Hace unos días les comentaba que un amigo, alto directivo de la filial española de una multinacional francesa, se vio sorprendido por una llamada de las oficinas centrales en París, indicándole que enviara una importante cantidad de dinero a la matriz. Este pago estaba planeado para el 2012, y en cuotas sucesivas, pero la orden era enviar todo el montante y a lo largo de la semana. Mi amigo posteriormente se enteró que esa misma llamada la estaban recibiendo todos los directores financieros de las filiales europeas de esta multinacional. El objeto era hacer una transferencia única desde la matriz por esa cantidad de euros, a activos denominados en dólares o en yenes.
Mi amigo me llamó contándome el hecho un poco preocupado, y me comentó que se estaba planteando la posibilidad de hacer lo mismo con parte de sus ahorros. Estuvo mirando la posibilidad de abrir una cuenta en EE.UU. o en el Reino Unido, pero se encontraba con el problema de la no residencia. También analizó la posibilidad de comprar dólares, pero necesitaba un sitio para depositarlos, porque el banco no le ofrecía ese servicio. Pensó en comprar oro, pensó en comprar bonos alemanes. Al final, que yo tenga conocimiento, no ha hecho nada, pero para mí sigue siendo muy representativo de la situación actual.
Hay una frase que se repite día sí y día también entre los operadores de bolsa, “el dinero inteligente está saliendo del euro”. El dinero inteligente, traducción del concepto inglés “Smart Money”, señala a aquellos inversores (o a su dinero) que tienen mayor información, mayores instrumentos de gestión, y una mayor capacidad económica, por lo que se supone que sus decisiones serán más acertadas que el dinero “que no es tan inteligente”. Hay indicadores que recogen la operativa del “dinero inteligente”, y que sugieren efectivamente, que sus decisiones tienen un mayor nivel de acierto.
Pero volvamos a la frase, “el dinero inteligente está saliendo del euro”. Recientemente, bloomberg publicaba un artículo en el que recogía las palabras del presidente ejecutivo de una empresa española suministradora de servicios inalámbricos (Grupo Gowex), indicando que estaba moviendo sus fondos a Alemania, porque esperaba que España saliera del euro.
“No creo que España permanezca en el euro. Nosotros estamos moviendo nuestra liquidez y depósitos a Alemania, porque España volverá a la peseta”, decía el presidente ejecutivo de esta compañía.
Pero no son únicamente las compañías españolas. Empresas italianas y griegas han admitido que están trasladando sus depósitos fuera de sus países, y denominando parte de ellos en otras divisas.
Los bancos también están reduciendo su exposición a la mayoría de los países en problemas de la zona euro. Tres bancos franceses –Société Générale, BNP Paribas y Crédit Agricole- han comunicado que han estado reduciendo en los últimos meses, su cartera de bonos a los países en problemas de la UE, especialmente Italia.
Los analistas especializados creen que los bancos europeos continuarán reduciendo su exposición a esta deuda periférica, en decenas de miles de millones de dólares en los próximos meses.
Los gestores de fondos también están reduciendo su exposición a los activos en euros, y especialmente a la deuda de los países periféricos. Esto es coherente con su opinión que al menos un país de la zona euro abandonará la moneda única en los próximos meses (algo menos del 50% de los gestores creen esto, según una reciente encuesta de BoA).
Supongo que a muchos de ustedes, sobre todos a aquellos que siguen más de cerca los mercados financieros, les preguntarán a menudo sus amigos “¿qué debo hacer con mis ahorros?” Bueno, ahora les pueden decir que pueden hacer lo que ellos consideren, pero que “el dinero inteligente” está saliendo del euro.
lacartadelabolsa
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