jueves, 20 de mayo de 2010

Los números rojos acorralan a la Liga española

Los clubes pierden fondos propios y sólo tres entidades logran registrar beneficios de explotación


Guillermo Sánchez Vega Madrid - 20/05/2010

La dura competencia obliga a sobreesfuerzos por parte de los clubes españoles, que nadan en un mar de deudas aquejados por una acuciante ausencia de recursos propios y con una estructura de negocio deficitaria que provoca unos resultados de explotación negativos, sólo compensados con los ingresos extraordinarios. Los clubes españoles cerraron la temporada 2008/2009 begin_of_the_skype_highlighting 2008/2009 end_of_the_skype_highlighting con una deuda total de 3.526 millones de euros, según las cuentas elaboradas por el profesor de Economía de la Universidad de Barcelona, José María Gay de Liébana. Esta cifra supone un crecimiento de 36 millones con respecto a la campaña anterior, dato que pone de relieve la dificultad que encuentran los clubes a la hora de encontrar financiación externa debido, en buena medida, a la crisis económica.

"El fútbol español", explica, "víctima de sus propios defectos y encadenado a sus atávicos vicios, va gastando por encima de sus posibilidades, ingresando menos de lo esperado, con deudas galopantes que hieren su estructura financiera, con débiles fondos propios que azuzan endeudamientos exagerados y con inversiones hechas en años previos a precios muy elevados". El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzki, mostró su preocupación por esa situación el pasado martes y avanzó que, en buena medida para poner fin a esta situación, estudia una nueva Ley del Deporte.

El balance agregado de la competición revela datos preocupantes. El primero de ellos es la continua erosión que sufren los fondos propios (el capital social, las reservas y los resultados del ejercicio). El patrimonio cayó a 274 millones, cuando en la temporada anterior éstos sumaban 343 millones. Las entidades de la liga de las estrellas deben 12,87 euros por cada euro de fondos propios con que cuentan.

Evidentemente, hay casos menos preocupantes. El Real Madrid y el FC Barcelona (el club que ganó la Liga en estudio) cuentan con unos recursos de 196 y 21 millones, unas cifras que, sobre todo en el caso de la entidad blanca, les permiten operar sin mayores problemas. Están, por contra, los casos del Valencia y el Sporting de Gijón, que cuentan con unos patrimonios netos negativos de 33 y 26 millones, respectivamente. Es decir, deben más que lo que tienen.

Esta situación lleva a la entidad levantina a estar tutelada por Bancaja, a estar pendiente de la venta de las parcelas del actual Mestalla para su futuro aprovechamiento urbanístico y la conclusión del nuevo estadio, parado por falta de financiación, además de tener que desprenderse de activos como el delantero David Villa, traspasado ayer al Barça por 40 millones. Sobre el Sporting de Gijón planea el concurso de acreedores, una vía abierta por la UD Las Palmas a la que se han acogido una docena de clubes desde 2007, entre ellos el Málaga o la Real Sociedad y, ayer mismo, el Real Mallorca.

Otra consecuencia de estos problemas financieros han sido las ampliaciones de capital destinadas a liquidar deudas en vez de fortalecer el balance, y que sumaron media docena sólo durante la pasada temporada. Esta situación ha llevado a que los clubes se encuentren ante una capacidad de endeudamiento límite, lo que ha provocado que se hayan frenado las inversiones, que se encuentran además con unos precios muy caros.

Por ello, la pasada temporada descendió ligeramente la cifra global de activos hasta 3.800 millones. Estas inversiones, claro está, se financiaron casi exclusivamente con deuda. Exactamente 93 euros de cada 100 que se invierten proceden del apalancamiento, lo que muestra un ligero deterioro respecto a la temporada anterior.

En el plano de los activos, en todo caso, existe una gran diferencia entre clubes. Real Madrid, Barcelona, Valencia y Atlético de Madrid copan el 64,4% del total. Tanto los activos como la capacidad de endeudamiento marcan las posibilidades de un club a la hora de alzarse con la victoria final, en opinión del profesor. "¿Cómo es posible que puedan competir en igualdad de condiciones un club que luce una deuda total de 683 millones como el Real Madrid, lo que indica su enorme capacidad de endeudamiento, con un club como el Numancia cuya deuda total se eleva a siete millones?". Esta situación conduce a los otros clubes a participar "como convidados de piedra".

