"El restablecimiento de su competitividad puede necesitar grandes sacrificios, como una baja de los salarios", afirmó el economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, en una entrevista publicada hoy por el diario económico francés "Les Echos".
Blanchard lo justificó porque "ahora con la crisis, Portugal, España y Grecia tienen serias dificultades" que "implican ajustes muy penosos. Sobre todo cuando el entorno inflacionista es muy bajo".
Al formar parte de la zona euro, esos países no pueden recurrir a un ajuste de los tipos de cambio, y eso ilustra que una unión monetaria "tiene un costo en el momento de choques asimétricos", constató después de insistir en que gracias a la moneda única Europa ha salido mejor de la crisis que si se hubieran mantenido las divisas nacionales.
Preguntado sobre si hay riesgo de implosión de la zona euro, el economista jefe del FMI contestó que cree que no, pero añadió que "eso no impide que haya un problema presupuestario en Europa" y que Grecia haya sido el primero en sufrir la sanción de los mercados.
Blanchard consideró "indispensable" que los bancos centrales mantengan sus tipos de interés a un nivel muy bajo como el actual y eso "tanto tiempo como sea necesario".
"Mientras no haya una recuperación sólida de la demanda privada, es absolutamente vital, tal vez más allá de 2010", señaló antes de precisar que si eso genera burbujas especulativas "habrá que actuar por diferentes medios, pero lo esencial que la actividad vuelva a ponerse en marcha".
El responsable del FMI admitió que la evaluación del yuan contribuiría a reabsorber los desequilibrios financieros internacionales, pero puntualizó que "no es suficiente para mantener un crecimiento fuerte en los países ricos", donde hay que incrementar la demanda interior, aunque en el caso de Estados Unidos otra necesidad es elevar la tasa de ahorro. EFE
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