Empecemos hoy como acabamos ayer: con la frase que el Sr. Ministro de
Economía pronunció en Bruselas el pasado Lunes: “España ha tomado las
medidas que estaban en su mano para volver al crecimiento y estabilizar
la economía española. Ahora necesitamos la cooperación de toda la zona
euro y una respuesta conjunta” (El País 15.05.2012, Pág. 1).
¿Por qué, de nuevo, esta frase?, pues porque creo que resume un estado
de ánimo y una realidad: España ya ha hecho todo lo que podía hacer,
ahora necesita de los demás para …, ¿para qué necesita ahora España a
toda la zona euro?, y, ¿de qué tipo tiene que ser la respuesta conjunta
que España necesita?.
Recuerden: de esta crisis sistémica nadie pude salir solo porque todo
se halla vinculado con todo, en este sentido lo de la respuesta conjunta
tiene todo el sentido, pero en el caso de España la cosa va más allá:
España se halla en un estado en el que no puede hacer más de lo que ya
ha hecho, y, sin embargo, hay que hacer más.
Esta crisis, a pesar del estado en que se halla el sistema financiero
mundial, europeo, español, pienso, ya saben, que no es financiera, sino
de deuda total, y de exceso de capacidad productiva y defecto de
consuntiva (de producir y consumir productos financieros, también).
El sistema financiero español tiene una combinación ¿digerible? de
activos dudosos, sobrevalorados y de valor de evolución desconocida,
deuda a pagar, deuda a cobrar, morosidad, impagadosidad, y una
probabilidad de impagos que es fantasmagórica y que hunde día a día la
confianza en el sistema, por parte de Europa, de ‘los mercados’ y de la
ciudadanía (aunque esta es la más fácil de calmar).
Juntando ambas cosas: la reflexión -¿confesión?- del Sr. Ministro y la
situación del sistema financiero español, no es nada, pero que nada
extraño, que el Sr. de Guindos haya solicitado al BCE que ¿coopere? en
el proceso de reforma financiera que en España hay que hacer; y tampoco
es extraño que el BCE haya dicho que sí, que ¿cooperará?.
¿Qué significa eso?. España y sus sistema financiero no es rescatable
por su volumen y complejidad, pero sí son monitorizables e intervenibles
y, en su caso, pincelables algunos de sus componentes en aquellos
ámbitos en que una actuación sea precisa para evitar problemas
sistémicos. La respuesta del BCE aceptando la petición española (y
suponiendo que haya sido así y no una petición de aquel a España) iría
en este sentido.
Y siempre la deuda: 300 mM€ debe la banca española al BCE, banca que va
a ser auditada. ¿Llegarán hasta el fondo esas auditorías?, ¿llegarán
hasta donde sea necesario?; y si llegan, ¿qué consecuencias tendrá eso?,
¿qué supondrá?. Pero nadie está más interesado que el BCE en que esas
auditorías lleguen hasta el fondo, ¿verdad?.
Y ahí es donde la sentencia del Sr. de Guindos cobra todo su sentido:
España, sola, ya no puede hacer más de lo que ha hecho; ahora necesita
la colaboración de otros.
Como estamos hablando de ‘hacer’, mientras escribía estas líneas he
recordado la frase que el 11 de Noviembre del 2011 pronunció el Sr. José
Ramón Bauzá, Presidente de Baleares, en un mitin que el actual partido
en el Gobierno llevó a cabo en el polideportivo de la ciudad de Inca y
en el que también participó el actual Presidente del Gobierno español.
“Sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer y por eso hacemos lo
que hemos dicho que íbamos a hacer y por eso seguiremos haciendo aquello
que nos toca hacer, a pesar de que alguno no se crea que vamos a hacer
lo que hemos dicho que íbamos a hacer”.
Razón de más para afirmar que se ha hecho lo que se ha podido, ¿no?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
A veces es conveniente probar medidas tabú como darle a la maquinita del dinero. Si Europa pusiese en circulación una cantidad importante de dinero –inventado- directamente a los contadores de los Estados. ¿Qué sucedería? Devaluación del euro ¡enhorabuena! Exactamente lo que se quiere que las demás monedas se revalúen a gusto [tampoco tengo tan claro que lo hicieran en gran medida]; Infracción no creo, pero parece una solución más sana que el desempleo y el descenso directo del PIB. ¿Qué aportaría? Un dinero para pagar gran parte de la deuda pública a los mercados financieros, ellos serán los que en mayor medida sufran el problema de la devaluación y que se habilite una gran demanda pública que active la economía. (P.E. un programa de energías alternativas para que Europa fuese autosuficiente en 2030; - sí billones de euros)
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