jueves, 2 de diciembre de 2010

El Mundial de Fútbol 2018 dejaría en España más de 3.800 millones

La Unión Europea prevé que el Producto Interior Bruto español caiga un 0,2 por ciento este año, y que no sea hasta 2012 cuando experimente un nuevo crecimiento, estimado en el 1,7 por ciento. Son baremos que se quedan cortos ante las cuentas que hacen desde la oficina de la Candidatura Ibérica para coorganizar el Mundial de Fútbol de 2018 entre España y Portugal, cuya designación se elige hoy en Zúrich. "Pensamos que el PIB del país se podría ver incrementado en un 3 por ciento", declaraba el pasado domingo su director general, Miguel Ángel López, en una entrevista publicada por el diario As.

En términos monetarios, esta previsión viene a representar la nada despreciable cifra de 30.000 millones de euros. En Portugal, en cambio, son más cautos. Según el Instituto Superior de Economía y Gestión, el país luso ingresaría 2.100 millones con el Mundial, más otros 300 derivados de un incremento en la recaudación de impuestos y el empleo. Parte de esta diferencia de pronósticos se explica en el hecho de que nuestro vecino sólo tendrá 2 sedes -Lisboa y Oporto-, por 16 españolas.

La comparación africana

Ningún Mundial, hasta la fecha, ha tenido un impacto directo sobre el PIB del país anfitrión de 30.000 millones de euros, aunque las previsiones más optimistas sobre la última edición, celebrada el pasado verano en Sudáfrica, hablaban de una inyección para la economía del país del cono sur de 50.000 millones, contando tanto los ingresos directos como el aumento de la productividad y la repercusión de la marca Sudáfrica a nivel global. Así lo pronosticaba un informe presentado por MasterCard, que coincidía con las previsiones del propio Gobierno sudafricano, que llegó a hablar de un crecimiento del 10 por ciento del PIB. Otros estudios más modestos, como el realizado por la consultora Grant Thornton, valoraba este impacto en una décima parte: 5.000 millones.

A falta de conocer el alcance definitivo que tuvo el torneo, lo cierto es que el Mundial de Sudáfrica ha supuesto de momento casi 9.000 millones para la economía nacional gracias a las multimillonarias inversiones en infraestructuras de transporte, con redes de alta velocidad ferroviaria, autopistas y aeropuertos internacionales que crearon 400.000 puestos de trabajo directos. Tan ambicioso proyecto ayudó a Sudáfrica a salir de la recesión en el tercer trimestre de 2009 y, según datos del Fondo Monetario Internacional, sirvió para que su economía creciera un 1,78 por ciento entre 2008 y 2009, con unas previsiones de crecimiento para 2011 del 3,65 por ciento.

El ejemplo sudafricano, sin embargo, no sirve como pieza comparativa para la Candidatura Ibérica. "En España y Portugal no haría falta invertir tanto en infraestructuras, porque ya están hechas", explica Sandalio Gómez, profesor del IESE y presidente del Center for Sport Business Management. "En Sudáfrica, en cambio, casi hubo que empezar de cero. Por eso creo que el impacto de un Mundial en España sería menor".

El caso alemán

Una buena vara de medir estaría en lo que representó para Alemania organizar el torneo en 2006. En la economía teutona el campeonato tuvo una incidencia del 0,5 por ciento en el PIB durante los años previos y posteriores a la cita.

Según datos de la Oficina Federal de Estadística alemana, en el primer trimestre de 2007 la economía nacional creció un 3,6 por ciento en su tasa interanual gracias en parte al impulso del Mundial. La Federación Alemana de Fútbol, por su parte, elaboró un informe según el cual el torneo aportó 1.260 millones de euros en ingresos fiscales.

Precisamente, coincidiendo con el éxito organizativo y económico de la cita germana en 2006, el profesor de la universidad de Extremadura, Luis Marín Hita, elaboró un estudio sobre el impacto directo que tiene la industria del fútbol en España. La conclusión es que esta industria aporta al año 4.000 millones de euros a la producción nacional, con un impacto en el PIB general del 1,7 por ciento, y del 2,5 por ciento en el PIB del sector servicios. Añadir a este escenario un nuevo elemento del orden de la celebración de un Mundial podría suponer entre un 0,5 y un 1 por ciento añadido al producto interior bruto, siguiendo el ejemplo alemán.

