Aunque con las transacciones con futuros las Bolsa permanecen abiertas todo el día, existe un momento, unas horas de silencio relativo, que son las que componen y estructuran el cierre final de Wall Street. Pasada la media noche, la rueda comienza a coger nuevos impulsos a propósito de la apertura de la Bolsa de Japón. Ustedes se preguntarán ¿quiénes mueven la enorme rueda de esta gigantesca noria todos los días a las mismas horas y con diferentes compases? No, no es el inversor final. Son las máquinas, los robots, de los hedge funds y de gestores de renombre especializadas en jugar a la Bolsa según modelos matemáticos, que, con frecuencia, están muy alejados de la realidad económica y social en el mundo.
Esto es lo que había y esto es lo que sigue habiendo en la actualidad. Ayer las máquinas se volvieron locas, las volvieron locas, las confundieron...Y Wall Street se estremeció ¡Dios mío en manos de quiénes estamos! Pero todo sigue igual.
A propósito ¿usted se cree la versión oficial? Yo no en su totalidad. Sólo en parte. En efecto, fueron las máquinas diabólicas las que tumbaron los índices, pero no por un error humano sino por la pulsación conjunta de varios actores que querían vender. Yo creo que no había lo que técnicamente definimos fondo de mercado: soporte de dinero en valores líderes en escalera. Con ello, un sell off tumba uno y mil IMPERIOS como el de Wall Street. Pero sigo con las máquinas.
Ya he escrito más veces sobre el asunto. La inteligencia artificial es la rama de la informática que desarrolla procesos que imitan a la inteligencia de los seres vivos. La principal aplicación de esta ciencia es la creación de máquinas para la automatización de tareas que requieran un comportamiento inteligente. Por ejemplo, control de sistemas, planificación automática, respuestas a diagnósticos y a consultas de los consumidores, reconocimiento de escritura, reconocimiento del habla y reconocimiento de patrones. Los sistemas de IA (Inteligencia Artificial) actualmente son parte de la rutina en campos como economía, medicina, ingeniería y la Defensa, y se ha usado en gran variedad de aplicaciones de software, juegos de estrategia como ajedrez de computador y otros videojuegos. La Bolsa tiene mucho que decir y que contar en este encuadre, porque desde hace varios años las principales gestoras del mundo y los especuladores avezados compran y venden acciones, según los programas de trader desarrollados por potentes ordenadores. Estoy convencido que el matemático sudafricano, Seymour Papert, considerado pionero en esta ciencia, no tenía previsto en sus estudios este nivel de actuación, que mueve el mundo. Los vigorosos y recientes rebotes técnicos que han desarrollado las Bolsas están basados, precisamente, en los programas de trader de los ordenadores.
“La primera vez que conocí este método basado en la Inteligencia Artificial (IA) fue en 1987, antes del crash. Un matemático parisino inventó un artilugio que dio mucho dinero a sus clientes durante dos años seguidos, con retornos del 250% un años y del 150%, otro. Al siguiente, al tercer año, lo perdieron todo, salvo los que cogieron los francos en el primero o el segundo año y tomaron las de Villadiego”, me contaba un gran especulador a escala mundial.
“Por qué retornos y pérdidas de ese calibre? Porque la IA se fundamentan en el fuerte apalancamiento y el uso desmesurado de derivados, entre otras fórmulas matemáticas. En la actualidad son muchos los observadores los que consideramos que éstos han sido causantes relevantes de los grandes desastres financieros. Mira lo que pasó en la crisis del rublo, cuando Rusia suspendió pagos. Un fondo de alto riesgo LTCM, gestionado por los prohombres de la época, la mayor parte con cargos anteriores en la Reserva Federal de Estados Unidos y en los grandes bancos de inversión, causaron la tragedia”, decía.
Y en este encuadre una noticia fresca. El fundador de Renaissance Technologies, una de las entidades de hedge funds más importante del mundo con cerca de 20.000 millones de dólares bajo gestión, ha comunicado que se retira en 2010. Muchos le consideran un pionero en el uso de sistemas matemáticos combinados con aplicaciones informáticas para batir el mercado. Su adiós coincide con el deseo de los reguladores de poner coto a los sistemas de inversión inteligentes (robots), que este erudito contribuyó a desarrollar, por distorsionar el comportamiento bursátil.
¿Y qué me dicen de los que se dedican al trapicheo intradía? Joe Saluzzi, bróker estadounidense de la firma Themis Trade, calcula que las doscientas (200) firmas que hacen intermediación de alta frecuencia pueden ganar unos 21.000 millones de dólares al año.
http://www.cincodias.com/articulo/D/maquinas-toman-control-Wall-Street/20090808cdscdicnd_4/cdspor/
Y aunque las autoridades dicen que no, que van a acabar con este juego, no está claro que estos vehículos, potentes acorazados, se vayan a convertir en chatarra. Un ejemplo. Berkshire Hathaway, el vehículo que utiliza Warren Buffet para sus inversiones lo utilizó el año pasado después de haber lanzado fuertes campaña contra ellos ¡Ver para creer! aunque ya saben que ¡la pela, es la pela!
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