Los propietarios de viviendas de alto 'standing' han bajado hasta un 30% los precios
SANDRA LÓPEZ LETÓN 25/09/2009
Sus 1.200 metros cuadrados construidos, los 4.700 metros de parcela, las tres plantas y el ascensor, los 36 metros de fachada, la zona welnnes y las vistas no dejan lugar a dudas. No se trata de una vivienda protegida. Vahid Choroqchi, de origen persa y nacionalidad sueca, es el propietario y promotor de este tesoro situado en Ciudalcampo (San Sebastián de los Reyes) que está a la venta desde hace tres meses. Cuesta 4,5 millones de euros. Vahid, gerente de la promotora de casas de lujo Erfan Investment, no tiene pensado bajar el precio porque "se trata de una propiedad muy exclusiva con un precio muy ajustado". De hecho, la casa no está estrictamente en el mercado. La agencia Promora se encarga de una comercialización selectiva, a futbolistas, artistas o ejecutivos de alto nivel.
En una agencia hay cinco clientes que buscan viviendas de hasta de 10 millones de euros en Madrid
La de Vahid es una de las casas que forman parte del exclusivo mercado de viviendas millonarias, en el que se siguen cerrando operaciones. En el último mes se ha vendido un chalé en La Moraleja (Alcobendas) por 6,8 millones, otro en Puerto Banús por 3,7 o una parcela en la Costa Brava por 12 millones. Amén del chalé, valorado en 10 millones de euros, por el que el jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo paga más de 15.000 euros al mes y que está situado en La Finca (Pozuelo de Alarcón).
Hay movimiento, aunque lo cierto es que en el último año se ha vendido menos. El huracán inmobiliario no ha pasado de largo. España ha perdido el 21% de sus ricos, lo que trasladado al mercado inmobiliario significa que se cierran menos operaciones. La venta de casas de entre 1,5 y 4,5 millones de euros ha caído hasta en un 30%, señala Gonzalo López Van-Dam, director de Promora, agencia que tiene una cartera de 1.000 propiedades en la Comunidad de Madrid. La más cara está en La Moraleja, cuesta 18 millones y lleva dos años y medio a la venta. En cambio, a las viviendas de mayor precio, las de más de 5,5 millones, la crisis no les afecta tanto. Aunque este mercado, el de extralujo, es muy reducido, hay pocas ventas por encima de 8 ó 10 millones, dice Kristina Szekely, dueña de la agencia Kristina Szekely Sotheby's International Realty. Además, los precios de las viviendas de lujo han bajado entre un 10% y un 20%. Y algunas hasta un 30%, señalan las agencias, porcentaje que coincide con el del mercado de precios medios. Aunque en este caso, podemos estar hablando de descuentos de varios millones de euros.
Las rebajas no son generalizadas, sino puntuales. Los descuentos dependen de cada propiedad y de la prisa que tenga el propietario en deshacerse de ella y, sin duda, éstos pueden aguantar mejor el tirón que el resto de mortales, porque la hipoteca no aprieta. "Algunos no tienen ninguna prisa y otros ni siquiera quieren vender", dice Ignacio Fiter, director de Expansión de Engel & Völkers.
"No tienen necesidad de malbaratarlos por lo que, a veces, se retiran del mercado", prosigue Jordi Gras, consejero delegado de Ambassador. Por eso, en La Moraleja una casa que costaba 9,8 millones se ha vendido por 6,8 millones. Y otra que valía 14,5 se ha "colocado" sin ningún descuento. La venta de estas casas es lenta, incluso en época de bonanza. Pero ahora un poco más. "Si antes se tardaba entre 9 y 12 meses, ahora unos 16 meses", dice Fiter. Aunque hay matices. "Si la propiedad está sobrevalorada no se vende; si tiene un precio ajustado y es atractiva, sin que sea un chollo, se puede vender en tres meses", asegura López Van-Dam. Y es que en este negociado, que las ventas vayan mejor o peor depende de muchos factores, entre ellos del precio, la zona y dimensiones de la casa, señala Jesús Gil Marín, consejero delegado de Gilmar Consulting Inmobiliario.
Ni en tres años se ha podido vender una de las viviendas más caras de España. Cuesta 50 millones de euros, está en Mallorca y los clientes son trasladados en helicóptero por la firma Kühn & Partner para visitar la mansión.
