Las tensiones de deuda en Irlanda han vuelto a poner a todos los países periféricos en el punto de mira. En el caso de la economía española, el Gobierno ha insistido durante los últimos días en que España no es Irlanda ni Grecia. Pero desde Bruselas se advierte que el Ejecutivo tiene que seguir demostrándolo. ¿Por qué no se puede comparar la situación de estas tres economías?
1- ECONOMÍA
Estas tres economías no son comparables si se miran sus dimensiones. Se podría decir que juegan en diferentes ligas. El PIB español es 6,5 veces superior al irlandés y 4 veces mayor que el griego. El tamaño de la economía patria implica dos cosas: es cierto que si cae sus consecuencias pueden ser más costosas, pero también le dan una mayor solidez y potencial de crecimiento.
Además, hay que tener en cuenta el perfil de estas tres economías. En este sentido, hay que destacar que, aunque España en su conjunto adolece de falta de competitividad, también cuenta entre su tejido empresarial con una importante representación entre las empresas internacionales de primer orden. Basten ejemplos como Inditex, Santander, BBVA, Telefónica o Iberdrola. Ésta es una de sus grandes bazas.
Por su parte, Irlanda, con un perfil empresarial quizá más modesto, también se trata de una economía innovadora, dinámica, con importantes sinergias con Reino Unido y, por ello, con más potencial de crecimiento que Grecia. De hecho, el país heleno es el que peor parado sale en esta comparación dada su falta de competitividad.
2-DÉFICIT
El déficit público español es el de menor envergadura y, además, su reducción va por buen camino. Los últimos datos de ejecución presupuestaria parecen mostrar que el plan de ajuste aprobado esta primavera está dando sus frutos y existe bastante consenso en que este ejercicio el déficit se reducirá hasta el 9,3% del PIB y lo que todavía está en el aire es si en 2011 se logrará recortar hasta el 6%. La incertidumbre se centra en las comunidades autónomas, porque de momento se desconocen los detalles de cómo están ajustando sus cuentas. La propia ministra de Economía, Elena Salgado, reconocía el miércoles pasado que el déficit autonómico suponía una preocupación para los mercados.
Sin embargo, el déficit público de Irlanda todavía no ha alcanzado su punto álgido. Si en 2009 este país registró un agujero en sus cuentas públicas del 14,7% del PIB, este año podrá superar el 32% del PIB. Este repunte del déficit se debe al elevado coste del rescate del sistema financiero irlandés, cifrado en casi 45.000 millones de euros pero podría ascender a 50.000 en el peor de los escenarios, según anunció a finales de septiembre el propio Ministerio de Finanzas irlandés.
Estas perspectivas perfilan un escenario más trágico para las cuentas irlandesas que para las griegas. El país heleno tuvo su punto más alto de déficit público en 2009 y alcanzó el 15,4% del PIB, según ha publicado hoy Eurostat tras la última revisión de las cuentas griegas.
Por otra parte, en España el déficit ha tenido un componente bastante cíclico (muy vinculado al devenir de la crisis y los planes excepcionales para hacerle frente) y, por ello, los expertos lo ven más manejable. De hecho, hay que recordar que España ha cumplido con los requerimientos del Plan de Estabilidad e incluso ha registrado superávits en los últimos diez años.
En este sentido, Irlanda se puede equiparar con la economía española porque en la última década hasta el inicio de la recesión ha registrado superávit todos los años, a excepción de 2002 cuando tuvo un ligero déficit del 0,3%.
Sin embargo, el problema del déficit público en Grecia no es nuevo. Se trata de un lastre estructural que la economía griega ha ido arrastrando durante los últimos años. Desde el año 2000 ha mantenido un promedio superior al 3%.
3-DEUDA
En este indicador España también sale mejor parado. La deuda supuso el 53,2% del PIB en 2009 y este año la previsión es que acabe situándose en el 62,8%, sólo un poco por encima del límite marcado por el Plan de Estabilidad Europeo (60%).
En 2009 Irlanda estaba bastante cerca de España, con una deuda del 65,5% del PIB. Pero habrá que ver cuál es su situación al cierre de este ejercicio después de que su déficit se haya disparado.
Finalmente, la situación de la deuda griega (127% del PIB) es más problemática porque en 2009 ya suponía el doble tanto de la española como de la irlandesa.
Además, también en el apartado de la deuda Grecia tiene el handicap de que su exceso tiene un carácter estructural, mientras que en el caso de España e Irlanda no es así (ver gráfico). El volumen de deuda en el país heleno ha superado de promedio en los últimos diez años el 100% del PIB, mientras que el de España ha estado en el 70% e Irlanda se ha situado en el 35% del PIB.
