miércoles, 21 de marzo de 2012

Deutschland – G.

Me escribe un mail una amiga brasileña en el que reproduce dos cartas publicadas recientemente en el periódico alemán Stern (ignoro el día) y traducidas por un amigo suyo; no sé si las conocen, son estas:

Una, una Carta Abierta, estaba dirigida a “Queridos griegos” por un ciudadano alemán de nombre Walter Wuellenweber y fue publicada bajo el siguiente titular:

"Después que Alemania tuvo que salvar a los Bancos, ahora debe salvar también a Grecia. Los griegos que primero han hecho alquimias con el Euro, ahora en vez de hacer economías, hacen huelgas."

La carta decía:

“Queridos griegos:

Desde 1981 pertenecemos a la misma familia.

Nosotros, los alemanes, hemos aportado como ningún otro al Fondo común, cerca de 200 mil millones de euros, mientras que Grecia ha recibido cerca de 100 mil millones de esa suma, o sea la mayor suma per cápita que ningún otro pueblo de la UE. Nunca ningún pueblo ayudó hasta ahora voluntariamente hasta este grado a otro y por tanto tiempo.

Son Uds., sinceramente, los amigos más caros que tenemos. El caso es que no solo Uds. se engañan a sí mismos, sino que también a nosotros. En esencia Uds. nunca demostraron ser merecedores de nuestro Euro. Desde su incorporación como moneda de Grecia, nunca lograron hasta ahora cumplir con los criterios de estabilidad. Dentro de U.E. son el pueblo que gasta las mayores sumas en bienes de consumo. Uds. descubrieron la Democracia, entonces deben conocer que se gobierna a través de la voluntad del pueblo, quien finalmente tiene la responsabilidad. No digan entonces, que solo los políticos son responsables del desastre.

Nadie los obligó a evadir durante años impuestos, oponerse a cada política coherente para reducir el gasto público y nadie los obligó a elegir los gobernantes que han tenido y tienen. Los griegos son quienes nos han mostrado el camino de la Democracia, de la Filosofía y de los primeros conocimientos de Economía Nacional. Pero ahora nos muestran un camino equivocado. Y donde Uds. ya han llegado, no va más allá!

A la semana siguiente, el periódico Stern publicó una Carta Abierta de un griego, dirigida a Walter Wuellenweber:

“Querido Walter.

Me llamo Georgios Psomás. Soy funcionario público y no “empleado público” a como, despectivamente -como insulto- se refieren a nosotros mis compatriotas y tus compatriotas. Mi sueldo es de 1.000 euros. Por mes ¿eh? No sea que pienses que es por día, como quieren hacerte creer en tu país. Observa que gano una cifra que no llega siquiera a ser inferior apenas en 1.000 euros a la tuya, que es de varios miles.

Desde 1981, tienes razón pertenecemos a la misma familia. Solo que nosotros les hemos concedido en exclusividad a Uds. un montón de privilegios, como por ejemplo, ser los principales proveedores de Grecia de tecnología, armas, infraestructura (2 autopistas y dos grandes aeropuertos internacionales), telecomunicaciones, productos de consumo, autos, etc. Si me olvido de algo perdóname. Le señalo que dentro de la UE somos los mayores importadores de productos de consumo que elaboran las fábricas alemanas.

La verdad es que no hacemos responsables sólo a nuestros políticos por el desastre de Grecia. Contribuyeron mucho algunas grandes empresas alemanas, que pagaron enormes sobornos a nuestros políticos para asegurarse los contratos, para vendernos de todo, y unos cuantos submarinos fuera de servicio, que puestos a flotar en el mar, quedan tumbados de costado.

Yo sé que aún no da crédito a lo que escribo. Tenga paciencia, espere, lea toda la carta y si no llego a convencerle, le autorizo a que me eche de la Eurozona, ese lugar de la VERDAD, de la PROSPERIDAD, de la JUSTICIA y de lo CORRECTO.

