Vamos a ver si queda claro lo que quiere decir / lo que significa / lo que hay detrás / las consecuencias que tiene, eso de lo que ahora se está hablando tanto y que ha quedado plasmado en negro sobre blanco en un documento oficial: en el proyecto de Pacto de Competitividad europeo.
De entrada: vincular salarios y productividad es supermaravilloso porque es lo que debe ser: lo-que-debe-ser, el problema estriba en que para poner en marcha eso, previamente: pre-via-men-te, han de pasar cosas.
Para vincular los salarios y la productividad, lo primero que tiene que suceder es que la productividad sea elevada, cuanto más elevada sea mejor para los salarios, por lo que si la productividad es reducida hay que elevarla, y, ¿cómo se aumenta la productividad?, ¿poniendo capataces con látigos para obligar a los trabajadores a que trabajen más deprisa?, evidentemente, hoy no, se hace: a) depurando, mejorando, sofisticando, perfeccionando la organización (lo que engloba, en el caso del factor trabajo, la motivación del personal contratado), y b) aumentando lo que haga falta la inversión, ni mucho ni algo: lo que haga falta.
Bien. En España la productividad es muy reducida, en el uso de todos los inputs, también en el caso del factor trabajo: valor añadido por hora efectivamente trabajada, ¿por qué?, pues porque la estructura del PIB español se compone de bienes y servicios de medio y bajo valor añadido, per se y en relación a la población activa con que España cuenta: a su número y a su calidad (ese es el motivo de que el subempleo en España sea elevado), y eso teniendo en cuenta que la tasa de actividad en España es baja: menos personas de las posibles buscan trabajo.
Para elevar la productividad, 1) o bien España debería cambiar la estructura de su PIB y pasar a producir Ferraris, chips de ocho núcleos, software para guiar robots de prospección minera submarina, genes que comiesen óxido nitroso, y cosas por el estilo, 2) o España sigue haciendo lo que hace convirtiéndose en líder mundial y produciendo casi la totalidad de la producción mundial de lo que fabrica, por ejemplo el100% de los automóviles de medio valor, el 100% del aceite de oliva, … y construye en el 240% de su territorio (lagos y aguas territoriales incluidas) y lo vende, y atrae a 1.000 millones de turistas anuales al país, y todo eso lo hace con los medios que ahora tiene y poco más.
La economía española en muy poco puede mejorar la productividad a no ser que sus empresas inviertan por un tubo y/o vengan empresas de fuera a invertir, y a no ser que mejore espectacularmente la calidad de su factor trabajo a fin de ponerse en línea con esa inversión (y que el proceso continúe, claro: para absorber el factor trabajo que la mejora continuada de la productividad va a ir desplazando), o no, o que siguiendo haciendo lo que su economía hace, lo haga produciendo muchísimo más, gastando muchísimo menos y trabajando su factor trabajo 62 horas al día. Entonces aumentaría la productividad en España y, entonces, crecerían los salarios españoles.
Si tan sólo se vinculan salarios y productividad tan sólo se conseguirá una cosa, una sola: reducir los salarios y empobrecer al factor trabajo (empobrecerlo porque lo de créditos a mogollón se ha acabado por siempre jamás, por lo que por siempre jamás se ha acabado el compensar ‘salarios bajos’ con ‘créditos altos’, por lo que desaparecerá la ilusión de ingresos suficientes que el crédito brindaba). Es decir, se conseguirá que España continúe haciendo lo que ahora hace pero abaratando el coste del trabajo (máxime ahora que el desempleo está situado donde está), y soñar que haciendo eso se va a ganar competitividad y se va a poder exportar.
En otras palabras, decir ‘hay que vincular salarios y productividad’ sin más, equivale a decir ‘hay que abaratar el factor trabajo’, lo que es admisible: cada cual dice lo que cree oportuno decir, pero que no se intente convencer al personal de lo que no es ni va a ser.
Algunas compañías españolas pueden aumentar su productividad, pero no España en su conjunto; esa es la cruda realidad. Comparar Alemania y con España y decir que Alemania es más competitiva porque los salarios nominales, en proporción, han crecido menos en aquella que en esta es ignorar varias realidades, de entrada que desde cuando queramos empezar a contar, los salarios en Alemania han sido superiores que en España, es decir: se partía de una situación no homogénea, y, ¿por qué ello era así?, pues porque allí fabricaban Porsches Carrera y aquí Ibizas, y el valor incorporado por uno y otro no tienen nada que ver, por lo que nada tiene que ver exportar unos u otros, y así han seguido las cosas. (Y si quieren hablamos de turismo: comparen al turista alemán medio que se mueve por Alemania y al turista alemán medio que visita España).
Además, como la productividad siempre ha sido superior en Alemania que en España, la inflación ha sido menor, lo que ha sido fundamental para, cuando en el país del Rhin ha sido necesario moderar crecimientos salariales, que las trabajadoras y los trabajadores alemanes sufrieran pérdidas significativas de poder adquisitivo.