4- PELIGRO DE INSOLVENCIA
El Tesoro español ha hecho caja después de las tensiones vividas en el mes de junio y, en estos momentos, cuenta con un sobrante de dinero de casi 40.000 millones (concretamente, 39.515 millones), según publicó en exclusiva Expansión recientemente. Este cantidad de dinero supone un buen colchón para afrontar posibles riesgos, dado que es más del doble que los 19.232 millones de euros en vencimientos de deuda que tiene que afrontar el Tesoro en lo que queda del año.
Por su parte, Irlanda también cuenta con un calendario financiero bastante holgado. El Tesoro irlandés tiene recursos para hacer frente a los vencimientos por lo menos hasta mitad de 2011.
Sin embargo, cuando en febrero saltaron las alarmas sobre la capacidad de Grecia para hacer frente a los pagos de su deuda, su gran problema era que entre abril y mayo vencía casi la mitad de sus bonos en circulación. Es decir, tenía un calendario financiero que no iba a poder cumplir y su plazo de reacción era mínimo (apenas dos meses) para refinanciar 20.000 millones de euros. La fecha más crítica para el Gobierno de Yorgos Papandreu fue el 19 de mayo, día en el que vencían obligaciones por valor de alrededor de 9.000 millones de euros. De hecho, esa fecha marcaba el plazo límite en el que la Unión Europea y el FMI debían dar luz verde al rescate del país heleno.
Ni irlanda, ni mucho menos España tienen una situación tan asfixiante.
5- LOS CDS Y LOS DIFERENCIALES
El mercado, de momento, valora las diferencias entre estos tres países tal y como se aprecia en el riesgo país y en los Crédit Default Swaps (CDS) o seguros de riesgo de impago. Grecia presenta el peor perfil, seguido de irlanda y después a mucha distancia de España.
Hoy el riesgo país del país heleno se ha situado en los 880 puntos básicos, el tigre celta está en los 562 puntos y España en 201 puntos. Sus CDS a cinco años llegan a los 897 puntos en el caso de Grecia, a los 547 en el de Irlanda y a los 261 en el de España.
6- CREDIBILIDAD
España no debe perder su estado vigilante. Hoy mismo desde la Comisión Europea se ha advertido al Gobierno de Zapatero de que siga profundizando en sus reformas e incluso impulsen una nueva ronda de medidas para mantener la credibilidad. En el aire está todavía, por ejemplo, la anunciada reforma de las pensiones.
De cualquier forma, el camino andado hasta ahora ha recibido el respaldo tanto de los organismos internacionales como de los mercados y, por supuesto, las estadísticas españolas no se han puesto en duda.
Éste no ha sido el caso de Grecia, país en el que las estadísticas llevan bajo revisión desde hace un año. Cuando los socialistas llegaron al poder en octubre de 2009 elevaron la previsión de déficit público para ese ejercicio desde el 3,7% del PIB que se había estimado en primavera de ese año hasta el 12,5%. Después ha habido varias revisiones, la última la ha hecho pública hoy Eurostat y sitúa el déficit griego de 2009 en el 15,4%. Este baile de cifras contribuyó a alimentar la incertidumbre alrededor de Grecia.
Las dudas en Irlanda han venido por la debilidad de su sector financiero. Como ya se ha apuntado anteriormente el Estado ha admitido que el rescate de este sector le va a costar unos 50.000 millones de euros.
7- DESEMPLEO
Éste, sin duda, es el punto en el que España sale perdiendo. La tasa de paro cerró 2009 en el 18%, el doble que la griega (9%) y superior a la irlandesa (14,1%). Además, durante este ejercicio se ha mantenido al alza (en el tercer trimestre, último dato disponible, fue 19,8%). Los expertos aseguran que el paro, aunque es mal un ingrediente, no supone un problema prioritario para los mercados financieros. El desempleo preocupa a los inversores de una forma más indirecta, en el sentido de que puede suponer una presión en el gasto público, cierta inestabilidad institucional y un posible incumplimiento del plan de austeridad.
8- EFECTO MERKEL
Cualquier país periférico parece susceptible de verse afecto por lo que muchos analistas han denominado el efecto Merkel. La primavera pasada la nula claridad de Alemania sobre su apoyo a un rescate de Grecia elevó la incertidumbre y puso en duda la unión de la zona euro.
Ahora, ha vuelto a suceder algo similar. Cuando la canciller alemana defendió que en el sistema permanente de rescate de estados en crisis los tenedores de bonos aportasen también parte de la ayuda al no serles devuelta la totalidad de su aportación, saltaron las alarmas y el pánico ahuyentó a los inversores de cualquier país con un mínimo riesgo y le tocó a Irlanda.
