miércoles, 4 de noviembre de 2015

Lo que se puede aprender del crash de 2008

Recientemente, escribimos sobre cómo los desplomes de las bolsas son poco frecuentes. El último que vivimos fue el de la crisis financiera de 2007-2008. El crash asustó a muchos inversores y provocó que muchos gestores tomaran decisiones influenciadas por el miedo. Esto es lo que hay que aprender (vía Forbes):
1. Aun cuando se puede ver que va a ver una crisis, no es posible predecir su impacto en el mercado de acciones. Se escribió mucho sobre las hipotecas subprime antes de la caída de los mercados. Pero muy pocos estudios pudieron cuantificar su impacto en la renta variable.

2. No podemos proteger todas nuestras inversiones y si fuera así, costaría demasiado. La mayoría, si no todas las estrategias para tratar de protegerse contra pérdidas ocasionadas por un crash costarían más a largo plazo de lo que se está tratando proteger. No somos muy fans de los productos estructurados, puts, órdenes de stop-loss u otros intentos para tratar de hacer que los mercados sean "seguros". Los mejor es analizar cómo se están comportando los mercados.

3. La mayoría de los crash de mercado ocurren en sólo seis meses. Aunque en la última crisis los mercados estuvieron a la deriva durante un año, perdieron "sólo" un 18% hasta septiembre de 2008. Durante los siguientes 189 días, los mercados se desplomaron un 57%.

4. El mercado no puede caer hasta cero. Los mercados caen porque los vendedores presionan a la baja los precios. Si empiezan a acercarse a cero, podremos comprar toda la Bolsa española por lo que tenemos en el bolsillo. Mucho antes de que eso ocurra otros compradores intervendrán y la caída encontrará resistencia. Las acciones no siguen cayendo sin vendedores adicionales que decidan vender. Es por eso por lo que las acciones no se mueven en línea recta. Y por eso lo mejor es saber que los mercados son volátiles por naturaleza y hay que mantener la calma.

5. Diversificar es una buena idea. Reequilibrar las carteras según la situación de cada momento es una buena estrategia. Una mezcla de efectivo, bonos y acciones proporciona equilibrio a largo plazo.

6. Los crash ofrecen excelentes oportunidades de compra. En la crisis de 2007-2008, los mercados cayeron durante 517 días y luego se apreciaron los siguientes 1.479 días. Las compras en los momentos de pánico suelen producir buenas rentabilidades en los años subsiguientes.

Los crash van a suceder, pero para un inversor de largo plazo y que mantenga la calma, sólo hay que mantener la calma y reequilibrar la cartera.

Fuentes: David Marotta, Forbes

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