miércoles, 29 de julio de 2015

Economía sumergida y fraude fiscal, más

Posiblemente sean dos de los temas más abordados en la literatura económica: la economía sumergida y el fraude fiscal. Hoy y los dos próximos días vamos a ver una serie de imágenes muy clarificadoras.
En el siguiente gráfico se muestra el tamaño estimado del PIB sumergido en diversos países desarrollados.

Ya, dirán que para cada uno de esos países han leído otras cifras. La razón es porque usualmente, suele expresarse la economía sumergida por intervalos. Bien, es igual: de todos modos este gráfico ya es suficientemente significativo: la media de los países desarrollados se halla en el 13,2%.
Cierto, cierto, entre el que más y el que menos hay una diferencia de más el triple, pero fíjense en que de esto no se escapa nadie: las puras y castas Suecia, Dinamarca, Finlandia y Alemania: de cada ocho euros que generan de PIB uno es negro. Los PIGS, pues ya ven. Y España ahí está. Lo peor es lo que ya hemos comentado en otras ocasiones: que en España, y me atrevería a extenderlo al resto de los PIGS, muchas de las actividades negras si pasasen al lado blanco dejarían de ser viables.
En diversas ocasiones hemos comentado la diferencia existente entre fraude fiscal y economía sumergida. La imagen que siguiente se halla referida a España (aquí las estimaciones difieren respecto a las anteriores, pero para lo que importa da igual):

Fuentes: Elaboración propia de un alumno a partir de:
- “Una aproximación al fraude fiscal. El caso del impuesto de la renta de las personas físicas” (https://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/3656/1/TFG%20-%20Una%20aproximaci%C3%B3n%20al%20fraude%20fiscal.pdf)
- “La economía sumergida pasa factura. El avance del fraude en España durante la crisis” (http://www.gestha.es/archivos/actualidad/2014/2014-01-29_INFORME_LaEconomiaSumergidaPasaFactura.pdf)

La economía negra adopta un rumbo coincidente con la presión fiscal y con la evolución del ingreso público: la crisis conduce el aumento de la economía sumergida lo que hace caer los ingresos del Estado y, en consecuencia la presión fiscal. Ahora realicen un simple cálculo mental: en cuanto podrían crecer los ingresos fiscales si se redujese a la mitad la parte oculta de la economía.
Una primera conclusión: Economía sumergida la hay en todos los países, lo que sucede es que en unos es menor que en otros. Una segunda. La cantidad que por ingresos fiscales se deja de ingresar es muy importante, pero hay actividades para las que abandonar la economía sumergida supondría la muerte sin posibilidad de funcionamiento en la economía blanca. No entro a valorar ambas conclusiones, tan sólo las expongo.
Y la recaudación fiscal, ¿cómo va?.
En el gráfico adjunto muestra dicha recaudación medida en porcentaje del PIB en una serie de países europeos: miembros y no miembros de la zona euro, incluso de algunos que no ni siquiera pertenecen a la UE.  Es decir, la tan traída y llevada presión fiscal.


Como pueden ver la presión fiscal en España es baja, francamente baja considerando a países no miembros de la UE. Aquí es cuando aparece la ya mil veces comentada ‘paradoja’ de que España tiene tipos impositivos muy elevados y recaudaciones fiscales reducidas. Y si a eso añadimos el nivel de economía sumergida ayer comentado, lo que sale es que España tiene un panorama fiscal muy pobre y muy limitado; y, por descontado, muy insuficiente.
Por lo que respecta a los impuestos que gravan la riqueza, España no está tan mal: gráfico siguiente. Otra cosa es que los actuales niveles sean los adecuados, o no.


Es decir. España: tipos impositivos elevados, presión fiscal baja, alto nivel de economía sumergida, la conclusión es la de que el fraude fiscal tiene que ser elevado.

Distintos cálculos estiman el nivel del fraude fiscal en España entre el 6,5% y el 9,5% del PIB, es decir, entre más de 65 mM€ y más de 95 mM€. Para que se hagan una idea, si debido a un milagro desapareciese el fraude fiscal en España, España pasaría a tener … (redoble de tambores) … ¡Superávit fiscal!. Evidentemente no es probable un milagro de tal calibre.
Bien. En España hay un elevado nivel de fraude fiscal, y, ¿quién defrauda en España? Miren el gráfico que viene a continuación.

Lo de que la imagen vale más que las palabras aquí es aplicable de forma absoluta. Lo que queda claro es que el Sr. Juan Español, el hombre de la calle, defrauda muy poco.
Y para terminar otra imagen que vale más que mil palabras: en millones de euros y por figuras fiscales, las deudas denunciadas y las finalizadas. ¡Shhhhhhh!



Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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