Los expertos aseguran que va a haber más episodios de tensión en el mercado de deuda y que cualquier nueva duda puede encender las alarmas. En este contexto, todos los países deben mantenerse vigilantes no vaya a ser que Merkel vuelva a pronunciarse…
fuente: expansion
1- ECONOMÍA
Estas tres economías no son comparables si se miran sus dimensiones. Se podría decir que juegan en diferentes ligas. El PIB español es 6,5 veces superior al irlandés y 4 veces mayor que el griego. El tamaño de la economía patria implica dos cosas: es cierto que si cae sus consecuencias pueden ser más costosas, pero también le dan una mayor solidez y potencial de crecimiento.
Además, hay que tener en cuenta el perfil de estas tres economías. En este sentido, hay que destacar que, aunque España en su conjunto adolece de falta de competitividad, también cuenta entre su tejido empresarial con una importante representación entre las empresas internacionales de primer orden. Basten ejemplos como Inditex, Santander, BBVA, Telefónica o Iberdrola. Ésta es una de sus grandes bazas.
Por su parte, Irlanda, con un perfil empresarial quizá más modesto, también se trata de una economía innovadora, dinámica, con importantes sinergias con Reino Unido y, por ello, con más potencial de crecimiento que Grecia. De hecho, el país heleno es el que peor parado sale en esta comparación dada su falta de competitividad.
2-DÉFICIT
El déficit público español es el de menor envergadura y, además, su reducción va por buen camino. Los últimos datos de ejecución presupuestaria parecen mostrar que el plan de ajuste aprobado esta primavera está dando sus frutos y existe bastante consenso en que este ejercicio el déficit se reducirá hasta el 9,3% del PIB y lo que todavía está en el aire es si en 2011 se logrará recortar hasta el 6%. La incertidumbre se centra en las comunidades autónomas, porque de momento se desconocen los detalles de cómo están ajustando sus cuentas. La propia ministra de Economía, Elena Salgado, reconocía el miércoles pasado que el déficit autonómico suponía una preocupación para los mercados.
Sin embargo, el déficit público de Irlanda todavía no ha alcanzado su punto álgido. Si en 2009 este país registró un agujero en sus cuentas públicas del 14,7% del PIB, este año podrá superar el 32% del PIB. Este repunte del déficit se debe al elevado coste del rescate del sistema financiero irlandés, cifrado en casi 45.000 millones de euros pero podría ascender a 50.000 en el peor de los escenarios, según anunció a finales de septiembre el propio Ministerio de Finanzas irlandés.
Estas perspectivas perfilan un escenario más trágico para las cuentas irlandesas que para las griegas. El país heleno tuvo su punto más alto de déficit público en 2009 y alcanzó el 15,4% del PIB, según ha publicado hoy Eurostat tras la última revisión de las cuentas griegas.
Por otra parte, en España el déficit ha tenido un componente bastante cíclico (muy vinculado al devenir de la crisis y los planes excepcionales para hacerle frente) y, por ello, los expertos lo ven más manejable. De hecho, hay que recordar que España ha cumplido con los requerimientos del Plan de Estabilidad e incluso ha registrado superávits en los últimos diez años.
En este sentido, Irlanda se puede equiparar con la economía española porque en la última década hasta el inicio de la recesión ha registrado superávit todos los años, a excepción de 2002 cuando tuvo un ligero déficit del 0,3%.
Sin embargo, el problema del déficit público en Grecia no es nuevo. Se trata de un lastre estructural que la economía griega ha ido arrastrando durante los últimos años. Desde el año 2000 ha mantenido un promedio superior al 3%.
3-DEUDA
En este indicador España también sale mejor parado. La deuda supuso el 53,2% del PIB en 2009 y este año la previsión es que acabe situándose en el 62,8%, sólo un poco por encima del límite marcado por el Plan de Estabilidad Europeo (60%).
En 2009 Irlanda estaba bastante cerca de España, con una deuda del 65,5% del PIB. Pero habrá que ver cuál es su situación al cierre de este ejercicio después de que su déficit se haya disparado.
Finalmente, la situación de la deuda griega (127% del PIB) es más problemática porque en 2009 ya suponía el doble tanto de la española como de la irlandesa.
Además, también en el apartado de la deuda Grecia tiene el handicap de que su exceso tiene un carácter estructural, mientras que en el caso de España e Irlanda no es así (ver gráfico). El volumen de deuda en el país heleno ha superado de promedio en los últimos diez años el 100% del PIB, mientras que el de España ha estado en el 70% e Irlanda se ha situado en el 35% del PIB.
