miércoles, 17 de febrero de 2016

Cuba: 1959 – 2016

Desde hace varios meses están apareciendo noticias como esta:  que recogen avances que Cuba y USA van haciendo y que ya han alcanzado una velocidad de crucero imparable. Y llegados a este punto es imposible no rebobinar.
La cubana fue una revolución emblemática, de manual revolucionario. Seguida y aplaudida por los jóvenes de todo occidente y por multitud de intelectuales de todo el mundo, era la primera vez que un grupo reducido con efectivos limitados conseguía vencer a un Gobierno satélite de USA y situado a 85 millas del núcleo y ‘barrer al imperialismo yankee opresor de un pueblo así como los negocios de la mafia procedente de USA y sus cadenas de hoteles, casinos y clubes’, y eso se había logrado con la mayoritaria participación del pueblo.


Fidel Castro, el líder de aquel grupo, no era socialista cuando, en su juicio, pronunció aquel 16 de Octubre de 1953 en la sala de enfermeras del Hospital Saturnino Lora de Santiago de Cuba el alegato en su defensa y en la del grupo que había participado tres meses antes en el asalto del Cuartel de Moncada, y posteriormente publicado y titulado con la frase con la que finalizaba el alegato: “La Historia me absolverá” (http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2009/05/la-historia-me-absolvera-fidel-castro.pdf ).
Difícilmente podía ser socialista alguien cuyo referente era José Martí, un filósofo nacionalista y anticolonialista cubano. El objetivo de aquel grupo comandado por El Comandante era algo tan simple como dar una entidad nacional a Cuba y acabar con la dependencia colonial ejercida por USA desde la independencia de España; solo eso, y nada más que eso. El resto de la historia es conocido.
Pienso que el fracaso de la revolución cubana es ese: la promesa de acabar con la dependencia. Cierto: el modelo cubano rompió con la dependencia USA, pero para caer en la de la URSS, y cuando esta finalizó en 1991 y tras un período terrible, tal vez se vaya a volver de nuevo a la dependencia USA. Sí, es cierto: el pueblo llano vivió mucho mejor con los soviéticos que anteriormente con los estadounidenses, pero al final se ha desandado el camino recorrido en estos 50 años. Algo parecido, guerras aparte, le ha sucedido a Vietnam, y algo parecido a Brasil y a otros países latinoamericanos. Llegados a este punto la pregunta es simple: ¿para qué han servido estos 50 años de Revolución si estructuralmente se va a regresar al punto de partida?.
Mientras la URSS –a cambio de la participación de soldados cubanos en los conflictos bélicos que a lo largo del mundo a la URSS le interesó involucrarse y de tener permanentemente personal militar soviético en Cuba– se volcó llevando de todo a la isla, de todo lo que se pueda imaginar, a pesar del bloqueo impuesto por USA al pueblo cubano no le faltó de nada, pero cuando llegó el Período Especial …
¿Para qué han servido estos años de privaciones y los padecimientos sufridos por la población cubana si el destino final podría ser volver al lugar de partida?. Cierto, seguro que los habitantes de la Ciénaga Zapata no volverán a la situación de extrema pobreza imperante en la zona antes de la Revolución, pero sin estos años, ¿continuarían hoy en aquel estado?.
Lo sucedido con Cuba invita a la reflexión. Desde la llegada de España Cuba ha sido una tierra, un país dependiente, ha variado el nombre de la metrópoli de quien dependía, y las circunstancias, pero la realidad han sido cinco siglos de dependencia colonial o paracolonial. Pueden analizarse otros casos, en Latinoamérica, África, Asia, … Claro, claro, los hechos no han sido los mismos, ni el proceso ha acontecido de la misma manera, pero la pregunta sí es idéntica para todos los casos: ¿es posible que haya economías para las que es imposible lograr la independencia real porque su estructura económica y los intereses que despiertan lo imposibilita?
Para meditar.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

m