lunes, 13 de diciembre de 2010

Niño Becerra (AFFAIRE)

El affaire de los controladores aéreos españoles ha conseguido retirar de la actualidad informativa del reino, o cuanto menos postergar hasta las páginas interiores y los lugares secundarios de la mayoría de periódicos e informativos una serie de temas que, entiendo, son de una importancia capital, absoluta, máxime en los actuales momentos:

- Los extraordinariamente superimportantísimos requerimientos que el Banco de España anunció a las entidades financieras presentes en el reino que deberán cumplir a partir del 01.01.2011 y trimestralmente, orientadas a aumentar, exponencialmente, la información financiera que dichas entidades publican. Dicha información deberá, también, incluir los resultados del 2010. A resaltar: distinción entre créditos de cobro dudoso y fallidos y tipo de inmueble: en construcción, terminado, … en el caso de que la garantía crediticia a promotores y constructores sean inmuebles.

El impacto que tendrán estas informaciones (si se llegan a hacer públicas y lo que se publique no es objeto de ningún tipo de make-up, algo que no se tiene porque suponer) será megamonstruoso y obligará a las entidades financieras a reevaluar el valor contable de sus activos. (Se echa a faltar que no se incluyan bonos, y hubiese sido deseable que tales exigencias se hubieran manifestado en Junio, cuando se publicaron los stress tests: posiblemente la deuda de España se hubiese ahorrado muchas tensiones, o tal vez no).

- La cancelación, a partir del próximo mes de Febrero, de la ayuda de 426 euros que han estado percibiendo personas desempleadas, con arreglo a ciertos criterios, y que han agotado el subsidio. El impacto que tendrá esta medida -si finalmente se lleva a cabo, cosa que dudo- será tremendo, máxime al tener en cuenta que el desempleo, pienso, va a continuar aumentando: no lo olviden: la economía española precisa, inexorablemente, crecer, como mínimo, al 2,0% para crear puestos de trabajo y/o absorber a población activa desocupada.

- El hecho de que España sea una de las economías más endeudadas del planeta con un volumen de deuda total que supera el 400% del PIB, así como las causas y consecuencias de tal volumen de deuda: altísimo desempleo, bajísima productividad, actividades fundamentales para la economía española en retroceso, causas y consecuencias independientes del partido político en el Gobierno del Estado y del color político de Gobiernos regionales y municipales.

- La reforma de las pensiones que, sí o sí, deberá estar completada el 28.01.2011. (No olvidemos una de las definiciones que da la RAE sobre la palabra en cuestión: “Aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo”: ‘innovación’ y ‘mejora’: mmmmmmm).

Al margen de lo anterior, la militarización de estos profesionales me ha llevado a reflexionar sobre un hecho que, reconozco, hasta ahora había pasado por alto. La definición de Estado de Alarma la muestra la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de Junio, de los Estados de Alarma, Excepción y Sitio; en su art. 4 pude leerse:

“El Gobierno, en uso de las facultades que le otorga el artículo 116.2 de la Constitución podrá declarar el Estado de Alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad: Catástrofes, calamidades o desgracias públicas, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud. Crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves. Paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad, cuando no se garantice lo dispuesto en los artículos 28.2 y 37.2 de la Constitución, y concurra alguna de las demás circunstancias o situaciones contenidas en este artículo. Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad”. (El artículo 28.2 de la Constitución Española se refiere a ‘la huelga’, y el 37.2 a ‘los conflictos colectivos’).

La reflexión es muy simple. Partiendo de que toda -toda- España se halla en Estado de Alarma, ¿no encuentran muy, muy, muy amplia la acotación de los supuestos en los que un Estado de Alarma puede ser declarado?. La situación generada por la no comparecencia de un número de controladores a su lugar de trabajo fue considerada como motivo suficiente para que el Estado de Alarma pudiera ser declarado, ¿podría, por ejemplo, llegar a ser motivo para tal declaración el corte de la Ronda Litoral de Barcelona por los trabajadores de la planta de ensamblaje de vehículos que la compañía Nissan tiene en el polígono de la Zona Franca como protesta por haber perdido la concesión del montaje de un nuevo modelo por parte de la matriz?.

En otro orden de cosas: la reforma de las pensiones: ya está llegando. Lo que no se dice, lo que no se pregunta: a) ¿Por qué no se decía hace tres años que el número de pensionistas que habría en el 2025 haría inviable el sistema de pensiones?: ese tipo de cosas no aparecen de hoy para mañana. b) Aunque cada vez menos, se continúa argumentando que si la población fuese muy superior a la que hoy es el sistema de pensiones sería viable tal y como ahora está, ¿se está suponiendo que esa mayor población sería necesaria en términos laborales y estaría ocupada y cotizando?. c) Cada vez más se está admitiendo que la productividad deberá aumentar; en un escenario de productividad al alza, ¿qué parte de la población activa española, esa que va a tener que jubilarse más tarde y cotizar más años, va a tener un empleo que le permita cotizar para obtener una pensión suficiente?. ¿Por qué no se formulan estas preguntas?: en momentos como estos, ¿dónde está la oposición?.

Pienso que el tema va mucho más allá. El sistema de pensiones tal y como lo conocemos ya no es necesario porque ya no hay que calmar a hordas de enfebrecidos obreros empapados de ideología izquierdista, y porque la maximización del consumo ha dejado de ser un objetivo. Ahora toca reducir costes y gastos de todo tipo, para asegurar pagar lo que se debe, para obtener la confianza de quienes tienen el poder líquido de que se puede hacer lo que hay que hacer, y porque cosas como la redistribución, el igualitarismo, la reducción de la tasa de pobreza y cosas por el estilo han dejado de ser importantes, sobre todo porque cada vez lo que vote la ciudadanía cuenta menos.

En todas partes, pero estamos aquí: en el Reino de España la ‘reforma de las pensiones’ va a empobrecer a la población porque: 1) la tasa de paro no va a descender por lo que las cotizaciones individuales medias van a reducirse y como además aumentará el número de años exigidos de cotización, la pensión media caerá; 2) muy pocas/os españolas/es pueden dedicar ahorro para complementar su pensión, y eso suponiendo que el sistema financiero no sufra ningún cataclismo que afecte a esos compromisos futuros; 3) los jóvenes, mileuristas y undermileuristas, y con contrato temporal en su mayor parte o con contrato negro, podrán cotizar poco e intermitentemente, por lo que como ‘las pensiones de hoy se pagan con lo recaudado hoy’, cada vez habrá menos fondos para pagar las pensiones de hoy, pero como cada vez menos factor trabajo va ser necesario, cabe estimar que las condiciones contractuales y salariales de los jóvenes serán peores, por lo que sus pensiones, si las tienen (pienso que no, que los jóvenes actuales no tendrán pensión y ellos también lo creen) serán más que ridículas, a lo que habrá que añadir una nula capacidad de ahorro por parte de estos jóvenes.

El resultado: empobrecimiento progresivo de los jubilados actuales (la congelación del 2011 pienso que se repetirá en el futuro, y se repetirá después), empobrecimiento completo de la mayoría de los de mañana, miserización de los futuros: los jóvenes actuales. Es inevitable, ya: la evolución de las cosas lo es: en función de lo que se hizo ayer …; pero no me negarán que cabrea.

(Por cierto, ¿habían visto esto?: El simple título de la noticia impresiona: “A Secretive Banking Elite Rules Trading in Derivatives").

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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