Aun así, los que mueven los hilos de este negocio, las agencias de alto standing, se siguen frotando las manos. La mayoría continúa con planes de expansión. Teniendo en cuenta que la comisión por venta ronda el 7%, susceptible de ser ajustada al 5%, el margen de la operación es considerable.
Engel & Völkers ha aumentado las ventas algo más del 20% en los últimos dos años en la Península, un 12,8% en el último ejercicio. Aunque es cierto que venían de crecimientos anuales del 30%. En su plan de expansión está la apertura hasta final de año de cinco nuevas franquicias. De las cerca de 7.000 propiedades que tiene en venta en nuestro país, unas 2.800 sobrepasan el millón de euros. La casa más cara está en Baleares, tiene 8.000 metros, cuesta 25 millones y está en venta desde hace año y medio.
100 casas de 1,8 millones
Tres millones de euros es el precio medio de las viviendas que vende la firma Ambassador, con 1.300 viviendas en venta (200 de más de tres millones). La actividad aquí no ha bajado. "Este año esperamos vender más de un 30% que en 2008, que ha sido el peor de ventas en muchísimos años", explica Gras. Tiene previsto vender un centenar de casas de una media de 1,8 millones de euros. La agencia ha recibido el encargo de cinco clientes que buscan viviendas de hasta 10 millones de euros en Madrid. Y un futbolista quiere parcelas de hasta 12 millones. En la oficina de Conde de Orgaz se trabaja para un cliente que necesita casa de entre seis y nueve millones. Mientras, en la oficina de La Moraleja se busca comprador para la vivienda de los Beckham, valorada en siete millones de euros.
Gilmar, que va a inaugurar este año otra delegación en Madrid, en la zona de Arturo Soria, ha batido récords de ventas en estos últimos meses. Uno de sus éxitos comerciales ha sido la búsqueda de casa para Cristiano Ronaldo. "En nuestra cartera hay más de 6.000 viviendas, y como mínimo un tercio son de lujo, de hecho hay viviendas de más de 20 millones", dice Gil Marín.
La firma Kristina Szekely, especializada en el mercado de lujo marbellí, tiene previsto abrir más oficinas en Madrid y Andalucía. El 80% de su cartera es de lujo, y la mitad de gran lujo.
Aunque hay menos clientes dispuestos a comprar, hay más dispuestos a vender. "Hemos aumentado la captación de propiedades un 20% respecto a hace año y medio", dice Fiter. "Son aquellos que en su día rechazamos porque no aceptaban el precio de mercado y que tenían sobrevalorada su vivienda". Y es que al igual que en las viviendas de precio estándar, siempre hay un componente subjetivo a la hora de fijar el precio. Cada propietario cree que su casa es la mejor, sobre todo cuando se trata de esos tesoros.
Las tasaciones son realizadas por las propias agencias inmobiliarias y el proceso es el mismo que en cualquier valoración, aunque hay cosas que cambian. En Engel & Völkers citan al propietario en sus oficinas, un sitio frío e imparcial y le presentan ocho casas más para que acepte ajustar el precio.
La casa, al contado
La clave del crecimiento de este negocio está en sus clientes. En el caso de la agencia Ambassador, el cien por cien paga en metálico, al contado. Aunque en Promora el 85% de los clientes solicita hipoteca, principalmente por temas fiscales, porque desgrava. En estos casos, levantan el teléfono, llaman al banco y en cuestión de segundos tienen el importe en su cuenta bancaria.
Se trata, sobre todo, de empresarios de la banca y la industria, hombres de negocios y altos directivos de compañías, señalan en Ambassador. Engel & Völkers distribuye revistas y folletos con sus mejores casas en venta por notarías, despachos médicos y despachos de abogados de prestigio. El inversor prácticamente ha desaparecido y los que compran son familias con hijos pequeños que buscan chalés en urbanizaciones cerradas. Una vez que los hijos se independizan, estos mismos propietarios venden el chalé y se decantan por el piso. Si hace meses los pocos inversores inmobiliarios que quedaban se decantaban por buscar propiedades en el extranjero (Caribe, París, Londres o Nueva York), ahora vuelven a poner sus ojos en Marbella y Madrid, señala Kristina Szekely.
