Dexia es el primer banco seriamente afectado por la actual crisis de deuda. Su exposición a la deuda soberana griega y sus problemas de liquidez podrían llevar a la entidad a su colapso. Los gobiernos de esta compañía franco-belga han salido al rescate, y han anunciado que la reestructurarán. Es probable que hoy jueves mismo se anuncie un plan de rescate en el que se separarían el negocio de préstamo francés del banco, y en el que posiblemente se nacionalizaría la filial belga.
La importancia de este caso reside en la posibilidad de contagio al resto del sistema financiero europeo, y al incremento del miedo inversor sobre el sector.
Al fin y al cabo, la exposición de Dexia al mercado griego no era excesiva, no al menos si la comparamos con otros grandes bancos europeos. En junio Dexia declaró poseer 3.800 millones de euros en bonos griegos, y una exposición al riesgo crediticio del país de 4.800 millones de euros.
Muchos analistas ven un peligroso paralelismo entre el caso actual de Dexia y el de Bear Stearns de 2008, el cual fue el inicio de la posterior crisis financiera en EE.UU.
James Mackintosh de FT señala al respecto de esta semejanza que Bear Stearns dependía de la financiación mayorista, y sus problemas empezaron después de perder acceso a esta financiación. Las reticencias del mercado monetario de conceder préstamos a los bancos de la eurozona en los últimos tres meses, han aumentado exactamente igual que con sus equivalentes en EE.UU. a principios de 2008.
La quiebra de Bear dio comienzo al mercado bajista del S&P 500, con el índice de EE.UU. cayendo un 20% durante la primera parte del Credit Crunch, añade Mackintosh. Posteriormente perdió un 47%.
El pasado martes el S&P 500 entró brevemente en un nuevo mercado bajista, con caídas del 20% desde sus máximos de Mayo (teóricamente se considera la entrada en un nuevo mercado bajista y no una simple corrección de un mercado alcista, cuando los descensos superan el 20% desde máximos).
Fuentes oficiales francesas han declarado que el problema de Dexia no es tan importante. Al fin y al cabo es básicamente un prestamista municipal, y tiene un problema de liquidez, no de solvencia. Se dijo exactamente lo mismo de Bear Stearns.
Si el problema es o no de solvencia no es lo realmente importante, afirma Mackintosh. La situación a la que llegó Bear fue debido al miedo inversor. Los temores que destruyeron a Bear, basados en los préstamos tóxicos e invendibles y los créditos estructurados, fueron los mismos que más tarde provocaron la caída de Lehman.
En el caso de Dexia el miedo se basa en la deuda soberana subprime e invendible, particularmente la de Grecia. Olvídense si el miedo está justificado o no. Los inversores se preguntan y con razón, quien interpretará el papel de Lehman esta vez. Los bancos franceses están en el punto de mira, como los griegos.
Y una pregunta aún más importante, ¿Hay algún gobierno actualmente los suficientemente fuerte económica y políticamente para rescatar el sistema bancario de nuevo?
lacartadelabolsa
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