martes, 2 de octubre de 2012

El Gobierno está listo para pedir el rescate. Alemania quiere ‘esperar’

El Gobierno está preparado para pedir el rescate a la Eurozona. La decisión está tomada y la solicitud formal podría producirse antes incluso del fin de semana. Según informa Reuters, citando a fuentes oficiales europeas sin identificar, el Ejecutivo habría transmitido a las autoridades de la UE su disposición a activar ya el mecanismo de ayuda de la Eurozona, para que el Banco Central Europeo pueda comprar deuda soberana. "Los españoles se habían mostrado algo reticentes, pero ahora ya están listos para pedir la ayuda", asegura, según la agencia, un alto funcionario europeo.
No obstante, la petición podría verse frenada por las dudas del Gobierno alemán. Angela Merkel teme toparse con problemas para sacar adelante en el Parlamento la nueva inyección de dinero.
Fuentes del Gobierno consultadas por este diario sostienen que "no hay nada decidido" y que de momento no sienten una sensación de urgencia para pedir el rescate, según informa Javier. G. Gallego. "Lo prioritario ahora para España es que se cumplan los acuerdos de la última cumbre", señalan en Moncloa en referencia a la creación de un supervisor bancario único que facilite la recapitalización directa de la banca, entre otros acuerdos alcanzados el pasado junio.
En cualquier caso en el Ejecutivo existe la convicción de que si pide el rescate las condiciones que impondrá el Eurogrupo no serán duras porque prácticamente todas las recomendaciones de Bruselas ya han sido adoptadas en las últimas reformas económicas. Eso sí, existe la preocupación de que algún país pueda frenar el rescate, si finalmente se solicita, en sus respectivos trámites parlamentarios, tal y como ha publicado este lunes El Mundo.
Según fuentes del Ejecutivo, existe el riesgo de que España pida la ayuda y ésta quede bloqueada por la negativa de ciertos países a concederla. En ese caso, el problema podría ser irreversible ya que la ayuda del BCE quedaría paralizada por una cuestión de política nacional. De forma muy gráfica un alto funcionario de Moncloa explicaba la semana pasada que "existe un extintor para apagar el incendio pero quizá el cristal que hay que romper para acceder a él es demasiado duro".
En la Eurozona hay siete países que están obligados por ley a someter cualquier ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) a la aprobación de sus respectivos parlamentos. Son Alemania, Italia, Holanda, Finlandia, Estonia, Eslovenia y Malta, que entre todos suman un 53,22% de los derechos de voto del nuevo fondo de rescate permanente que ya ha entrado en vigor.
Según el Tratado, que regula este mecanismo, cualquier asistencia financiera que solicite un Estado miembro debe ser aprobada por unanimidad. Aún así, existe la posibilidad de actuar de urgencia "cuando la Comisión Europea y el BCE concluyan que la no adopción de forma urgente de una decisión para conceder o aplicar una asistencia financiera [...] amenazaría la sostenibilidad económica de la zona euro". De esta forma sólo sería necesario contar con el 85% de los votos expresados. Es decir, en la práctica sólo Alemania (con un 27,14% de los derechos de voto), Francia (20,38%) e Italia (17,91%) tienen por sí mismos capacidad de veto.
España necesitaría contar con el respaldo de estos tres países y dos de ellos –Alemania e Italia– tienen la obligación de someter el rescate a la aprobación de su cámara baja. El caso de Alemania es especialmente delicado porque cada vez le está costando más al Gobierno de Angela Merkel obtener el visto bueno de la oposición e incluso de algunos socios de coalición.
Merkel pidió a su colega italiano, Mario Monti, que frenara cualquier petición de ayuda para ganar tiempo en el Parlamento. Y lo mismo ha tratado de hacer con España a través de varias insinuaciones públicas de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble. La intención de Berlín es hacer coincidir los rescates de Chipre, España y, quizás, Eslovenia para evitar un excesivo desgaste político y el riesgo de que el Bundestag tumbe alguno de estos programas de ayudas.
Con el respaldo parlamentario de los tres grandes países España obtendría ya el 65% de los derechos de voto, pero necesitaría el respaldo de más países. Por ejemplo, le bastaría con que Bélgica, Grecia y Portugal apoyasen también el rescate. Estos tres países deben hacer una consulta al Parlamento, pero no someterlo a aprobación. Así, España podría obtener el rescate con el apoyo de sólo seis países (sin incluirse a sí misma) aunque Finlandia y Holanda lo rechazaran en sus parlamentos, algo que parece probable dadas las reticencias de ambos países a gastar más dinero en ayudar a sus socios.

lacartadelabolsa

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