lunes, 23 de abril de 2012

Fin de la era del petróleo barato. Y ahora, ¿qué podemos esperar?

En algunas ocasiones les he hablado sobre la posibilidad que hayamos alcanzado un pico en la producción del petróleo. Este término significa que el mundo se encuentra en una imaginaria campana de Gauss, en la que la mitad de todas las reservas de petróleo conocidas en el mundo han sido agotadas y el petróleo restante disminuirá a un ritmo acelerado con el consiguiente aumento del precio.
Algunos analistas, entre los que me incluyo, consideramos que los elevados precios actuales del petróleo se deben fundamentalmente a este hecho, y aunque motivos como las tensiones políticas (una posible guerra Israel-Irán), o el aumento de posiciones especulativas, tienen un papel importante en la presión alcista de esta materia prima en el corto plazo, la tendencia de largo se fundamenta en el desequilibrio futuro entre la oferta y la demanda energética.
 
El petróleo superará los máximos de 147$ barril en cuanto la recuperación económica se afiance. De hecho es sintomático que el barril Brent se sitúe cerca de los 120$, en un contexto económico tan incierto como el actual. Algunos especialistas consideran que hay una prima de unos 20$ por el posible conflicto armado en Oriente Medio. Es posible. Creo que en caso de llegarse a una solución negociada entre Israel-EE.UU./Irán en el conflicto nuclear, el petróleo caería con fuerza, pero también creo, que este descenso sería una corrección bajista dentro de una tendencia alcista de largo plazo, que inevitablemente llevará al crudo por encima de los 150$ en no mucho tiempo.
La pregunta no es si el precio del petróleo seguirá subiendo, que para mí es evidente, sino hasta dónde, y qué repercusiones económicas tendrá este ascenso.
The Economist recientemente trató este tema y obtuvo una serie de conclusiones que creemos interesante analizar. Según este medio una serie de países (entre ellos Gran Bretaña, Egipto e Indonesia), se han convertido en los últimos años, de exportadores netos de petróleo a importadores netos. Y aunque los países ricos han reducido un poco su alto consumo, la demanda sigue aumentando en los mercados emergentes.
Esta situación ha dejado al mercado de petróleo muy vulnerable a las interrupciones temporales de suministro, tales como la guerra de Libia. En una reciente conferencia en Dublín organizada por el Instituto Internacional y Asuntos Europeos y por la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y del Gas, Chris Skrebowski, de la consultora especializada Petroleum Review, sostuvo que la capacidad excedentaria en el mercado de petróleo podría mermar para el 2015.
El concepto del pico del petróleo fue ideado por el fallecido Hubbert M. King, quien predijo correctamente en 1956 que la producción de petróleo en los 48 estados de los Estados Unidos llegaría a su cenit alrededor de 1970. En la conferencia de Michael Kumhof, un economista del Fondo Monetario Internacional, presentó las conclusiones de un documento de trabajo de próxima aparición que mostró que se ha mejorado enormemente la capacidad de predicción del modelo de Hubbert sobre el pico en la producción de energía. Sobre la base de un esperado incremento del 0,9% anual en la producción durante la próxima década, el modelo predice que los precios reales del petróleo casi se duplicarán durante el mismo período.
El daño económico causado por ese aumento se prevé que sea modesto, tal vez un 0,2% del PIB mundial al año. Los últimos cambios en los precios del petróleo han tenido un impacto limitado a largo plazo, ya que las pérdidas de los importadores de petróleo se compensan con las ganancias de los exportadores de petróleo.
Sin embargo, el Sr. Kumhof teme que si los precios del petróleo son lo suficientemente altos, el impacto económico podría aumentar considerablemente. En los supuestos más extremos, podría ser de un 2% anual.
Incluso si el mundo puede encontrar más petróleo en el Ártico o en las arenas de alquitrán, por ejemplo-la cuestión a largo plazo es si la era de la "energía barata" se ha acabado y cómo el mundo puede ajustarse si la respuesta es sí.
Las economías desarrolladas se basan en el fácil acceso a energía barata, importando mercancías que se transportan por todo el mundo, con los consumidores conduciendo muchos kilómetros para trabajar en sus oficinas con aire acondicionado y luego volando a climas soleados para sus vacaciones anuales. La persistencia de altos precios del petróleo claramente llevaría a la sustitución de los coches actuales por coches eléctricos o a gas natural, pero los costos de transición podrían ser significativos.
Además, algunos sustitutos potenciales (como los biocombustibles y las arenas bituminosas), son mucho menos eficientes, en el sentido de que requieren cantidades significativas de energía simplemente para producirlos. En la medida en que esta ecuación (retorno de la energía respecto a la energía invertida, o TRE –Tasa de Retorno Energético)) se deteriora, el  efecto sobre el crecimiento económico será significativo.
"¿Cuál es la TRE mínima que una sociedad industrial moderna debe tener, para que la sociedad pueda sobrevivir?" preguntan Carey King y Charles Hall en un artículo reciente. La respuesta de los académicos es: "Las sociedades complejas necesitan una TRE alta, fundamentada en una estructura de energía primaria de gran tamaño."
Este problema no entra dentro de los temas de estudio de los economistas convencionales, que están demasiado ocupados centrándose en la política monetaria, el impacto de la austeridad fiscal o en la necesidad de reformas del mercado laboral. Pero así como la revolución industrial fue construida en base al carbón, la economía post-segunda guerra mundial fue construida en base al petróleo barato. Y seguramente tendrá un impacto significativo si éste se ha ido para siempre.

http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/fin_de_la_era_del_petroleo_barato._y_ahora_que_podemos_esperar

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