jueves, 25 de noviembre de 2010

MUCHAS COSAS

The Big Society: no pierdan de vista este concepto: es un invento inglés y pienso que va a tener un alcance parecido al que tuvo la Ilustración: otro invento inglés. ¡Hasta tienen un sitio: http://www.thebigsociety.co.uk/.

Lo que se ha dicho: consiste en reducir el peso del Estado e incorporar a la ciudadanía a la gestión del día a día, sí es eso, pero es más y no sólo. También consiste en descentralizar y reducir el peso del Estado y pagar a quienes suministran bienes y servicios ‘públicos’ en función de los resultados obtenidos, sí, pero no sólo es eso. Todo pasa por el hecho de que la Sociedad es el Estado, por lo que a través de la gestión que hagan las comunidades se está gestionando el Estado.

¿Se rebaja el gasto público con esta idea?, definitivamente sí; ¿se produce una mayor priorización de los gastos a realizar?, evidentemente sí; ¿se dejan de prestar servicios hoy cubiertos por el Estado y por los entes estatales?, claramente sí. Entonces, ¿dónde reside la ventaja de este nuevo concepto?, pues en la superación del concepto de ‘Individualismo’. El Estado como conjunto de individuos queda sustituido por la Sociedad como integración de grupos participativos. Vayan acostumbrándose al tema: oirán hablar. (Si no lo entienden demasiado de entrada no se preocupen: cuando David Cameron lo expuso en el reciente congreso del Conservative Party celebrado en Birmingham, dio la impresión de que la concurrencia tampoco lo entendió demasiado).

* - Cada vez más ciudadanas y ciudadanos se están preguntando: ¿por qué continúa el Sr. Rodríguez Zapatero?, y añade unos: ‘¿Qué más tiene que hacer?’, y añaden otros: ‘¿Hasta dónde tiene que llegar?’, y añaden algunos más: ‘¿Qué camino tiene que preparar?’.

Se dice que el Presidente del Gobierno de España continúa por responsabilidad, también que lo hace por coherencia. Respetuosamente, discrepo. El programa electoral con el partido en el Gobierno -cuyo cabeza de lista era el Sr. Rodríguez Zapatero- concurrió a las últimas elecciones no ha sido cumplido, por la imposibilidad económica internacional, por la crisis sistémica manifiesta, por múltiples razones, vale, pero no ha sido cumplido; pienso que ya no hay ninguna responsabilidad que mantener, por lo que, coherencia, ¿respecto a qué?.

El principal partido de la oposición calla y espera. Como quienes ya lo saben, sabe que ningún Gobierno de España sería responsable de lo que en España está sucediendo, y sabe lo que hay que hacer, pero también sabe que aún no toca, por lo que, por el momento, ya está bien lo que dice el actual Gobierno; y en Francia sucede lo mismo; también en Italia; y en Burkina Faso, también. ¡Tremendo!.

* - El peaje para los camiones: ya salió: la posición excéntrica de España. La razón de la tasa: la contaminación gasista y la sonora que generan esos elementos de transporte. Mmmmmmm, el camión que la pague, ¿emitirá menos GEI?, ¿hará menos ruido?. ¿No les suena a medida recaudatoria?. Ya, es que lo que se pretende es desplazar transporte hacia el ferrocarril, lo que está muy bien, sólo que entre todos los puntos de origen y de destino no existe conexión ferroviaria, y si asfáltica, ¡exacto!, esa que hasta hace cuatro días fue subvencionada, avalada, protegida y promocionada, pero eso fue antes, ya no lo es.

* - Se está diciendo: ‘descenso en España de la tasa de desempleo’; la razón: se van a crear menos puestos de trabajo pero se va a reducir la población activa. ¡Vaya!, descenso de 0,9 puntos la tasa de paro debido a que menos personas se van a declarar dispuestas a trabajar … en un país que ya tiene una de las tasas de actividad más reducidas de Europa: 51% (Dinamarca: 72%). Resumamos: descenso del desempleo en España porque el número de personas que dice que quiere trabajar va a la baja. Me pregunto cómo puede alegrarse alguien de eso.

* - Que verdad es aquello de que las cosas pueden ser contadas de muchas maneras en función de lo que se quiere explicar. El último informe del FMI sobre perspectivas mundiales va mucho por ahí. A partir de un torrente de cifras, datos y números (El País Negocios del 24.10.2010 expone un compendio muy completo), el resumen que los mismos puede hacerse es, pienso, a tres niveles.

1) Entre los años 2000 y 2010 los países subdesarrollados no han hecho las cosas del todo bien que podían haberlas hecho, pero los desarrollados las hecho muy mal, conclusión que es curiosa teniendo en cuenta que en el 2006, en la cumbre que el Fondo celebró en Singapur con el Dr. Rato como director gerente, se dijese aquello de que ‘el mundo va bien’ y que nadie realizase ningún comentario en el sentido de que los desarrollados estaban cosas mal.

