En 1968 se estrenaba en EE UU la serie de televisión Heidi, que haría famosa a la actriz Jennifer Edwards. Pero el primer día de emisión generó un escándalo que aún hoy se recuerda. Vean esta cita de Wikipedia: " La NBC estaba emitiendo un partido entre los Oakland Raiders y los New York Jets. Cuando llegó la hora del estreno, el resultado iba muy apretado (32-29). La cadena cortó la retransmisión, cuando aún faltaban 2 minutos y dio inicio a la película. Finalmente, los New York Jetsy, en esos 2 minutos, dieron la vuelta al marcador y ganaron. Desde entonces todos los partidos se transmiten íntegros".
¿Se imaginan algo así en la final del Mundial del domingo?... Pero vayamos con la Bolsa. La semana ha sido muy buena. ¿Hemos de temer ahora que pase como con el estreno de Heidi, que cuando todo parezca que se está arreglando nos dejen con la miel en los labios?
De momento los gráficos no nos aclaran demasiado. Como podemos ver arriba en el del S&P 500, aún andamos lejos de la directriz bajista y de las resistencias importantes, como la media de 200 o ese retroceso de Fibonacci del 61,8% de toda la tendencia bajista, donde nos detuvimos la última vez. Desde luego ha quedado evidente una vez más lo difícil que es que cualquier mercado cruce a la baja un nivel psicológico muy redondo, como eran los 1.000 puntos. Pero el gráfico aún no aclara que se hayan acabado los sustos.
Bien es cierto que durante toda la semana sí ha cambiado algo y ha sido el hecho de que se ha empezado a dejar de temer en una especie de apocalipsis europeo por la crisis de la deuda. La periférica ha estado más calmada ante buenos resultados en subastas.
Parece que se empieza a dejar de temer la ruptura del euro. Mejor así pues las conclusiones de un trabajo reciente de ING a este respecto ponen los pelos de punta. La producción bajaría entre el 5 y el 9% según países, con los precios de los activos desplomándose. Las nuevas monedas de cada país bajarían un 50% o más. Las economías periféricas como España y Portugal verían cómo su inflación subiría en tasas de doble dígito, mientras que Alemania y otros países, sufrirían un shock deflacionario.
En tiempos complejos, bien vale una táctica sencilla pero interesante publicada, en la web cxoadvisory.com. Se trata de aplicar una simple estrategia de momento sobre los siguientes ETF: Materials (XLB); Energy (XLE) ; Financial (XLF) ; Industrial (XLI) ; Technology (XLK) ; Consumer Staples (XLP) ; Utilities Select (XLU) ; Health Care (XLV) ; Consumer Discretionary (XLY). Pues bien, la táctica es la siguiente. Al final de cada mes coloca el dinero en aquel ETF que haya dado mejor rendimiento en los seis meses previos, pero sólo si el S&P está por encima de su media de 10 meses. Si el S&P está por debajo mantiene el dinero en cash. Los resultados durante muchos años han sido espectaculares.
fuente: http://www.cincodias.com/articulo/D/Principio-fin-apocalipsis-deuda/20100710cdscdicnd_14/cdspor/
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