SANDRA LÓPEZ LETÓN 25/09/2009
Sus 1.200 metros cuadrados construidos, los 4.700 metros de parcela, las tres plantas y el ascensor, los 36 metros de fachada, la zona welnnes y las vistas no dejan lugar a dudas. No se trata de una vivienda protegida. Vahid Choroqchi, de origen persa y nacionalidad sueca, es el propietario y promotor de este tesoro situado en Ciudalcampo (San Sebastián de los Reyes) que está a la venta desde hace tres meses. Cuesta 4,5 millones de euros. Vahid, gerente de la promotora de casas de lujo Erfan Investment, no tiene pensado bajar el precio porque "se trata de una propiedad muy exclusiva con un precio muy ajustado". De hecho, la casa no está estrictamente en el mercado. La agencia Promora se encarga de una comercialización selectiva, a futbolistas, artistas o ejecutivos de alto nivel.
En una agencia hay cinco clientes que buscan viviendas de hasta de 10 millones de euros en Madrid
La de Vahid es una de las casas que forman parte del exclusivo mercado de viviendas millonarias, en el que se siguen cerrando operaciones. En el último mes se ha vendido un chalé en La Moraleja (Alcobendas) por 6,8 millones, otro en Puerto Banús por 3,7 o una parcela en la Costa Brava por 12 millones. Amén del chalé, valorado en 10 millones de euros, por el que el jugador del Real Madrid Cristiano Ronaldo paga más de 15.000 euros al mes y que está situado en La Finca (Pozuelo de Alarcón).
Hay movimiento, aunque lo cierto es que en el último año se ha vendido menos. El huracán inmobiliario no ha pasado de largo. España ha perdido el 21% de sus ricos, lo que trasladado al mercado inmobiliario significa que se cierran menos operaciones. La venta de casas de entre 1,5 y 4,5 millones de euros ha caído hasta en un 30%, señala Gonzalo López Van-Dam, director de Promora, agencia que tiene una cartera de 1.000 propiedades en la Comunidad de Madrid. La más cara está en La Moraleja, cuesta 18 millones y lleva dos años y medio a la venta. En cambio, a las viviendas de mayor precio, las de más de 5,5 millones, la crisis no les afecta tanto. Aunque este mercado, el de extralujo, es muy reducido, hay pocas ventas por encima de 8 ó 10 millones, dice Kristina Szekely, dueña de la agencia Kristina Szekely Sotheby's International Realty. Además, los precios de las viviendas de lujo han bajado entre un 10% y un 20%. Y algunas hasta un 30%, señalan las agencias, porcentaje que coincide con el del mercado de precios medios. Aunque en este caso, podemos estar hablando de descuentos de varios millones de euros.
Las rebajas no son generalizadas, sino puntuales. Los descuentos dependen de cada propiedad y de la prisa que tenga el propietario en deshacerse de ella y, sin duda, éstos pueden aguantar mejor el tirón que el resto de mortales, porque la hipoteca no aprieta. "Algunos no tienen ninguna prisa y otros ni siquiera quieren vender", dice Ignacio Fiter, director de Expansión de Engel & Völkers.
"No tienen necesidad de malbaratarlos por lo que, a veces, se retiran del mercado", prosigue Jordi Gras, consejero delegado de Ambassador. Por eso, en La Moraleja una casa que costaba 9,8 millones se ha vendido por 6,8 millones. Y otra que valía 14,5 se ha "colocado" sin ningún descuento. La venta de estas casas es lenta, incluso en época de bonanza. Pero ahora un poco más. "Si antes se tardaba entre 9 y 12 meses, ahora unos 16 meses", dice Fiter. Aunque hay matices. "Si la propiedad está sobrevalorada no se vende; si tiene un precio ajustado y es atractiva, sin que sea un chollo, se puede vender en tres meses", asegura López Van-Dam. Y es que en este negociado, que las ventas vayan mejor o peor depende de muchos factores, entre ellos del precio, la zona y dimensiones de la casa, señala Jesús Gil Marín, consejero delegado de Gilmar Consulting Inmobiliario.
Ni en tres años se ha podido vender una de las viviendas más caras de España. Cuesta 50 millones de euros, está en Mallorca y los clientes son trasladados en helicóptero por la firma Kühn & Partner para visitar la mansión.
