lunes, 8 de febrero de 2016

Inversores Particulares vs Inversores Profesionales

En muchas ocasiones me preguntan si es mejor invertir en un fondo de inversión o realizar una gestión propia. Básicamente la elección entre una gestión institucional o particular.
No hay una única respuesta. Dependerá del conocimiento y la dedicación de los inversores particulares y de los profesionales. En el mercado hay varios indicadores que utilizan el comportamiento del “dinero inteligente” (inversores institucionales) y el “dinero tonto” (inversores particulares) para intentar anticipar los movimientos del precio de los activos. La teoría dice que cuando el dinero tonto vende y compra el dinero inteligente los mercados están cerca de girarse al alza, y viceversa. Estos indicadores presuponen que la gestión de los inversores particulares es menos eficiente que la de los profesionales. Sin embargo, muchos estudios avalan que esto no es así. 

El promedio de los inversores particulares con una gestión pasiva, toma de posiciones y mantenimiento en el largo plazo, tiene mejores resultados que aquellos profesionales con una gestión activa (cambio continuo de las posiciones según momento de mercado). No estoy de acuerdo con la definición de “dinero inteligente” y “dinero tonto”. No se corresponde con los datos históricos.
¿Pero cuáles son las principales diferencias entre la actuación de estos dos tipos de inversores? Ben Carlson de Wealth of Common Sense las enumera:
El proceso de toma de decisiones: La mayor diferencia entre los inversores institucionales e individuales es el hecho de que las instituciones son supervisadas por comités. Los profesionales rinden cuentas a un consejo de administración y a un comité de inversiones. Esta dinámica de grupo puede ser muy difícil de manejar cuando compiten intereses, personalidades e ideas. La comunicación, la aplicación del plan adecuado de inversiones, y el establecimiento de expectativas correctas, son muy importantes en este contexto. Los inversores particulares no tienen que preocuparse por las decisiones de un comité de inversiones (ventaja para los particulares obviamente).
Recursos y el acceso: Las instituciones pueden emplear a profesionales financieros para supervisar casi todos los aspectos de la gestión del día a día de sus carteras. Utilizan trabajadores de la propia empresa o subcontratan a expertos, que proporcionan una amplia variedad de servicios.
Los inversores particulares trabajan por cuenta propia. Internet ha nivelado el campo de juego un tanto en términos de investigación, disponibilidad de datos y análisis de mercados.
Impuestos: Los fondos de pensiones, fundaciones y otras organizaciones no lucrativas no pagan impuestos. Esta es una gran ventaja para estos fondos. El problema es que muchos de estos fondos ven esto como una luz verde para cambiar constantemente su posición de inversión, lo que tiene sus propios costes.
Los inversores particulares se ven dañados por la carga impositiva.
La evaluación comparativa: Los inversores institucionales están muy orientados a sus índices de referencia. Pasan demasiado tiempo preocupados por como lo están haciendo sus comparables. Obviamente los inversores tienen que controlar su rendimiento, pero muchos de estos fondos llevan esta preocupación demasiado lejos y olvidan el objetivo principal que es hacer rentable el capital.
Los inversores particulares no tienen este problema.
Tasas: Debido a su tamaño, los inversores institucionales gozan de economías de escala, con lo que reducen los costes de gestión. Los ETFs y la mejora tecnológica han equilibrado esta desventaja para los particulares.
Disponibilidad de producto: Hay algunas estructuras de inversión y productos cuya complejidad impiden a los particulares acceder a ellos. Esto no siempre es una ventaja, pues no se ha demostrado que estos complicados productos sean más rentables que los más sencillos.
Aunque los institucionales tienen muchas ventajas sobre los pequeños, a menudo desperdician estas oportunidades por tomar posturas de inversión complejas, o por tener pensamiento de corto plazo.
Los inversores particulares tienen muchas ventajas sobre los profesionales:
- Tienen capacidad de pensar y actuar para el largo plazo, sin presión de resultados cortoplacistas o de dar cuentas a comités o inversores.
- No corren el riesgo de dañar sus carreras profesionales.
- Se preocupan exclusivamente sobre su situación personal e ignoran distracciones externas.
- No hay nadie que les juzgará su forma de invertir, ni nadie a quien impresionar.
- No tienen que preocuparse por vencer a sus compañeros ni al mercado.

fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/inversores_particulares_vs_inversores_profesionales

No hay comentarios :

Publicar un comentario

m