jueves, 1 de diciembre de 2011

Bases de datos

Dos cuadros. Para meditar. Uno: el desglose del monto total de créditos en España. Otro: el desglose de las importaciones y exportaciones españolas.

I – Créditos a 31.12.2010:

II – Desglose de las exportaciones e importaciones españolas por subsectores y destinos principales de las exportaciones:

Echen una ojeada a ambos cuadros y mediten. ¿Va a poder España pagar todo lo que debe?. Cuando remita más este paréntesis exportador en el que hace unos meses entró España, ¿qué va a quedar?.

Hay más preguntas, hay más preguntas.

(El pasado día 26 el PSOE celebró su Comité Federal. La conclusión de las conclusiones fue que no se cometieron errores en la gestión durante los años que el partido estuvo en el Gobierno. Las críticas que han levantado estas afirmaciones han sido sonadas, yo suscribo lo dicho en el Comité.

El PSOE llegó al Gobierno de España en el año 2004 en medio de un proceso de crecimiento que se resumía en el ‘España va bien’. Cualquiera que se parase a pensar diez minutos podía ver que aquel crecimiento de la deuda privada era insostenible en el medio plazo. El Gobierno podía haber ido por ahí: decir las cosas y limitar el crédito, la Historia le hubiese hecho un monumento, pero … España no hubiese crecido en una atmósfera en la que ‘el mundo iba bien’.

Porque lo terrible del asunto, ya lo hemos dicho es que o se hacía lo que se hizo o ni el planeta ni España hubiesen crecido lo que crecieron, y había que crecer porque las poblaciones querían vivir de p.m. y las empresas -financieras y no financiaras- ganar pasta por un tubo, y los Gobiernos municipales, regionales y nacionales querían la reelección, y para ello la única opción que le quedaba al Gobierno era hacer lo que hizo. Y pienso que cualquier otro partido en el Gobierno, con el mismo color o con otro, hubiese hecho exactamente lo mismo: porque no había alternativas, ni a no crecer, ni a crecer tanto de otra manera.

En lo que sí, pienso, ya saben, el mundo se equivocó, y el Gobierno de España también, fue en poner en marcha los planes E, y en haber metido en las entidades financieras toda la pasta que se metió de la forma en que se metió; pero ahí había dinámicas históricas y realidades presentes que imposibilitaban ir por otro lado.

Y, pues sí. A partir de un momento dado la crisis fue inevitable y las políticas de los Gobiernos también, claro. Por ello digo que ha llegado el tiempo de Gobiernos de concertación nacional, pero nadie, de momento, me hace caso).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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