Aun así, los que mueven los hilos de este negocio, las agencias de alto standing, se siguen frotando las manos. La mayoría continúa con planes de expansión. Teniendo en cuenta que la comisión por venta ronda el 7%, susceptible de ser ajustada al 5%, el margen de la operación es considerable.
Engel & Völkers ha aumentado las ventas algo más del 20% en los últimos dos años en la Península, un 12,8% en el último ejercicio. Aunque es cierto que venían de crecimientos anuales del 30%. En su plan de expansión está la apertura hasta final de año de cinco nuevas franquicias. De las cerca de 7.000 propiedades que tiene en venta en nuestro país, unas 2.800 sobrepasan el millón de euros. La casa más cara está en Baleares, tiene 8.000 metros, cuesta 25 millones y está en venta desde hace año y medio.
100 casas de 1,8 millones
Tres millones de euros es el precio medio de las viviendas que vende la firma Ambassador, con 1.300 viviendas en venta (200 de más de tres millones). La actividad aquí no ha bajado. "Este año esperamos vender más de un 30% que en 2008, que ha sido el peor de ventas en muchísimos años", explica Gras. Tiene previsto vender un centenar de casas de una media de 1,8 millones de euros. La agencia ha recibido el encargo de cinco clientes que buscan viviendas de hasta 10 millones de euros en Madrid. Y un futbolista quiere parcelas de hasta 12 millones. En la oficina de Conde de Orgaz se trabaja para un cliente que necesita casa de entre seis y nueve millones. Mientras, en la oficina de La Moraleja se busca comprador para la vivienda de los Beckham, valorada en siete millones de euros.
Gilmar, que va a inaugurar este año otra delegación en Madrid, en la zona de Arturo Soria, ha batido récords de ventas en estos últimos meses. Uno de sus éxitos comerciales ha sido la búsqueda de casa para Cristiano Ronaldo. "En nuestra cartera hay más de 6.000 viviendas, y como mínimo un tercio son de lujo, de hecho hay viviendas de más de 20 millones", dice Gil Marín.
La firma Kristina Szekely, especializada en el mercado de lujo marbellí, tiene previsto abrir más oficinas en Madrid y Andalucía. El 80% de su cartera es de lujo, y la mitad de gran lujo.
Aunque hay menos clientes dispuestos a comprar, hay más dispuestos a vender. "Hemos aumentado la captación de propiedades un 20% respecto a hace año y medio", dice Fiter. "Son aquellos que en su día rechazamos porque no aceptaban el precio de mercado y que tenían sobrevalorada su vivienda". Y es que al igual que en las viviendas de precio estándar, siempre hay un componente subjetivo a la hora de fijar el precio. Cada propietario cree que su casa es la mejor, sobre todo cuando se trata de esos tesoros.
Las tasaciones son realizadas por las propias agencias inmobiliarias y el proceso es el mismo que en cualquier valoración, aunque hay cosas que cambian. En Engel & Völkers citan al propietario en sus oficinas, un sitio frío e imparcial y le presentan ocho casas más para que acepte ajustar el precio.
La casa, al contado
La clave del crecimiento de este negocio está en sus clientes. En el caso de la agencia Ambassador, el cien por cien paga en metálico, al contado. Aunque en Promora el 85% de los clientes solicita hipoteca, principalmente por temas fiscales, porque desgrava. En estos casos, levantan el teléfono, llaman al banco y en cuestión de segundos tienen el importe en su cuenta bancaria.
Se trata, sobre todo, de empresarios de la banca y la industria, hombres de negocios y altos directivos de compañías, señalan en Ambassador. Engel & Völkers distribuye revistas y folletos con sus mejores casas en venta por notarías, despachos médicos y despachos de abogados de prestigio. El inversor prácticamente ha desaparecido y los que compran son familias con hijos pequeños que buscan chalés en urbanizaciones cerradas. Una vez que los hijos se independizan, estos mismos propietarios venden el chalé y se decantan por el piso. Si hace meses los pocos inversores inmobiliarios que quedaban se decantaban por buscar propiedades en el extranjero (Caribe, París, Londres o Nueva York), ahora vuelven a poner sus ojos en Marbella y Madrid, señala Kristina Szekely.
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