2) Los números del FMI muestran que las economías subdesarrolladas han crecido muchísimo más que las desarrolladas, lo que avala las cosas buenas que han hecho. Así, se dice que India ocupa el puesto número 20 en cuanto a crecimiento en la década: 103%, pero no se dice nada sobre si las Patrullas de los Muertos continúan recogiendo al amanecer los cadáveres de quienes viven en la calle y que han fallecido durante la noche, o de que prácticamente una sola familia monopoliza el 387% que ha crecido Guinea Ecuatorial en esos años. Tampoco se comenta nada de las consecuencias de la hiperburbuja inmobiliaria (ríanse de la española) que se está generando en Shanghai o del grado de fiabilidad de los créditos concedidos por la banca china, sólo se dice que el país ha crecido el 170% en esos diez años (también sería interesante conocer cuánto y en cuánto ha mejorado los estándares de vida de la población china residente en los alrededores de la frontera con Mongolia).

3) Lo importante es el número, el bulto, la cifra final, no la calidad de los componentes del dato, ni el cómo se ha llegado a ese dato. Camboya ha crecido el 109%, OK, pero, ¿qué parte de ese porcentaje ha sido aportado por la prostitución infantil?; del 43% del crecimiento que ha tenido Brasil, ¿qué parte corresponde al consumo a crédito y qué parte al coste de deforestar la superficie que ha aportado el último aumento de sus exportaciones de colza?. Lo importante es el número porque lo importante es que vuelva la confianza, las expectativas, sin importar dónde, cómo, ni en qué, aunque aumente más el Índice de Gini en Guatemala, o aunque crezca la tasa de pobreza en Dinamarca; ¿será porque el primero ya está por las nubes y la segunda es muy baja?. La mejora de la productividad y sus consecuencias la dejaremos para mañana, ahora toca hacer negocios en Brasil o en Myanmar.

* - Me dice una lectora en un mail “Esperemos que no legalicen la prostitución, decía una amiga que está en el paro, más que nada por si el INEM nos envía alguna oferta de trabajo de esta índole y nos quitan el subsidio por no aceptarla”. Tiene miga.

* - Insisto e insistiré: es competitiva aquella economía que tiene una alta productividad y bajos salarios no generan competitividad. La innovación tecnológica aumenta la competitividad porque mejora la productividad, pero a medida que se profundiza en la implementación tecnológica y organizativa se necesita menos factor trabajo en esas actividades crecientemente competitivas. Hasta ahora el desempleo no ha sido demasiado elevado (no piensen en España) porque los desplazados han sido ocupados por el Sector Servicios, servicios en su mayoría consumidos por unas gentes a las que se les ha concedido crédito precisamente para eso: para qué consuman. La productividad va a seguir aumentando, pero esas gentes ya han agotado su capacidad de endeudamiento y dejarán de consumir, por lo que el desempleo resultante no va a poder ser asumido: al paro en los subsectores de competitividad creciente se añadirá el paro procedente de unos servicios en retroceso y el paro de las nuevas incorporaciones que se irán produciendo en el mercado de trabajo. Es feo, ya lo sé, pero es evidente, negarlo no ayuda a nada.

* - España, su calle, ¿cómo está?: así. No es una historia, me lo ha contado mi esposa, le sucedió hace menos de una semana a una colega suya. La acción se desarrolla en un mercado, en un mercado municipal de la ciudad de Barcelona. Quien fue protagonista de esta historia (¿lo fue?) estaba en uno de los puestos que venden pescado, pidió una merluza y dijo que se la prepararan, la señora que le atendía le preguntó si quería la cabeza, a lo que ella respondió que no, entonces, la pescadera dijo a un señor que también atendía: ‘Toma, ponla en la bolsa de la Sra. (un apellido)’. Ante la extrañeza de quien lo explicaba la pescadera dijo: ‘Tengo varias bolsas de señoras que eran clientas de toda la vida pero que ahora no pueden venir porque tienen problemas económicos. Pregunto, y cuando alguien no quiere algo, se lo pongo en su bolsa, luego añado algún pescado más que ya no está bien para guardar para el día siguiente, y cuando cierro, vienen y se lo llevan; y no les cobro’.

España ya ha llegado aquí. No estamos hablando de homeless, ni de subsaharianos llegados en patera, ni siquiera de rumanos que venden kleenex en los semáforos, sino de ciudadanas españolas y de ciudadanos españoles de toda la vida, de gentes de clase media que tenían una vida absolutamente normal y que ahora se hallan en una situación en la que han de recurrir a cosas como la explicada más arriba.

Dentro de poco más de una semana van a haber elecciones en Cataluña pero durante la campaña no he oído a ningún partido, a ningún líder de ningún partido referirse a cosas como la descrita, tampoco oí al Señor Presidente del Gobierno decir nada al respecto cuando vino a Cataluña a apoyar la campaña del partido hermano, tampoco al Señor Vicepresidente, ni al líder del principal partido de la oposición cuando vino para lo mismo; tampoco he oído ninguna referencia de la Señora Ministra de Economía a hechos como el descrito. Y este, el que yo acabo de contar es sólo uno, ¿cuántos como este habrán?.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

Lacartalebolsa.com

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