* - Me decía alguien hace unos días:
- Toda la culpa de lo que está sucediendo con los bancos la tiene el
Banco de España porque no alertó de lo que estaba sucediendo.
Le respondo:
- Pienso que todo el mundo fue culpable porque todo el mundo quiso
obtener un trozo del megacrecimiento que se estaba generando y en cuya
generación todo ese mundo participó. Con respecto al Banco de España,
recuerda que fui de los primerísimos en decir que él, juntamente con la
ciudadanía, fueron los mayores responsables de la bola que se estaba
formando porque tenía todos los números y no hizo nada. Lo que no tiene
sentido es que ahora, políticos de un partido que en estos momentos
gobierna, despotriquen contra el Banco de España mientras nada decían
contra la institución cuando estaban en la oposición; y menos aún -mucho
menos- cuando la megaburbuja que fue el origen de la parte española de
esta catástrofe comenzó cuando esos políticos estaban en el Gobierno y
nada hicieron para frenar su formación e hinchazón. Lo que habría que
preguntarse es el motivo de que contando con unos profesionales
excepcionales y teniendo todos los datos, el Banco de España no haya
dicho prácticamente nada en estos trece años de boom; pero esta
reflexión nos la hacemos muy pocos.
* - Con respecto a los datos de la EPA a 31 de Marzo un solo
comentario. ¿Han reparado en que la tendencia de aumento del número de
parados entre el segundo trimestre del 2011 y la actualidad es una copia
de la que se produjo entre el segundo trimestre del 2007 y el segundo
del 2008?, a partir de entonces el número de desempleados subió como un
Saturno V hasta el primer trimestre del 2009. Pienso que los seis
millones de desempleados pueden alcanzarse entre Septiembre y Octubre
del año en curso, y a partir de aquí …
España, pienso, puede situarse en un nivel de desempleo del factor
trabajo simplemente inimaginable: si no se encuentra otro sector como el
de la construcción que absorba desempleo y cree ocupación nueva se
desencadenará un efecto en cadena que puede llevar la cifra de parados a
no se sabe dónde; ¿siete millones?, ¿más?. La razón es conocida.
España tiene un nivel de población activa óptimo para construir 750.000
viviendas al año, atender a 56 millones de turistas que consuman lo
máximo posible dentro de sus posibilidades y fabricar 3,5 millones de
automóviles y vender y cuidar en el interior a un buen puñado de los
mismos, si eso no es así, o se encuentra en qué ocupar a esa población
activa o se produce un excedente de la misma, excedente que se traduce
en una tasa de paro del 24,4% hoy, mañana es una incógnita.
Y sí, seguro: hay personas desempleadas que están trabajando en negro,
pero entonces que se cuente el subempleo, cosa que nunca se hace en
España y al que nunca ningún político se refiere, esté en el Gobierno o
en la oposición.
* - El 90% (noventa-por-ciento) del fondo de reserva de las pensiones,
es decir, de la pasta que tiene que servir para hacer frente a un
problema transitorio de disponible para pagar las pensiones, se halla
invertido en deuda pública del reino. ¿Se imaginan que pasaría si la
deuda pública española se depreciase, o sufriese una quita, o no la
quisiera nadie, o …?.
Y en relación a la deuda una pregunta. Vale, España está pagando cerca
de un 6% para que le compren la deuda que emite, pero, a la vez, están
corriendo cosas por ahí en relación al estado en que la economía
española se halla que pone los pelos de punta al más pintado (Busquen y
ojeen el informe “The Pain of Spain”). En consecuencia, ¿quiénes son los
que ahora están comprando la deuda española?. Los bancos españoles, OK,
con la pasta que ha regalado el BCE, pero, ¿quién más?. Y la pregunta:
con la pasta que los bancos ahora tienen, ¿cuánta deuda más pueden
comprar y durante cuánto tiempo?.
* - ‘No hay confianza’, ‘Los mercados no han recuperado la confianza’.
¿Quién se extraña con un volumen de deuda por pagar como el existente a
nivel mundial y con unas entidades financieras que acumulan la dinamita
que acumulan?. Recortes: o se aumentan los ingresos o se rebajan los
gastos, pero, independientemente de eso la deuda hay que pagarla.
Bancos: se pueden aumentar las exigencias de capital-bueno lo que se
quiera, pero si los bancos no cobran lo que les deben lo tienen claro:
lo tenemos claro.
* - En relación al ‘proceso en el que se halla inmerso el sistema
financiero español’ hay una palabra que nadie pronuncia, una pregunta
que nadie formula: una vez las entidades financieras españolas hayan
hecho todo-lo-que-tienen-que-hacer, ¿cuántas serán viables?; aunque
claro, cabría formular otra previamente: ¿podrán todas las entidades
financieras españolas soportar todo eso que van a tener que hacer?.
* - Lo del Dr. Paul Krugman no lo entiendo (Por favor, repasen lo que
aquí escribí los días 30 de Abril y 1 de Mayo). Leyendo lo que dice el
profesor Krugman parece como si fuese el portavoz de alguien que busca
el fin de la moneda única, alguien que le interesa que el euro
desaparezca porque, aunque este esté mal, supone una sombra para sus
intereses. El premio Nobel argumenta que quien no está en el euro pude
devaluar, ¿devaluar qué si la moneda que devaluaría no valdría nada
fuera de la UEM?
Y, a la vez, insiste en que la solución está en gastar poniendo como
ejemplo a la USA de hoy a la USA de Roosevelt. Tampoco lo entiendo. Él
mejor que la mayoría sabe que aunque estructuralmente la crisis actual y
la Depresión son idénticas -por eso ambas son crisis sistémicas- el
entorno en el 2012 nada tiene que ver con el de 1933: la deuda pública
entonces era ridícula y hoy es infinita; a la vez, él sabe que USA hoy
está sostenida por el resto del mundo: le compra su deuda y acepta sin
rechistar su moneda.
¿La intervención de entidades financieras y la limitación de los
reintegros en efectivo?, ¿desde cuando llevan Uds. leyendo sobre este
tema aquí?.
Pienso que es al revés. Europa debería coordinarse más, colaborar más,
sentarse alrededor de una mesa y hablar aparcando personalismos que ya
no sirven para nada. Y regular aquello que sea necesario, potenciar lo
que sea conveniente, e intervenir donde sea preciso a fin de superar
contagios. Y, por descontado, mantener el euro a cualquier precio.
(Mañana, organizado por la ONG TANU de ayuda a los niños de
Ucrania, daré una charla en las instalaciones que el FNAC tiene en el
complejo L’Illa de Barcelona, Avda. Diagonal 555, a las 19:30 h. Esta
vez la entrada no es libre: hay que pagar. ¿El importe?, la voluntad).
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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