Los analistas dan prácticamente por hecho que Portugal va a necesitar ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero ven el futuro de la zona euro más oscuro que unos meses atrás porque el problema de la financiación se acerca cada vez más a España e Italia, economías demasiado grandes como para ser rescatadas. El BCE compra deuda europea y relaja la presión sobre los países periféricos.
Como bien explica Lauren Mills en el Wall Street Journal, a la Unión Europea le gusta jugar al ratón y al gato. Aparentemente la Eurozona no está presionando a Portugal para que pase por el aro del rescate sino que es decisión del gobierno luso el decidir si necesita o no el dinero. Mills señala que esta es la misma situación que ya ocurrió en el pasado, primero con Grecia y después con Irlanda: sus gobiernos negaron necesitar un rescate para finalmente se resignaron a aceptar la cruda realidad.
Evitar que el problema llegue a los grandes
Para Simon Derrick, estratega jefe de divisas en el Bank of New York Mellon, la evolución de los bonos del Tesoro portugueses a 10 años que vimos la semana pasada apuntan que "la situación sólo puede empeorar a partir de aquí", según explicó a MarketWatch. Sin embargo, desde la revista Forbes, Nathan Vardi, apunta que son los propios oficiales de la Unión Europea los que "fomentan las especulaciones con el objetivo de sacrificar algunas economías periféricas y evitar el contagio de España o Francia", países que podrían desatar una verdadera catástrofe.
De momento, desde JP Morgan, David Mackie, apunta en un informe que es probable que tanto el Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (EFSM), el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, en inglés) y la aportación del Fondo Monetario Internacional puedan cubrir las necesidades de financiación de Grecia, Irlanda, Portugal y España hasta 2013.
Sin embargo, JP Morgan señala que "es posible que la presión del mercado fuerce a España y Portugal a requerir ayuda externa durante 2011". En este caso, la Unión Europea "deberá hacer mucho más de lo que ha anticipado hasta ahora", añade. Desde el punto de vista del banco, para garantizar la sostenibilidad de la deuda de la economías periféricas sin echar mano de la reestructuración "hay que implementar un sistema de consolidación fiscal y mantener subsidios en la financiación de la deuda que mejoren la dinámica actual".
Desde JP Morgan explican que en el caso griego, por ejemplo, el déficit fiscal continuará cerca del 5% del PIB en 2013 y el nivel de deuda supondrá casi un 160% del PIB. En el caso de Irlanda, el panorama es sólo ligeramente más optimista aunque depende del coste de la recapitalización bancaria.
Menos posibilidades de sobrevivir
En 2013, las necesidades de financiación fiscal para Irlanda, Portugal, Grecia y España serán de 485.000 millones de euros y en 2015 podrían alcanzar los 739.000 millones de euros.
Desde ING, su economista jefe Ian Bright reconoce que "las posibilidades de que la UE sobreviva son peores que el pasado mes de julio". "Estamos viendo como el diferencial de deuda a 10 años de España se ha disparado y ronda alzas desde la introducción del euro", explica. "Los problemas están afectando a países como España e Italia y podemos decir con confianza que eso traería problemas mucho mayores", asegura.
http://www.eleconomista.es/economia/noticias/2730614/01/11/Europa-lucha-contra-la-catastrofe-de-un-contagio-a-las-grandes-economias.html
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