La fuerza del mar es probablemente una de las menos desarrolladas en España, pese a la gran cantidad de costa que tiene nuestro país. Este tipo de tecnología cuenta, según los estudios realizados por la Asociación de Promotores de Energías Renovables (Appa) con un gran potencial de desarrollo en la costa cantábrica, atlántica y en las Islas Canarias.
Según dicho informe, la energía marina alcanzó los cinco millones de euros de aportación al producto interior bruto en el año 2008, una cantidad prácticamente insignificante si se tiene en cuenta que sólo las primas que reciben las renovables ascendieron a más de 6.200 millones de euros durante este año pasado.
El marco regulatorio para este tipo de energía marina viene determinado por el Real Decreto 661 de 2007, que regula la producción de energía eléctrica en régimen especial e identifica en el llamado grupo b.3 la energía undimotriz y mareomotriz.
¿En qué consiste?
Pero, ¿en qué consisten este tipo de energías? La llamada energía undimotriz presenta diversos grados de madurez, ya que tiene tres desarrollos tecnológicos: flotantes (pelamis y boyas flotantes), los anclados a la costa (columna de agua oscilante - OPC) y los anclados al fondo marino. La maremotriz o energía de las mares aprovecha el movimiento natural de ascenso (pleamar) o descenso (bajamar) de las aguas para mover las turbinas que generan electricidad.
Existen también sistemas de generación que tienen en cuenta el gradiente de salinidad, es decir, la energía obtenida por las diferencias de presión osmótica. Dentro de este epígrafe se incluiría también la energía maremotérmica que convierte la energía térmica oceánica gracias a la diferencia de temperaturas entre la superficie calentada por el sol y las frías profundidades, utilizando un sistema parecido al de la energía geotérmica.
En el año 2000 se instaló en Escocia la primera central comercial con energía de las olas. Desde entonces esta tecnología ha ido desarrollándose hasta el extremo que Iberdrola está instalando, frente a las Islas de Orkeney, una planta que se convertirá en la central de energía de las olas más grande del mundo por capacidad instalada (3 MW).
El Centro Europeo de Energía Marina (EMEC) se inauguró en estas mismas islas en el 2004 y se encarga de evaluar potenciales generadores de energía de olas.
Previsiones
Para este año, los funcionarios de la UE estiman que la energía obtenida del mar generará electricidad suficiente para abastecer casi un millón de hogares en el mundo industrializado.
España cuenta en estos momentos con una instalación experimental en Santoña, propiedad de Iberdrola, una de las pocas empresas que tiene este tipo de tecnología en nuestro país.
La energía marina también es en estos momentos una de las que menos empleo genera en España. Según los datos de la patronal de renovables en 2008 apenas 62 personas trabajaban en este tipo de instalaciones, lo que supone el doble que en 2005, pero muy lejos de las cifras de empleo de la fotovoltaica con 25.063 trabajadores o de la biomasa con 21.238 empleos. Todo el sector de las renovables está cerca de los 80.000 empleos.
fuente: http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/2111991/05/10/la-energia-marina-sigue-sin-llegar-a-la-cresta-de-la-olaLos-funcionarios-europeos-creen-que-este-ano-el-mar-generara-luz-para-un-millon-de-hogares.html
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