Nunca antes había conocido a nadie que hiciera tantos esfuerzos por conseguir el desprecio de todo el mundo.
Mi más sincera enhorabuena a la SGAE.
Lo más divertido de todo esto es que después de casi cuatro años haciendo un programa de televisión, los guionistas hemos cobrado algo menos de 60 euros cada uno.
Y eso después de pelear durante más de tres años.
No sé si reír o presentarme en el edificio con un bidón de gasolina.
Por cierto:
Si queréis ver lo absurdo que es todo, no os perdáis la llamada que anoche hizo Ana Morgade a la SGAE haciéndose pasar por la dueña de una peluquería.
Aquí os la dejo.
Es acojonante
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