Walter, estimado Walter, pasó más de medio siglo desde que terminó la 2da Guerra Mundial. ES DECIR MÁS DE 50 AÑOS, desde la época en que Alemania debería haber saldado sus obligaciones con Grecia. Estas deudas, QUE SOLO ALEMANIA hasta ahora se resiste a saldar con Grecia, (Bulgaria y Rumanía han cumplido en pagar las indemnizaciones estipuladas). Consisten en :

1. Una deuda de 80.000.000 de marcos alemanes por indemnizaciones, que quedó impaga desde la Primera Guerra Mundial.

2. Deudas por diferencias de clearing, en el período de entreguerras, que ascienden hoy a 593.873.000 dólares USA.

3. Los préstamos obligados que contrajo el III Reich a nombre de Grecia durante la ocupación alemana, que ascendieron a 3,5 mil millones de dólares durante el período de ocupación.

4. Las reparaciones que debe Alemania a Grecia, por las confiscaciones, persecuciones, ejecuciones y destrucciones de pueblos enteros, rutas, puentes, líneas ferroviarias, puertos, que produjo el III Reich, y que según lo dictaminado por los tribunales aliados, asciende a 7,1 mil millones de dólares, de los cuales Grecia no vio ni un billete aún.

5. Las inconmensurables reparaciones de Alemania por la muerte de 1.125.960 griegos (38.960 ejecutados, 12.000 muertos como daño colateral, 70.000 muertos en combate, 105.000 muertos en los campos de concentración en Alemania, 600.000 muertos de hambre, etc. etc.)

6. La tremenda e inconmensa ofensa moral ocasionada al pueblo griego y a los ideales humanísticos de la cultura griega.

Sé que no le debe gustar nada lo que le escribo. Lo lamento. Pero más me molesta lo que Alemania quiere hacer conmigo y con mis compatriotas.

Amigo Walter, en Grecia operan 130 empresas alemanas, dentro de las cuales se incluyen todos los colosos de la industria de su país, que tienen ganancias anuales de 6,5 mil millones de euros.

Muy pronto, si la cosa sigue así, no podré comprar más productos alemanes, porque cada vez tengo menos dinero. Mis compatriotas y yo crecimos siempre con privaciones, lo vamos a aguantar, no se preocupe. Podemos vivir sin BMW, sin Mercedes, sin Opel, sin Skoda.

Dejaremos de comprar productos de Lidl, de Praktiker. Pero Uds, Walter, ¿cómo se las van a arreglar con los desempleados que dejará esta situación que, quién sabe los obligue a bajar su standard de vida, sus autos lujosos, sus vacaciones en el exterior, sus excursiones sexuales a Tailandia? Uds. (alemanes, suecos, holandeses, y restantes “compatriotas” de la Eurozona) pretenden que nos vayamos de Europa, de la Eurozona y no sé también de dónde más.

Creo firmemente que debemos hacerlo, para salvarnos de una Unión que es una banda de especuladores financieros, un equipo en el cual jugamos sólo si consumimos los productos que Uds. ofrecen: préstamos, bienes industriales, bienes de consumo, obras faraónicas, etc.

Y finalmente Walter, debemos “arreglar” otro tema importante, ya que Ud. también, es deudor de Grecia: ¡EXIGIMOS QUE NOS DEVUELVAN LA CIVILIZACIÓN QUE NOS ROBARON!!! Queremos de vuelta a Grecia las inmortales obras de nuestros antepasados, que guardan en los museos de Berlín, de Munich, de París, de Roma y de Londres!

¡Y EXIJO QUE SEA AHORA! Ya que si me muero de hambre, me quiero morir al lado de las obras de mis antepasados

Cordialmente”

Mi respuesta a mi amiga que me había remitido los escritos:

“El alemán tiene razón en lo que dice: Grecia ha engañado y ha dilapidado; y el griego tiene razón: la Alemania nazi destrozó Grecia y ahora ha sobornado a sus políticos; lo que el alemán se calla es que el engaño griego fue tolerado por toda la UE porque convenía a fin de hacer negocio, y el griego no dice que debido a esos 100 mM han estado viviendo a un ritmo que ni en sueños podían imaginar. Es decir, cada uno dice lo que le conviene y calla lo que quiere olvidar, como es habitual”.

(Cuando acabé de preparar estas líneas me quedé pensando en si un periódico español de un nivel como Stern publicaría una carta de un ciudadano de un país miembro de la UE en la que pusiese tan a caldo a España; y lo cierto es que no llegué a una conclusión).

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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