¿Son los salarios demasiado altos en España? Estos días oímos mucho este argumento. Por ejemplo, Paul Krugman, aquí, o el FMI, aquí.
La razón esgrimida es que, con salarios altos, España carece de capacidad suficiente de exportación y no va a poder salir de la crisis una vez que el mecanismo tradicional para apañar estos casos, la devaluación, está eliminado por nuestra pertenencia en el Euro.
El domingo Tano Santos explicó porque esta línea de razonamiento es peligrosa: dado que no nos vamos a salir nunca del Euro, aunque solo sea por los líos de implementación que supondría, el suspirar por las devaluaciones nos hace olvidar que estas no eran más que una solución a corto plazo para evitar atacar los problema fundamentales de nuestra economía.
Hoy, con la inestimable ayuda de Mario Alloza en FEDEA, yo me voy a concentrar más en el análisis de los datos e intentar argumentar que, si bien es cierto que los bienes de exportación Españoles se han encarecido relativamente, es poco probable que este sea un factor de primera magnitud detrás de nuestros males actuales.
Empiezo por los datos. En la figura 1 reproduzco el gráfico de Krugman, de costes laborales unitarios en la industria manufacturera según la OCDE, excepto que además de Alemania, pongo Italia y Francia. La presencia de Italia sirve para poner las cosas un poco en perspectiva. España no fue un país único o excepcional en el comportamiento de sus costes laborales (los italianos están por encima). Además, dado que el boom inmobiliario en Italia fue mucho menor que en España demuestra que la relación entre este y los costes laborales no es obvia.
Pero es aún más interesante pensar en qué son estos datos. En primer lugar, una advertencia. La página de la OCDE no es muy clara en sus explicaciones de cómo se construyen estos índices (y si alguno de nuestros lectores conoce los detalles metodológicos estaré encantado de oírlos), así que lo que voy en estas lineas puede no ser 100% correcto. Este índice de costes laborales unitarios parece ser elaborado cogiendo un índice de costes laborales nominales a lo largo del tiempo (es decir, por ejemplo, se pagaban 100 euros de media en el 2000 por una cantidad de tiempo de trabajo determinada y se pagan 130 hoy) y se dividen por un índice de producción real (con otro ejemplo, en una unidad de tiempo se producían 100 unidades de bien en el 2000 y hoy se producen 125). Este ratio de una cantidad nominal divida por una cantidad real nos da el salario nominal por unidad de producto. Es decir, que los costes laborales unitarios en España pueden haber divergido de los alemanes porque los salarios hayan subido mucho o porque la productividad haya subido poco. Resulta que hay de ambas cosas.
Empecemos con los costes nominales totales. En la figura 2, reproduzco un índice de salarios, ahora de Eurostat (y que Mario y yo hemos comprobado que sale casi igual que si tomamos datos del INE que entiendo bien, así que me fio mucho más en este caso que estoy interpretando la serie correctamente). Como se puede apreciar, los costes laborales nominales han subido y mucho en España, como un 17% más que en Alemania y un 10% más que en la zona Euro.
La principal diferencia entre los datos de la figura 1 y los de la figura 2 es que los de la figura 1 intentan corregir por incrementos de productividad. Por ejemplo, los costes laborales unitarios alemanes han bajado porque la producción real ha subido más que los salarios nominales (aunque, para ser sinceros, a mi este resultado de la OCDE me resulta muy raro pero como no se lo suficiente sobre las estadísticas alemanas me callo) mientras que en España la productividad ha estado básicamente estancada en la última década.
Pero esto, en buena parte, vino porque en España estábamos poniendo a trabajar a gente que anteriormente no trabajaba o inmigrantes en sectores de baja productividad, lo que hizo bajar la productividad media. Dejadme que ponga un ejemplo. Imaginémonos un país con tres personas: un ingeniero y dos camareros. En el periodo 1, trabaja un ingeniero y un camarero mientras que el segundo camarero está en paro. En el periodo 2, el segundo camarero encuentra trabajo. ¿Qué pasa con la productividad media? Que baja. ¿Hay un problema tecnológico con esta economía? En parte sí, pues sería mejor tener dos ingenieros que uno, pero dado lo que hay, es mejor una productividad media baja y que trabajen los dos camareros.