La solvencia también es un problema. Según apunta Gay de Liébana, los activos corrientes de los clubes (los que se convierten en dinero en el plazo máximo de un año) sumaron 1.061 millones. Lo malo de esta cifra es que las deudas a corto plazo -o sea, las que deben liquidarse en el mismo plazo- alcanzaron los 1.794 millones, lo que arroja un fondo de maniobra negativo de 733 millones. Por cada 100 euros que se deben a menos de un año, las sociedades anónimas deportivas apenas pueden responder con 59 céntimos.

Esta situación, con ser grave, no lo sería tanto si contasen con una estructura de negocio "capaz de sustentar la actividad futbolística" de los clubes, tal y como recomienda el profesor de IESE y responsable académico del Center for Sport Business Management de la escuela de negocios, Sandalio Gómez.

Las entidades lograron mejorar un 4% los ingresos la pasada temporada lo que refleja una cierta desaceleración en el crecimiento debido, fundamentalmente, a la crisis, aunque no debe descartarse que la gestión de los directivos haya influido en este sentido. Una vez más, Madrid y Barça vapulean a los restantes clubes y copan el 53% de la facturación total.

Los clubes cada vez dependen más de los ingresos de televisión, la única partida que creció notablemente (un 15,5%), frente al crecimiento más moderado de la actividad comercial, que sube un 9%, y un cierto estancamiento de la rúbrica de socios y abonados (con un alza del 3%).

Los gastos de explotación, por su parte, se incrementaron en la misma proporción, lo que lleva a que solamente FC Barcelona, Real Madrid y Numancia consigan saldar con signo positivo sus cuentas de explotación. Los demás clubes cierran con pérdidas de explotación o, a lo sumo, como es el caso del Málaga y Sporting de Gijón con déficit cero, igualando sus ingresos y gastos de explotación.

De esta manera, las pérdidas de explotación alcanzaron los 249 millones, con el Valencia, Atlético de Madrid y Villarreal como los tres clubes con una estructura de negocio más deficitaria. Y lo que es peor, esta partida ha ido empeorando con los años, con pérdidas de 112 millones en la campaña 2006/07 y de 241 millones en la 2007/08. La mayor parte de la culpa de este desfase la tiene los gastos de personal, que equivalen al 85% de los ingresos de explotación. Esta partida ha seguido creciendo pese a la crisis, y se anota un alza del 14,5% hasta 893 millones. El Valencia, Betis, Sevilla y Atlético de Madrid destinan entre un 124% y un 127% de sus ingresos para sufragar los costes laborales.

Así las cosas, las entidades lograron limitar las pérdidas a tan sólo cinco millones gracias a los resultados extraordinarios, los que provienen de la compraventa de jugadores y las operaciones inmobiliarias. Es decir, para cerrar los ejercicios en positivo, o limitar las pérdidas, los clubes no pueden confiar en el negocio del fútbol propiamente dicho.

Las cifras

53% de los ingresos están copados por el Real Madrid y el Barça.

3.800 millones de euros son los activos totales de los clubes.

12,83 euros deben los equipos por cada euro de fondos propios.

El Valencia CF pide aire tras perder 78 millones

La situación del Valencia CF es muy delicada. El presidente de la entidad, Manuel Llorente, no se anduvo ayer por las ramas a la hora de reconocerlo. "Tenemos muchas deudas que cubrir y muchos ajustes contables motivados por la anterior gestión. La afición lo tiene que entender y saber que buscamos soluciones económicas. Tenemos tres meses en los que no va a haber competición deportiva, pero sí una situación económica difícil", dijo Llorente.

Es en este contexto en el que hay que ubicar la rapidez con la que el Valencia se ha puesto a vender jugadores. Ayer mismo se cerró la operación de traspaso del delantero David Villa al FC Barcelona por 40 millones, informa Joaquim Clemente.

El Valencia CF tiene un compromiso con los bancos a los que les adeuda cerca de 600 millones para vender "activos" y lograr equilibrar sus cuentas. Llorente reconoció que en la temporada que se acaba de cerrar el Valencia ha perdido 78 millones de euros. Los ingresos por la venta de esos activos antes mencionados, que no son otros que los jugadores franquicia, deben equilibrar ese déficit.

A la salida de Villa se unirá en un futuro la de Silva. El punta canario está en la órbita del Real Madrid, que habría ofrecido alrededor de 35 millones por él. La clasificación para la Champions League, que de entrada supone unos ingresos para el club de unos 15 millones, aclararán el panorama por unos meses.

Mientras, la Fundación Valencia CF, accionista mayoritario, sigue sin tener el visto bueno para poder vender las acciones que compró con un préstamo de Bancaja de 75 millones en la última ampliación de capital. La entidad se comprometió a revender en una oferta pública esos títulos, para lo que necesita el permiso de la CNMV, que está pidiendo más información para aprobar el folleto.

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