La rentabilidad de la inversión en acciones ha superado en 4,78 puntos de rentabilidad anual acumulativa a la inversión en renta fija a largo plazo, por lo que ese valor es, a 30 de junio, la prima de riesgo histórica en España, según el informe publicado hoy por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Uno de los objetivos del trabajo presentado hoy ha sido estudiar la prima de riesgo histórica en el mercado bursátil español, que es la diferencia observada a largo plazo entre el rendimiento de la inversión en Bolsa y la realizada en un activo conectado a una variable que se considera como tipo de interés sin riesgo.
Un bono de deuda a 10 años con valor de 100 euros en enero de 1980 se habría convertido en 2.576 euros en junio de 2010. Esto equivale a un rendimiento anual del 11,2%. En este caso también el largo plazo es beneficioso. Un análisis más detallado muestra que en todos los períodos de inversión posibles superiores a 10 años la prima de riesgo entre la Bolsa y la deuda a largo se sitúa entre 4 y 6 puntos de rendimiento adicional para la renta variable.
Además, una inversión de 100 euros en el Índice Total de la Bolsa española se habría convertido en 9.254 euros entre enero de 1980 y junio de 2010, lo que equivale a un rendimiento anual del 16%.
La reinversión de dividendos y otras retribuciones asociadas aporta cerca de cinco puntos anuales a esa cifra. En ese mismo período una inversión de 100 euros en el IGBM (no incluye dividendos) ha pasado a valer 2.539 euros (+10,7% anual).
"El objetivo del estudio es aportar argumentos en tres aspectos: la confirmación del rendimiento positivo de la inversión en Bolsa y deuda a largo plazo; la favorable protección contra la inflación que este comportamiento supone; y, por último, la medición histórica de la prima de riesgo en el mercado bursátil español, un concepto que mide la diferencia a largo plazo entre el rendimiento de la inversión en Bolsa y el obtenido en un activo conectado a una aproximación del tipo de interés sin riesgo", ha afirmado Domingo García Coto, Director del Servicio de Estudios de BME, en la presentación del Informe.
Los datos del estudio confirman que el transcurso del tiempo es un aliado para la inversión en la clase de activos analizados, especialmente en el caso de las acciones.
En conclusión, los datos aportados subrayan que el transcurso del tiempo es un buen aliado para la inversión en los activos analizados y confirma que la rentabilidad a largo plazo de una cartera diversificada de renta variable compensa el riesgo asumido. Los resultados potencian, además, las virtudes de los ETFs, fondos cotizados que replican índices bursátiles, como instrumento de inversión y que aporta una exposición diversificada.
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