jueves, 30 de septiembre de 2010

Vida tras el 29-S: presupuestos ficticios y rebaja de ráting

Tras el acto folclórico-sindical del 29-S, España regresa hoy al siglo XXI. Los autobuses de línea volverán a circular, el 100% de los trenes del metro recorrerá los subsuelos urbanos, los comercios atenderán a sus clientes -igual que hicieron ayer, pero esta vez sin miedo a que les rompan las lunas-, los periódicos se distribuirán en los quioscos y las fábricas regresarán a la actividad. Pero no se confíe: el menú del día se antoja indigesto.

Zapatero contesta a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso

Zapatero contesta a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso

Tras el avance del viernes, el Gobierno presentará hoy oficialmente unos Presupuestos Generales del Estado basados en una previsión de crecimiento ficticia y acaba de recibir ya una bofetada en la cara de la agencia de calificación de riesgo Moody's, que ha recortado la calificación crediticia de España desde su actual "Aaa" (nota máxima) hasta "Aa1".

La huelga general de ayer tuvo un seguimiento mínimo -el bajón en consumo eléctrico fue muy inferior al de anteriores huelgas y el seguimiento por parte de funcionarios fue ridículo (de menos del 10%)-. Esto da carta blanca al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para dejar inalterada la ley de reforma laboral aprobada por el Congreso y continuar con su paquete de reformas para reducir el déficit público y garantizar la viabilidad del sistema de pensiones públicas.

En realidad, no queda otra opción. Si el Gobierno no culmina su programa de reformas, el mercado (del que forman parte los gurús inversores con los que Zapatero se entrevistó la semana pasada en Nueva York) no lo dudarán: el diferencial de deuda de España sobre Alemania se disparará, el coste de financiación del déficit público se volverá insostenible y España se verá abocada a ser rescatada por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea. Ver Grecia.

Presupuestos Generales de 2011
Hoy se presentarán los Presupuestos Generales en el Parlamento -que se aprobarán con el beneplácito necesario y suficiente del Partido Nacionalista Vasco (PNV)-. El objetivo es rebajar el déficit público de 2011 al 6% y dejar el camino libre para reducirlo al 4,4% en 2012 y al 3% -máximo permitido por la UE- en 2013.

En la parte de los costes, aunque hay algunas dudas, el Gobierno ha convencido a la mayoría de observadores: ha recortado un 8% el gasto general y un 16% el que corresponde a los ministerios.

Dónde se encuentra el principal escollo es en la parte de los ingresos. El Gobierno prevé un crecimiento económico del 1,3% en 2011, una cifra considerada ciencia ficción por la mayoría de los analistas y economistas, tanto nacionales como internacionales.

El panel económico del servicio de estudios de las cajas (Funcas) -que realiza un consenso de las previsiones del mercado-, augura un crecimiento económico del 0,6% en 2011, menos de la mitad del 1,3% del Gobierno. Por organismos internacionales, el FMI también coincide en ese 0,6% de incremento del PIB, y la OCDE apuesta por el 0,9%.

Del optimismo excesivo a la pérdida de la triple "A"
Esta falta de realismo del Gobierno ha provocado una oleada de escepticismo en el mercado. "Creciendo al 1,3% las cuentas cuadran. El problema es que España no va a crecer al 1,3% el año que viene. No hay manera", afirma Jacques Cailloux, economista jefe de Royal Bank of Scotland.

Por eso mismo, dos de las tres principales agencias crediticias ya bajaron el rating a España (Standard & Poor's a "AA" y Fitch hasta "AA+") y hoy, lo acaba de hacer Moody's. La tercera agencia en discordia se ha reunido hoy para confirmar la amenaza que lanzó el pasado mes junio, cuando puso en revisión con perspectiva negativa el rating triple "A" de España.

Hoy se ha cumplido esa amenaza y el rating ha caído a "Aa1". Esta posibilidad está ya ampliamente descontada por los mercados, por lo que no debería producirse ninguna reacción significativa: ni en la deuda ni en la bolsa.

Sin embargo, hay una noticia positiva en todo esto: la perspectiva de la calificación de Moody's. El hecho de quel a firma le haya puesto el apellido de "estable" al Aa1 da a entender que, según su punto de vista, la situación no se va a deteriorar más.

Esta visión contrasta significativamente con la previsión de S&P, que califica ca España con un ráting AA (un escalón por debajo al equivalente de Moody's) y encima tiene la perspectiva negativa. De momento, la bolsa ha abierto a la baja, pero sus caídas están en línea con el resto de mercados europeos.

fuente: expansion

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