No parece que la posibilidad de que España coorganice el Mundial de 2018 vaya a elevar en 30.000 millones el PIB. Especialmente porque, en lo que a infraestructuras se refiere, apenas habrá que acometer obras faraónicas. "Y esto es algo que puede jugar a favor de la Candidatura Ibérica en la votación de la FIFA", añade Gómez.

El AVE marca el primer gol

El máximo organismo del fútbol mundial no quiere riesgos, y menos teniendo en cuenta cómo está la economía mundial. No hay que olvidar que en 2007 llegó a plantear la posibilidad de cancelar la opción sudafricana ante la perspectiva de que las obras no llegaran a consumarse a tiempo. En España, las infraestructuras exigidas no son un proyecto, sino una realidad. Es más, según ha podido saber este diario, los comisarios que elaboraron el informe de valoración de la Candidatura Ibérica quedaron gratamente sorprendidos con el sistema de transporte español, especialmente el AVE.

La recién inaugurada línea Madrid-Valencia, los proyectos iniciados para llevar la alta velocidad ferroviaria al País Vasco y Galicia, y la línea Madrid-Badajoz-Lisboa son un valor añadido, junto con la modernización del aeropuerto de la capital lusa. No sucede lo mismo en otros países candidatos, como Rusia, donde la FIFA se muestra preocupada por las grandes distancias entre las sedes y las dificultades para comunicarse entre sí por alta velocidad ferroviaria y transporte aéreo.

De España y Portugal también convence la disponibilidad de plazas hoteleras. La FIFA exige que cada candidato tenga contratado un mínimo de 60.000 habitaciones en hoteles de tres o más estrellas. Inglaterra sólo ha garantizado 10.700 en su proyecto y Rusia, que ha previsto 100.000, depende para cumplir este cupo de la construcción de nuevos establecimientos hoteleros.

Estadios asegurados

Otro aspecto a favor de la Candidatura Ibérica es su contenido presupuesto organizativo (514 millones). A ello se le une que la inversión necesaria para la construcción y/o remodelación de los estadios es la más baja de los cuatro candidatos. En Portugal no habría que invertir un euro, dado que los estadios de Dragao (Oporto), Da Luz (Lisboa) y José Alvalade (Lisboa) ya fueron modernizados para la Eurocopa de 2004. En lo que respecta a los recintos en territorio español, tan sólo cinco serían de nueva construcción, todos ellos con la fase de diseño ya aprobada, y alguno, como San Mamés Barria y el Nuevo Mestalla, con las obras ya iniciadas.

Dos millones de turistas

Sin la necesidad de acometer grandes obras faraónicas ni levantar cuantiosos y costosos estadios, ¿qué inyección cabe esperar de un Mundial de fútbol para la economía española? "Queda valorar los patrocinios, el impacto mediático de la marca España en el mundo, y el turismo", aclara Gómez. A este último respecto existen dos datos que apuntan hacia un notable impacto del campeonato en nuestro país, en caso de ser elegida la Candidatura Ibérica.

Por un lado, se estima que cada Mundial de fútbol supone un incremento del turismo del 20 por ciento para el país anfitrión, lo que significa que Portugal y España se repartirían un pastel de 14 millones de visitantes añadidos. Por otro lado, la Mesa del Turismo Española cifra que, sólo durante el mes que dure el torneo, llegarían a España dos millones de turistas, con un gasto medio de 900 euros cada uno. En suma, esto representa 1.800 millones de euros, cifra a la que cabe añadir el incremento del consumo por la venta de productos relacionados o los ingresos indirectos generados por el valor de imagen del país.

En la partida de ingresos hay que anotar unos 2.000 millones más adicionales en concepto de incremento del consumo durante la cita deportiva de los miles de aficionados extranjeros que acudirán a los partidos.

La Administración ya tiene comprometidos 800 millones de euros para la proyección de la marca España, que conllevaría ingresos adicionales. En la partida de inversiones hay previstos 2.000 millones de euros en reforma de estadios y presupuesto organizativo.

eleconomista

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