martes, 4 de marzo de 2014

Las consecuencias

En relación a mi texto en La Carta del 18.12.2013, “Low Cost” (http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/low_cost), recibí un mail de una lectora brasileña. Interesante. Mucho. (Como siempre no he cambiado ni arreglado ni una coma).
“Yo creo que no sólo España se transforma en un país low cost, con economía y mercado de trabajo low cost.
Simplemente ahora está la realidad mundial. Del mundo 'pos global' cómo bien nos has enseñado hace años.
Trabajadores calificados son commodities, sea donde sea. Y por lo tanto esto de los 'megacracks' irse a buscar la vida sea donde sea.
Y sí, desplazaran a los calificados 'normales'.
Tú conoces la realidad de los emergentes.
Yo aquí en Brasil puedo decir:
Se ve facilmente el incremento de extrangeros en las ciudads más grandes, como las capitales.
Muchos vienen ya con trabajo, desde las matrices extrangeras de Europa y USA.
Pero hay también los que vienen por su cuenta. Hasta salió en un periódico sobre el flujo de los Portugueses hacia acá.
Y en la mídia -para mí necios o entonces gente de muy mala  intención- a hablar de cómo el país necesita de más engenieros. De más calificación.
Ya he dicho aqui: en Brasil la educación básica a la massa de la gente es precaria. Es esa massa muy descalificada.
Sin embargo, más arriba, para lo que hay de real oferta de trabajo para los que han estudiado mucho...hum.....sobra. Sobra. Fácil saberlo por la cantidad de becarios. Y más fácil aún saber que esto es fenómeno mundial.
Y entonces me quedo muy recelosa realmente con esto de hablar de que falta mano de obra y que hay que atraer gente de fuera. O entonces decir a los europeus que Sudamérica es USA del siglo XIX...
Oportunidades las hay, sempre habrá. Pero nada seguro, nada de un super mercado laboral para absorber tanta gente que ha estudiado 14, 16, 20 años en la vida.
Me recuerdo de un investigador de la Universidad de Ginebra, Suiza, que me decía en el año de 2002:
"Si sólo nuestra universidad formar 70 nuevos biólogos moleculares al año, cuántos seran sólo en Suiza? Y en Europa? Y de cuántos biólogos moleculares al año necesitan Novartis/Roche/Glaxo/Sanofi/Merck/y todas tecnológicas juntas?"
Es una cuenta muy simples.
Se habló durante décadas de cualificar la gente, de que las sociedades necesitan de una massa universitaria, de 'brains' para la competitividad de un país. La educación alabada al máximo. Pero esto no es totalmente verdad.
Hoy esto se transforma en una commoditie para las empresas y el mercado y el efecto colateral es una masa cada vez más grande de gente que pensa, que tiene sueños, que tiene capacidad y senso crítico y que tendrá que soportar niveles elevados de frustración y depresión....infelizmente así lo veo”
Mi respuesta fue:
“Lo has clavado: la oferta es superior a la demanda, la de trabajo, la de cualquier trabajo, incluso la más especializada (la frase de ese investigador de Ginebra es magistral), a no ser que se sea, casi, un Premio Nobel.
La verdad, no creo que esto se haya planificado: simplemente la tecnología ha evolucionado mucho más deprisa de lo esperado y, por otra parte, no ha habido ninguna planificación de las necesidades de formación. Pienso que eso cambiará porque formar a un abogado, a un economista o a un ingeniero para que haga de camarero, como que no: es ineficiente, y los recursos son escasos.
En cualquier caso es una commodity, pero para algunas empresas: para las que sobrevivan: muchas morirán o serán absorbidas por grandes corporaciones que ya son grandes. O sea que …”
Y por encima de esto otro tema del que no se habla: la tecnología está evolucionando mucho más rápidamente que la capacidad de la población para absorber sus posibilidades y sus efectos, y eso genera incertidumbre, desazón, temor. Pero es inevitable.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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