Y, como además y como consecuencia de lo dicho, la recaudación fiscal ha sido superior en Alemania que en España, el nivel de protección social ha sido y es muy superior allí que aquí, lo que compensa las situaciones de tensión empleo-salarios que pudieran producirse, un ejemplo: el modelo alemán de compensación por parte del Estado de las horas de trabajadores no necesarias para las empresas, otro ejemplo: los cinco millones de trabajadores alemanes ‘en espera de destino’ que se hallan subsidiados por el Estado pero no estadísticamente desempleados.
Decir que la razón de que la competitividad alemana sea más elevada que la española radica en que mientras que los costes laborales aumentaron en Alemania el 0,7% entre 1999 y el 2009 mientras que los españoles lo hicieron el 3,0% en el mismo período es simplemente erróneo. ¿Por qué no se pone la lupa sobre el valor de lo fabricado en una y otra economía y sobre el nivel de inversión por unidad de valor elaborada en una economía y en otra?.
Es perfectamente comprensible que Alemania quiera vincular salarios y productividad, de entrada le salen los números (hoy, ya veremos si le salen mañana cuando ‘los demás’ no puedan seguir comprándole lo que ahora le compran), y de salida necesita que economías como la española con sus reivindicacioncillas a nivel salarial no creen tensiones en el euro, lo que perjudicaría sus exportaciones.
Si quieren bajar los salarios los van a bajar, pero por favor, que no quieran vender a nadie ninguna moto. España, pienso, va a ganar muy poca competitividad porque se reduzcan los salarios españoles porque hoy la competitividad buena se consigue de otro modo, y se sabe, pero bajando costes laborales -no sólo salarios- se reducen ingresos públicos, lo que justifica mayores reducciones de gasto público, por lo que puede reservarse más pasta para pagar deuda -todas las deudas- y asegurar a quienes tiene deudas españolas -los bancos alemanes, por ejemplo- que van a cobrar. Y ya se ha cerrado el círculo.
España -no digo zonas concretas de España ni compañías españolas específicas- muy poco va a aumentar su productividad a no ser que invierta mucho, por lo que se bajarán salarios a fin de … que la inflación se reduzca (se reducirá igual a medida que el desempleo vaya aumentando) y así se eviten tensiones en el euro que perjudiquen las exportaciones alemanas, a la vez que el empobrecimiento de España llevará a un ahorro forzoso -mejor sería decir ‘forzado’- que garantizará a los bancos alemanes (y a otros) el cobro a sus deudores españoles.
Lo que ya hemos dicho en otras ocasiones: “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?” (Manuel Gómez Pereira, 1993).
(En línea con lo anterior. El pasado Jueves la Señora Ministra de Economía expuso que elevar la tasa de actividad de la población activa en un 2% en el 2030 es un objetivo prioritario del país. Vamos a ver. Si España hoy tiene una tasa de desempleo del 20,5% con una tasa de actividad del 59,9% (una de las más bajisísimas de Europa) y si hoy aumentase esa tasa de actividad lo haría el desempleo, ¿qué tiene que pasar para en España para que aumentando la tasa de actividad aumente la población ocupada?.
El submodelo económico vigente en España es intensivo en factor trabajo y crea ocupación si el PIB crece el 2,0% o más; si aumenta la tasa de actividad, ¿cómo se complementa eso con el aumento de productividad antes referido si, además, se pretende que la población desempleada se reduzca?. Se habla de una cosas, incluso de la otra, pero no de las dos juntas, ¿por qué?).
(Con Caja Madrid va a suceder lo mismo que con RBS y con otras tantas entidades financieras que han pagado a sus directivas bonus hollywoodenses aun cuando han sido rescatadas y ayudadas por el Estado: protestas e improperios. Parece que no se entiende: a esas directivas esos bonus se les deben pagar por dos motivos: 1) porque lo dice un acuerdo que tiene fuerza legal, y 2) porque cuando fueron socorridas con dinero público ni el Gobierno ni nadie vinculó tal ayuda a que esas directivas renunciaran a sus bonus, pudo haberse hecho, pero no se hizo. Ahora quien quiera puede rasgarse las vestiduras y horrorizarse por esos megabonus, pero lo cierto es que esos dineros pertenecen a esas personas, otra cosa es que por el artículo 29 se decida no pagárselos y que esas personas, por las razones que sea, hagan mutis por el foro).
(Pienso que no deberían asimilarse a las ovejas merinas con las que no lo son. Si aceptamos que el FMI se equivocó en sus análisis, lo que resulta es que el FMI se equivocó en sus análisis; si se sabía que en España estaban operando 48 Cajas de Ahorros, si se conocía que se estaban construyendo 850.000 viviendas al año, y si se estaba al tanto de que la deuda privada estaba creciendo a una media del 20% anual, y todo eso -y mucho más- se asumía como bueno, lo que sale es otra cosa, con independencia del color de quien lo asuma).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS, Universidad Ramon Llull.
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