jueves, 12 de noviembre de 2015

La opción más rentable es estar invertido un 100% en acciones

Una de las preguntas que más habitualmente se me hace es qué porcentaje debería tener la renta variable en las carteras de un inversor promedio. No hay una respuesta única. El perfil del inversor es un factor determinante para fijar este porcentaje. De cualquier forma, históricamente se ha demostrado que una cartera indexada 60-40 (60% RV – 40% RF) ha superado a la rentabilidad promedio de los fondos de inversión.
Sin embargo hay muchos analistas que son más ambiciosos. Entre ellos está Jeff Reeves de MW, que recomienda a los inversores de largo plazo tener el 100% del capital invertido en acciones. Estos son sus motivos:


1. Comprar y mantener funciona: Aunque tener el 100% de la cartera invertida en acciones puede ser algo muy perjudicial si compramos en máximos y vendemos en mínimos. Pero si nos fijamos en la rentabilidad total del S&P 500 en los últimos 70 periodos de 20 años (empezando desde 1926-1945 en adelante, 1927-1946, 1928-1947…), vemos que ni uno solo de estos periodos ha tenido rentabilidad negativa.
Solo 8 de esos periodos tuvieron una rentabilidad menor del 2% anual, mientras que 18  fueron de 10% o más.
2. El riesgo se reduce notablemente si se promedia y diversifica: Las carteras tienen que formarse promediando la entrada en un valor y diversificando por áreas geográficas, sector, capitalización de mercado, potencial de ingresos. De esta manera el riesgo se reduce notablemente.
3. Los bonos no son atractivos: La nueva normalidad para los inversores significa poco rendimiento en el mercado de bonos. La rentabilidad del bono a 10 años de EE.UU. ha caído desde más del 15% desde sus máximos de 1981 al 2% actual. La rentabilidad por dividendo es mayor actualmente que la de la deuda. Un ejemplo: El bono de AT&T de maduración en 2045 tiene una rentabilidad del 4,35%, mientras que la compañía presenta un dividendo del 5,75%
4. Riesgo de longevidad: Muchos inversores adoptan posiciones sin riesgo demasiado pronto. La gente cada vez tiene una mayor esperanza de vida. Ahora en los países desarrollados sobre los 80 años. Si bien la idea de perder una gran cantidad de sus ahorros a sólo 10 o 15 años para la jubilación es un panorama aterrador, también lo es vivir 10 o 15 años sin dinero en sus años dorados.
Para la mayoría de gente el tiempo de adoptar una postura conservadora no llega hasta la década de los 40, y en algunos casos de los 50.

Estos son los motivos que da Jeff Reeves para asegurar que una asignación del 100% de la cartera en acciones no es tan irresponsable como pudiera parecer. De hecho, si el inversor es a largo plazo es una opción muy válida dado que la historia ha demostrado que es la más rentable de todas las alternativas.
Mi opinión no es tan agresiva como la de Reeves. Aunque estoy de acuerdo en que la renta variable es en estos momentos la alternativa más atractiva para un inversor de largo plazo, dejaría al menos un 20-30% de la cartera en liquidez para ir aprovechando oportunidades según se presenten, y para forzarnos a que rotemos en nuestros activos una vez llegados al objetivo. Estoy de acuerdo en una filosofía de gestión a mitad entre la activa y la pasiva.

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