sábado, 12 de marzo de 2011

Comentarios, preguntas, impresiones

Hace unos días recibí un mail; pienso que interesante, muy interesante: revelador. “El pasado lunes tuve la ocasión de ver su entrevista en el programa “Singulars” (C 33). Al mismo tiempo que veía la entrevista, se iba alimentando en mí una duda que tengo desde hace tiempo: la recuperación económica en España, sea cuando sea, para ser tal, tendrá que tener una base, un soporte, unos sectores productivos que “tiren del carro”. comen

Sin embargo, me cuesta mucho imaginar de qué sectores puede tratarse en el caso de España, una vez defenestrado el sector inmobiliario, y muy debilitado el turístico. Estos dos sectores tiene muy pocos visos de recuperarse, con lo que su hueco en la estructura del PIB, ese hueco que nos hizo estar en tasas negativas de crecimiento en 2009, y a las que volveremos a partir de 2011, entiendo que debería ser suplido por otra cosa.

Lo que creo tener claro, es que los sectores que rellenen ese hueco no serán de alto valor añadido, pues se está haciendo todo lo posible para colocar licenciados españoles, educados con nuestros impuestos, a producir en países extranjeros, como Alemania, que sí me parece que tiene un soporte para la recuperación. Con lo que, quienes se queden aquí, entiendo que será para desempeñar empleos de poca o media cualificación. Y lo entiendo: si yo tuviera 5 ó 10 años menos, difícilmente me plantearía mi carrera profesional en España.

Se dice que iremos hacia una deflación, pero yo no lo veo como algo del todo negativo, al menos no más que la inflación del 3,3% que tuvimos en enero, sino que creo que puede ayudar a “bajar de revoluciones” a la economía española, impidiendo que se deteriore tanto el poder adquisitivo de los consumidores.

También muchos se escandalizan de que Alemania proponga ligar los salarios a la productividad, cuando creo que esa ha sido la tendencia natural de muchos salarios en estos últimos años, pues así se explicaría que los trabajadores españoles hayan ido perdiendo progresivamente poder adquisitivo real. El problema, creo, es que los precios de las cosas eran los que no estaban ligados a los salarios, ya que el poder adquisitivo de los consumidores estaba inflado por el endeudamiento. Así, el pobre no era el que ganaba poco, sino el que se endeudaba poco.

Me preocupa cómo saldremos de ésta, porque no le veo soporte a la recuperación, y más con las subidas de impuestos que se avecinan. Temo pensar que nos convirtamos en un país con una estructura económica pseudo-tercermundista, que tenga que volver a regalar sol y playa, terrenos y bajar aún más los salarios para hacer competitiva la economía. Porque eso significaría que habríamos vuelto a los años 60, pero sin expectativa de mejora”.

Mi respuesta fue la siguiente

“De eso que a Ud. le hace dudar muy pocos ya hemos dicho algo. Si el modelo productivo español es ultraintensivo en factor trabajo y las actividades que generaban ese PIB están en retroceso, y para que se genere PIB ha de haber alta ocupación, y sólo si el PIB crece hay demanda de trabajo, ¿qué actividades van a sustituir a las que han estado generando el PIB del reino a medida que vayan menguando y desapareciendo?, y claro, si España tuviese cinco millones de habitantes sería una cosa, pero tiene 46 (parece ser que tiene uno menos de los que se decía).

Cuidado con lo de Alemania. Esto es una maniobra de Alemania para quedarse con la mejor mano de obra europea, de momento: ella también va a tener problemas: la banca alemana se ha metido en todos los tinglados, y el 55% de su PIB procede de las exportaciones: eso no es sostenible.

Pero es que una deflación no es que-bajen-los-precios, una deflación es el entorno que se vivió en la Depresión: parón económico, por lo que … los precios descienden. Lo que dice del endeudamiento es cierto, de hecho los salarios reales en España entre 1995 y el 2007 crecieron muy poco, pero se compensó con crédito masivo: una renta ficticia y a pagar.

Los salarios tienen que estar vinculados a la productividad, el problema es que quienes generan bajo valor en un entorno muy poco capitalizado tienen una baja productividad, por lo que sus rentas son reducidas, y lo es su estándar de vida, y a eso hay que añadir que se arrastrará una deuda tremenda; por eso se dice que ‘la solución está en las exportaciones’, pero la tendencia de las exportaciones no muestra una senda creciente, lo que sucede es que las importaciones han descendido muchísimo, de Ferraris, claro, pero también de bienes de equipo, y eso es muy malo. Además, un cluster de alta tecnificación (alguno hay en España) puede exportar, pero, ¿qué exportará el resto del territorio?.

Saldremos mal, empobrecidos, con un desempleo estructural muy, muy elevado: nuestras herramientas son inadecuadas para el nuevo modelo que, pienso, estará basado en la optimización: la productividad de España en el 2006 equivalía a la que Suecia tenía en 1975, y adquirir unas nuevas, al margen de que debe estar justificado, ni se hace en dos días ni con cuatro duros, a eso añada que España tiene una deuda total monstruosa: las empresas no financieras del 140% del PIB.

Pienso que sí, que vamos hacia una estructura semi-tercermundista, de ahí que hable de que la economía española se está mexicanizando.

Y sí, exacto: los 60 pero no con expectativas de mejora, sino de empeoramiento o, como mejor (no máximo) de estancamiento”.

(¿Vincular incremento de precios del petróleo con necesidad de subir los tipos de interés?, pienso que equivalente a relacionar hoy el aumento en la llegada de cigüeñas con el de nacimientos de bebés humanos. Existe otra explicación, claro: si suben los precios es porque las expectativas de crecimiento pueden ser altas, puede que no aquí -aquí- pero sí en otra parte, por lo que la recuperación puede estar a la vuelta de la esquina: se dice que van los tipos van a subir pero cuando llegue el momento, con una degradación económica creciente, no se suben, y en la operación se ha ganado un mes).

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

No hay comentarios:

Publicar un comentario