, nadie se lo va a tocar y que no lo va a perder.
Posteriormente tendría que entrarse entidad por entidad a fin de reestructurarla, reorganizarla, limpiarla, fusionarla, o cerrarla; y eso lo debería hacer el BdE siguiendo las instrucciones del BCE. Es muy importante que ese procedimiento se lleve a cabo en toda Europa con idénticos criterios.
Supongo que habrán deducido que para proceder de tal modo es fundamental que se lleve a cabo una investigación que llegue hasta el fondo del fondo, hállese este donde se halle, y pasando por encima de quien haga falta pasar, sea un ordenanza o el mismísimo presidente de la entidad.
Pienso que con estas medidas de choque -luego se iría a los flecos: valor bursátil, etc.- se evitarían los dos eventos que hay que evitar a toda costa: que quiebre un solo banco y que se formen colas delante de las oficinas bancarias.
Después vendrá una época triste, pero es que tras la administración de una quimioterapia y mientras se aplica, lo que sucede no es agradable, por ello lo que debe marcar el rumbo es el objetivo: curar el cáncer.
Y sí: después de esto nada volverá a ser igual, pero es que después de la Depresión nada fue igual a como había sido antes.
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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