martes, 14 de enero de 2014

Historias del celuloide

Recientemente recibí un mail de un lector:

“Trabajo para una importante cadena de cines en España y puedo aclararle algunas cosas sobre su estado:
- Multicines de más de dos docenas de salas: van a menos. Se reducen salas, eliminándolas, y los espacios liberados se alquilan a los centros comerciales.
- Tecnología: el operario de cabina tiene los años contados. Se digitalizan las salas no para que el público vea mejor la película, sino para que desde una oficina en la ciudad X se envíen las películas a los proyectores vía internet convenientemente encriptado, y se controla desde esa oficina, la proyección, la publicidad, etc. 
- Ofertas: intento desesperado por diversificarse: se conecta vía satélite con la opera de Milán, por ejemplo, eventos en los cines como conferencias, o presentación de un nuevo medicamento por la mañana, o colegios que acuden también por las mañanas.  Publicidad: se cambia el nombre de una sala (es ridículo, ya que es un número) por el de una empresa, como por ejemplo, sala ‘Caramelos  Perico’.
- Personal propio: bajadas continuas de salarios.
- EL NEGOCIO con mayúsculas de los últimos 20 años: palomitas y otros. Se va hacia un modelo de autoservicio, pero la mayor parte del  público vuelve a ir con el bocadillo escondido.
- Mantenimiento de los cines: el mínimo del mínimo que obliga la normativa.
El pasado marzo un gerente de (nombre de una ciudad española) me comentaba por teléfono que estaba viviendo la peor situación de los cines en 30 años.
Personalmente creo que el modelo de negocio existente actualmente en España no tiene mucho futuro si vamos a un país que va a menos en todos los sentidos.  La piratería irá a más.  Renacer o morir.  Una familia no va a pagar 60 euros por ir al cine, y si van irán a la versión en 2D, no la de 3D que vale más.
Factor que altera cualquier pronóstico: enorme dependencia del producto, que cada vez está menos tiempo a la venta (una película puede estar ahora apenas 2-3 semanas en cartel)  y no es garantía de venta. Por ello en algunos locales se están reponiendo antiguos éxitos.
La puntilla: en alguna de estas grandes cadenas de cines, la propiedad es un fondo de inversión extranjero que para cualquier inversión espera un retorno muy breve, lo que impide cambios profundos, como mejora de la eficiencia energética de los locales, que en muchos aún tienen instalaciones antiquísimas que derrochan mucha energía.  Y como estas mejoras implican unos 3-5 años para recuperar el gasto … pues consideran que es demasiado tiempo.
Y me dejo cosas”.
Mi respuesta:
“Gracias. Muy clarificador.
Apunte: lo de alquilar espacios liberados a centros comerciales ... En numerosos centros sobran espacios, los alquileres están cayendo y hay locales vacíos.
En el fondo, fondo, lo que sucede es que hay un exceso de oferta de todo: de cines, de locales, de centros comerciales, ... Una oferta diseñada para un nivel de consumo posible gracias a un nivel de endeudamiento que se ha ido y que no volverá, luego ...”
No me respondió o, cuanto menos, su respuesta no me llegó.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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