En este sentido, subraya que es “inimaginable” que Europa deje que España quiebre sin prestarle ayuda financiera, dadas las consecuencias que tendría una suspensión de pagos en la economía española, y defiende que el continente debe “marcar una línea roja en el caso de España”. “Si suspende pagos, la cosa no acabará aquí. Se extenderá por Bélgica, Italia… incluso Francia”, añade.
Asimismo, el economista subraya que el gran reto al que tiene que hacer frente la economía española es “cómo crecer”, ya que con una tasa de paro del 20% “hará falta algo de suerte para que el PIB avance algo este año”. Así, estima que es “poco probable” que España alcance en el medio plazo el crecimiento del 3% o el 4% necesario para reducir el desempleo. PROFUNDA REFORMA ESTRUCTURAL.
Por este motivo, Rogoff remarca que España necesita “una profunda reforma estructural” de su economía y “medidas de calado”, especialmente en el mercado laboral, y señala que un estancamiento económico de cinco años es “un escenario bastante realista”.
El ex economista jefe del FMI apunta que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no se ha movido “con rapidez”, pero cree que está “haciendo cosas” cuyo impacto y aplicación práctica se conocerá con el tiempo.
“España es un país con numerosas fortalezas y no se puede comparar con otros países. Tiene multinacionales que son excelentes, tiene regiones como Cataluña que, aislada, sería uno de los países más ricos del mundo… Pero, desde luego, sin crecimiento todos los planes de reestructuración de la deuda no serán sostenibles”, incide.
LA DESIGUALDAD, EL GRAN RETO A CORTO PLAZO.
Rogoff, que acaba de publicar el libro “Esta vez es diferente”, en el que repasa los últimos 800 años de crisis financieras, considera que el mundo está actualmente evolucionando a “una gran velocidad” en muchos aspectos, incluido económicamente. Respecto al futuro, cree que la previsión “con más posibilidad de acertar es que Asía y los mercados emergentes sigan creciendo más rápido que las economías desarrolladas, y que mucha gente siga saliendo de la pobreza.
Sin embargo, señala que, a corto plazo, el gran reto para el mundo es la desigualdad, un “gran problema” antes de las crisis financiera, que ahora es incluso de “proporciones mayores”. “Habrá grandes movimientos migratorios en el mundo, problemas internos en EEUU, China… y seguro que también en España”, advierte.
A este respecto, explica que la desigualdad es “una de esas cosas que están latentes y calladas y un día estallan” y señala que incluso en Alemania, donde se suele comentar lo bien que va la economía, “lo cierto es que la clase trabajadora está muy enfadada”.
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