4- PELIGRO DE INSOLVENCIA
El Tesoro español ha hecho caja después de las tensiones vividas en el mes de junio y, en estos momentos, cuenta con un sobrante de dinero de casi 40.000 millones (concretamente, 39.515 millones), según publicó en exclusiva Expansión recientemente. Este cantidad de dinero supone un buen colchón para afrontar posibles riesgos, dado que es más del doble que los 19.232 millones de euros en vencimientos de deuda que tiene que afrontar el Tesoro en lo que queda del año.
Por su parte, Irlanda también cuenta con un calendario financiero bastante holgado. El Tesoro irlandés tiene recursos para hacer frente a los vencimientos por lo menos hasta mitad de 2011.
Sin embargo, cuando en febrero saltaron las alarmas sobre la capacidad de Grecia para hacer frente a los pagos de su deuda, su gran problema era que entre abril y mayo vencía casi la mitad de sus bonos en circulación. Es decir, tenía un calendario financiero que no iba a poder cumplir y su plazo de reacción era mínimo (apenas dos meses) para refinanciar 20.000 millones de euros. La fecha más crítica para el Gobierno de Yorgos Papandreu fue el 19 de mayo, día en el que vencían obligaciones por valor de alrededor de 9.000 millones de euros. De hecho, esa fecha marcaba el plazo límite en el que la Unión Europea y el FMI debían dar luz verde al rescate del país heleno.
Ni irlanda, ni mucho menos España tienen una situación tan asfixiante.
5- LOS CDS Y LOS DIFERENCIALES
El mercado, de momento, valora las diferencias entre estos tres países tal y como se aprecia en el riesgo país y en los Crédit Default Swaps (CDS) o seguros de riesgo de impago. Grecia presenta el peor perfil, seguido de irlanda y después a mucha distancia de España.
Hoy el riesgo país del país heleno se ha situado en los 880 puntos básicos, el tigre celta está en los 562 puntos y España en 201 puntos. Sus CDS a cinco años llegan a los 897 puntos en el caso de Grecia, a los 547 en el de Irlanda y a los 261 en el de España.
6- CREDIBILIDAD
España no debe perder su estado vigilante. Hoy mismo desde la Comisión Europea se ha advertido al Gobierno de Zapatero de que siga profundizando en sus reformas e incluso impulsen una nueva ronda de medidas para mantener la credibilidad. En el aire está todavía, por ejemplo, la anunciada reforma de las pensiones.
De cualquier forma, el camino andado hasta ahora ha recibido el respaldo tanto de los organismos internacionales como de los mercados y, por supuesto, las estadísticas españolas no se han puesto en duda.
Éste no ha sido el caso de Grecia, país en el que las estadísticas llevan bajo revisión desde hace un año. Cuando los socialistas llegaron al poder en octubre de 2009 elevaron la previsión de déficit público para ese ejercicio desde el 3,7% del PIB que se había estimado en primavera de ese año hasta el 12,5%. Después ha habido varias revisiones, la última la ha hecho pública hoy Eurostat y sitúa el déficit griego de 2009 en el 15,4%. Este baile de cifras contribuyó a alimentar la incertidumbre alrededor de Grecia.
Las dudas en Irlanda han venido por la debilidad de su sector financiero. Como ya se ha apuntado anteriormente el Estado ha admitido que el rescate de este sector le va a costar unos 50.000 millones de euros.
7- DESEMPLEO
Éste, sin duda, es el punto en el que España sale perdiendo. La tasa de paro cerró 2009 en el 18%, el doble que la griega (9%) y superior a la irlandesa (14,1%). Además, durante este ejercicio se ha mantenido al alza (en el tercer trimestre, último dato disponible, fue 19,8%). Los expertos aseguran que el paro, aunque es mal un ingrediente, no supone un problema prioritario para los mercados financieros. El desempleo preocupa a los inversores de una forma más indirecta, en el sentido de que puede suponer una presión en el gasto público, cierta inestabilidad institucional y un posible incumplimiento del plan de austeridad.
8- EFECTO MERKEL
Cualquier país periférico parece susceptible de verse afecto por lo que muchos analistas han denominado el efecto Merkel. La primavera pasada la nula claridad de Alemania sobre su apoyo a un rescate de Grecia elevó la incertidumbre y puso en duda la unión de la zona euro.
Ahora, ha vuelto a suceder algo similar. Cuando la canciller alemana defendió que en el sistema permanente de rescate de estados en crisis los tenedores de bonos aportasen también parte de la ayuda al no serles devuelta la totalidad de su aportación, saltaron las alarmas y el pánico ahuyentó a los inversores de cualquier país con un mínimo riesgo y le tocó a Irlanda.
Los expertos aseguran que va a haber más episodios de tensión en el mercado de deuda y que cualquier nueva duda puede encender las alarmas. En este contexto, todos los países deben mantenerse vigilantes no vaya a ser que Merkel vuelva a pronunciarse…
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