martes, 29 de marzo de 2011

El Pacto del Euro o como toque llamarlo ahora

El Pacto del Euro Plus, ex Pacto del Euro, ex Pacto de Competitividad, ex Cumbre de Deauville, ex Consejo extraordinario de Jefes de Estado de la UE del 07.05.2010: ya nada puede hacerse por evitar lo inevitable, lo que inexorablemente nos está conduciendo a una crisis sistémica (la Historia se encargará de demostrar si entre Septiembre del 2007 y Mayo del 2010 los Estados creyeron que a golpe de Planes E podían detener lo que estaba llegando).

La consigna: hay que preservar lo que se pueda, lo que sea necesario, y lo que lo es lo definen quienes están al frente de los Gobiernos, es decir, el pueblo: los votó. ¿Si?. No es por señalar a nadie: ¿quién Manda más: Her Ackermann o Frau Merkel?, ¿quién escoge a cada cual?. ¿Quién decide lo que hay que preservar?. ¿Qué es lo que hay que preservar?: lo importante: lo necesario: ¿qué es lo que es necesario hoy?.

Anoten la fecha: 25 de Marzo del 2010. Nada será igual a como fue, ya: ya no lo era, pero ahora está firmado, rubricado: ya no es necesario que la mayor cantidad de personas esté ocupada en empleos que les paguen los mayores salarios que sean posibles, tampoco es necesario que la educación de sus hijos, que la asistencia sanitaria de ellos y sus familias, sea la mejor que se pueda ofrecer, ni lo es que sus pensiones les permitan tranquilidad y sosiego cuando ya hayan llegado al final de su trayectoria profesional. Nada de eso es ya preciso, lo fue, ¡claro!, pero ya no; ahora los tiros ya están yendo por otros lados.

¿Qué va a ser a partir de ahora lo importante?, pues gastar los recursos con que se cuente en aquello que se defina como necesario, utilizar los recursos precisos: los mínimos indispensables en lo conveniente, y todos y en todas partes llevan décadas gastando ineficientemente en cosas no necesarias recursos que hoy se saben escasos. Y sí: eso supondrá ‘vivir peor’ de lo que ahora se ha vivido. Y no, lo de cambiar los valores no tiene nada que ver con eso.

Pasear por la orilla del mar puede que sea mucho más bonito y saludable que mover el cuerpo en una disco con música atronadora o que estar repantingado en un sofá ante un plasma de 85’’, pero siempre y cuando se sepa que el hijo va a estar atendido en la escuela por profes competentes que cuenten con los medios precisos, siempre y cuando se sepa que a la madre le diagnosticarán rápidamente el bulto que le ha salido en la axila, siempre y cuando se conozca que la pensión de su padre permitirá mantenerles a él y a su cónyuge, siempre y cuando se tenga la certeza de que no va a cerrar la empresa en la que trabaja doce horas al día aunque sólo le paguen por ocho.

Bien, pues todo eso que era necesario para disfrutar de ese paseo a la orilla del mar, y que era necesario hace unos años para que ‘el mundo fuese bien’, ya no lo es y el Pacto del Euro Plus lo ha puesto en negro sobre blanco. Se decía, ya, se comentaba, sí, se suponía, claro, pero ahora ya es oficial y los Estados lo tendrán que incorporar a sus leyes, a su día a día. Y se venderá como algo bueno: es para preservar lo que se tiene: y no: es inevitable porque lo que se decía que se tenía no se tiene: nada es ilimitado y barato, todo es escaso y de precio creciente; y lo único que es ilimitado es crecientemente innecesario: la población.

Y no, quienes firmaron esos papeles en pasado Viernes en Bruselas no son unos ‘cochinos e insensibles neoconservadores que se regocijan con las penalidades del pueblo’, ni siquiera tienen tiempo para pensar eso: su tiempo lo ocupan en convencer a quienes les han votado de que lo que van a tener que aceptar es lo único que puede ser; si lo logran, repetirán, si no, serán sustituidos por otros.

No hay nada diabólico en todo esto: es la pura evolución de la dinámica histórica: antes aquello fue lo necesario, ahora es esto lo conveniente. Una de las contiendas más terribles, crueles, sangrientas, de la Historia fue la Guerra de los Treinta Años; ¿pudo ser evitada?: no: quienes llevaron las cosas hasta que la guerra estalló, quienes enviaron a sus pueblos a matarse en los campos de batalla, quienes luego firmaron la paz, eran humanos, como lo son quienes han ido dirigiendo las cosas de la economía de este mundo en los últimos años, como lo son quienes pusieron en marcha las medidas que han desembocado en el lugar en que ahora estamos, como lo son quienes las siguieron, como lo son quienes han sentado los principios recogidos en el Pacto del Euro Plus y como lo son quienes van a verse afectados por sus consecuencias.

Esta en la que estamos es una crisis sistémica del mismo modo que lo fue la Gran Depresión, la diferencia es que mientras entonces se-iba-a-más, ahora se-va-a-menos; ¡que no es poca!, ya.

(Se dice que son varias las Cajas de Ahorros que tienen problemas, veamos. Si hay Cajas de Ahorros que tienen problemas es debido a lo que hicieron cuando ‘España fue bien’ para que ‘España fuese y siguiese yendo bien’. ¿Nadie que tuviese que haberlos visto vio los polvos que se estaban formando y que han traído los lodos actuales, o sí los vio pero lo que los provocó fue una forma de hacer que era la única por la cual ‘España podía continuar yendo bien’).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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