Es decir, que estos índices de costes laborales no me los creo del todo en una economía como la nuestra que ha tenido unos cambios tan fuertes en el nivel de empleo (para arriba y para abajo) y por tanto un efecto de composición brutal. Como ejemplo, un botón: los costes laborales se disparan en los datos de la OCDE para el 2008 y el 2009. ¿Por qué? Pues sospecho que en buena medida porque en la recesión se han ido a la calle primero los temporales con sueldos más bajos y eso hace que el salario medio medido se incremente artificialmente; en mi ejemplo anterior acabamos de despedir al segundo camarero.
En parte por los problemas de estos índices y en parte porque me gustan más esos datos, voy a mirar la contabilidad nacional de España (aunque también sufren de sesgos, en otro momento lo explico). En la figura 4 pongo la remuneración de los asalariados y la productividad observada del trabajo en términos reales dado los precios nacionales. Como se ve, la remuneración de asalariados no ha crecido (excepto al final de la muestra) y ha seguido a la productividad muy de cerca.
De igual manera, en la figura 5, pongo las remuneraciones reales por trabajador y por hora trabajada.
Otra manera de mirarlo es ver que la participación de los trabajadores en el PIB (figura 6) cayó durante la expansión: las remuneraciones de los asalariados eran una parte más pequeña de lo que producíamos.
Estos gráficos nos cuentan lo que muchos de nuestros lectores han vivido de cerca: los salarios no han crecido en términos reales. El problema ha sido nominal, nuestra inflación crecía más que la de la Unión Monetaria en su conjunto (figura 7) y, aunque los salarios reales no han crecido, nos hemos colocado con unos salarios nominales más altos.
En resumen. ¿Son los salarios altos en España? Sí y no: sí en términos nominales, no en términos reales. ¿Y es esto un problema? En una economía cerrada no lo sería, porque las unidades nominales en sí mismas no significan nada. El potencial problema es que no vivimos en una economía cerrada sino integrada con el resto del mundo y que utiliza la misma unidad de cuenta que la zona Euro. Así, aunque los salarios en España no compren más que en el 2001 en términos reales, el producir cosas en España para vender en Alemania sí que es más caro.
La pregunta entonces es cuánto de fuerte es este efecto. Mi sospecha es que no mucho. Esto lo he aprendido de Pol Antràs que hace unos días me ha enseñado que España no ha perdido cuota de mercado en exportaciones de bienes industriales, figura 8, y que la ha ganado en exportaciones de servicios, figura 9, (nota: estos dos figuras se las quitada a la presentación del Tesoro ayer por ahorrarme tiempo, pero se las puede uno bajar del FMI en un momento)
Esto puede deberse a que el comportamiento de productividad en las empresas que exportan haya sido probablemente distinto al del resto de la economía o que haya incrementado su calidad y las redes de distribución en economías emergentes (o que lo que tenemos en los índices de coste laborales son errores de medida efecto de los cambios de composición). Sea cual fuera la razón, esta pérdida de competitividad no parece, a primera vista, haber causado mucho daño a nuestra demanda exterior y me hace pensar que una devaluación ahora no traería mucha alegría a nuestras exportaciones, aunque si le metería el diente a nuestras importaciones (sí, se que para mirar esto de verdad necesitaría un modelo, pero mi intuición condicional en los gráficos anteriores es que la elasticidad precio de nuestras exports es baja).
Proponer una devaluación, o lamentarse que esta no se puede hacer, olvida, en mi opinión, que el verdadero problema de España no es que tengamos una demanda débil. Nuestros problemas son mucho más a largo plazo y mucho más profundos. A principios del 2007 y antes de que empezase la crisis, España se encontraba con un problema fundamental de agotamiento de una senda de modernización que tan bien nos había funcionado desde el Plan de Estabilización de 1959. El camino de convergencia con Europa había llegado a su estación final. Ahora solo se puede crecer poniendo a la economía en una nueva senda.
Por tanto coincido con Tano. Una devaluación ahora solo nos permitiría unos años de ligero respiro (si que el coste de la deuda y la subida tipos de interés no se nos comiese todas las ventajas de precios, que no se nos pase que en 1992 pagamos 700 puntos básicos de prima de riesgo que empezaríamos a pagar de nuevo fuera del Euro) para volver a estar en las mismas. Puestos a hacer los deberes, hagámolos ahora y olvidémonos de los salarios.
link: http://www.fedeablogs.net/economia/?p=2671
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