Cuando un fumador español compra una cajetilla de tabaco de la categoría de precios más demandada paga casi el 80% del precio del producto en impuestos. Un porcentaje que supera la media de la Unión Europea y a países como el Reino Unido. Si el tabaco aún sigue siendo barato en comparación a otros Estados de la UE es a costa del margen de beneficio de las empresas.
"España no puede ser el estanco de Europa", clamaba Elena Salgado en 2005, cuando era ministra de Sanidad e inició una cruzada para erradicar el tabaquismo. Una misión que ha mantenido desde su despacho actual en el Ministerio de Economía, aprobando dos subidas de los impuestos sobre el tabaco. La primera en julio de 2009 y la última el pasado viernes.
Ambas medidas han situado los impuestos en España por encima de la media europea. Una cajetilla de tabaco soporta, además del IVA, dos impuestos singulares. El llamado tributo específico, que grava con 12,7 euros cada 1.000 cigarrillos y otro denominado ad valórem, que supone el 57% del precio de venta al público. Tras el aumento fiscal aprobado el viernes, la cajetillas más vendidas costarán en el estanco entre 3,65 euros y 3,70 si las tabacaleras repercuten a precios la subida tributaria. Ello implica que los impuestos sobre el tabaco representarán el 64% del precio final. Porcentaje que se eleva hasta el 80% si se tiene en cuenta el IVA, dos puntos por encima de la media europea.
A pesar de ello, la categoría de precios más vendida en España -3,65 euros por cajetilla- se sitúa en torno a la media europea y muy por debajo del Reino Unido (6,9 euros), de Francia (5,6 euros) o de Alemania (4,9 euros). Esta situación tiene distintas lecturas. En países como el Reino Unido, lideran las ventas las llamadas marcas premium (Marlboro) y que son más caras. En cambio, en España, los fumadores optan mayoritariamente por cajetillas de tabaco más baratas y que corresponden a marcas como Fortuna, Lucky Strike o Winston.
Por otro lado, el margen de beneficios de las empresas en España es menor que en buena parte de los países de la UE. Por ejemplo, en Italia, el precio de un paquete de Marlboro asciende a 4,6 euros frente a los 4,11 euros que prevé el Gobierno que costará en España tras el aumento del viernes. Sin embargo, el tabaco en Italia aplica un tipo específico de 7,14 euros por cada 1.000 cigarrillos, 5,5 euros menos que en España, y grava con un tipo ad valorem del 54,74%, casi tres puntos por debajo del establecido en España. Es decir, el tabaco en Italia es más caro no por la carga fiscal, sino porque las empresas cuentan con más margen de beneficios.
En este sentido, las tabacaleras en España aún sufren la guerra de precios del año 2005 que inundó el mercado de tabaco low cost. Ello llevó al Gobierno a introducir un nuevo tributo, el llamado impuesto mínimo, que el viernes subió hasta los 2,3 euros por cajetilla y que entra en acción cuando la suma del impuesto específico y ad valórem no alcanza ese umbral. Hasta ahora, las cajetillas que se vendían por debajo de 2,85 euros debían aplicar el impuesto mínimo, nivel que tras el aumento del viernes ascenderá a 3,4 euros. Esta medida impide que las tabacaleras puedan poner a la venta cajetillas a precios muy bajos. De hecho, este tributo se entiende como un freno al consumo de tabaco entre los jóvenes.
Malestar en Francia
Si bien el futuro que se cierne sobre el sector tabaquero es sombrío, los estanqueros con establecimientos cercanos a la frontera con Francia están de enhorabuena. París prevé eliminar las restricciones a la compra en el extranjero de tabaco. Hasta ahora, un francés solo podía entrar en su país con cinco paquetes de cigarrillos y, en determinadas circunstancias, con diez. La posible supresión de esa limitación elevará el número de fumadores franceses que irán a Cataluña y al País Vasco a comprar tabaco, donde el precio de las cajetillas es más barato.
Ante esta situación, los estanqueros franceses no se quedarán quietos y ya amenazan con bloquear la frontera con España si finalmente Francia suprime una restricción que se aprobó en 2006. El Gobierno de Nicolas Sarkozy, sin embargo, tiene poco margen de maniobra ya que la orden de facilitar la libre circulación de mercancías procede de Bruselas, que no dudará en multar a Francia si no cumple la normativa comunitaria.
"Vamos a bloquear la circulación de todos los vehículos que vayan o procedan de España", gritan los estanqueros. Y la historia dice que cuando un francés se propone cerrar la frontera suele conseguirlo.
Las cifras
4,11 euros prevé el Gobierno que cueste el paquete de Marlboro tras la subida fiscal del viernes. Hasta ahora el precio ascendía a 3,85 euros.
11% es el porcentaje de caída anual del consumo de cigarrillos hasta octubre de este año. En el caso de la picadura, el descensó fue menor, del 5,8%.
7.000 millones ingresa Hacienda al año gracias el impuesto sobre el tabaco.
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