jueves, 23 de mayo de 2013

Gasto público


Hoy va de un tweet, mejor dicho, de un gráfico que me remitieron en un tweet. Es un gráfico espectacular, enorme, impresionante. Recoge un siglo de Historia de USA. Echemos un vistazo.
De entrada vamos a lo fácil: las guerras. Fíjense que antes de la I GM el nivel de gasto público USA era ridículo y que en la contienda creció muchísimo en relación a los años anteriores y siguientes. Durante la II GM el aumento fue verdaderamente espectacular, pero cayó a su finalización hasta la Guerra de Corea, en que volvió a aumentar. Sin embargo durante la implicación de USA en Vietnam no se produjo un aumento espectacular respecto a la época anterior, ni en la I Guerra del Golfo, ni en la II.
El gasto público, y más en USA, ha estado vinculado, está vinculado, cada vez más a un gasto corriente, a la financiación de gastos cotidianos. El fin de la II GM y el inicio del Estado de Bienestar en el que la Economía entró tras la contienda hicieron que el gasto fuese creciendo. Primero fue el Fair Deal de Truman, muy superior al New Deal de Roosevelt, y no, la Guerra Fría no explica la diferencia.
El 1969 USA iguala el volumen de gasto alcanzado en la II GM, en un año en que la participación de USA en Vietnam le faltaba mucho para llegar a sus máximos, y sí, los Great Society Programs influyeron, pero no son suficientes para explicar ese aumento continuado del gasto que las Administraciones -republicanas- de Reagan y Bush padre no disminuyeron. Escalón al final de la Administración Clinton, y luego arriba, arriba, arriba.
Todos los países, pero USA en particular, han estado viviendo de prestado. El de USA es posiblemente el ejemplo más espectacular por su volumen, por su dimensión, por sus implicaciones. El problema es que ya se ha traspasado un punto de no retorno y se ha llegado a un nivel insostenible.
En el gráfico, con un toque de ironía, viene remarcado el recorte propuesto por el actual presidente: ‘catastrophic cut’, lo que supondría volver al nivel del 2010: una gota de agua en el océano del gasto USA que, obviamente, tiene su reflejo en el nivel de deuda: el 100% del PIB.
La pregunta ya no es cuánto más puede aumentar el gasto estatal en USA, sino cuánto tiempo podrá sostenerse ese nivel de gasto, cualquiera que sea ‘ese’ ya que ‘ese’ es gigantesco y depende de que las demás Economías se lo toleren.
En consecuencia la pregunta es: ¿durante cuanto tiempo el resto del mundo le va a continuar financiando a USA?. Pienso que durante muy poco más.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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