sábado, 23 de junio de 2012

Las cosas y los cambios

¡Cómo cambian las cosas!. Decíamos que el problema de España era de deuda privada, lo que es cierto, pero a ese problema ciertísimo se está añadiendo otro que está llegando a uña de caballo: la velocidad con la que está aumentando el precio que España ha de pagar porque le compren una deuda pública cuyo volumen ya sí es un problema teniendo en cuenta que España no crece nada.
La deuda a 10 años de España ya ha superado la barrera del 7% y a pesar de que se decía que era la línea a partir de la cual se acababa el mundo, el mundo no se ha acabado porque quienes deciden donde el mundo debe acabarse para cada cual han añadido para España un cacho más, ¿por qué?, pues porque no conviene que para España se acabe todavía.
Pero que el mundo no se acabe para España va a tener un coste, está ya teniendo un coste. Si, finalmente, el plazo de devolución de los ‘hasta 100 mM’ (o los que sean, FINALMENTE, necesarios) se alarga hasta los 30 años -hoy, mañana puede alargarse hasta los 60 y pasado convertirse en deuda perpetua: de eso España sabe mucho- las cuotas se reducirán, pero España va a pagar en intereses lo que no está escrito. ¿No les recuerda eso a nada?, ¡Exacto!: Latinoamérica años 80, con la diferencia que España no tiene commodities.
España pagará más, pero ya está pagando más: el 1,95% más en 15 días por la deuda a un año y medio, el 2,1% más por los bonos a un año. Es una dinámica infernal que ya es conocida. Hace dos años, Grecia no tenía ningún problema para vender su deuda: comprársela era un negociazo: sólo tenía que pagar más; hoy a España le está sucediendo lo mismo.
La pregunta es: en base a las expectativas de recaudación fiscal que España puede tener en los próximos años y a los recortes de gasto que la población española puede soportar, ¿cuál es la cifra máxima de intereses que por su deuda España puede pagar?. Actualmente España está pagando 29 mM€ de intereses anuales, ¿dónde se halla el límite?.
Recuerden lo que sucedía en Latinoamérica: el negocio de la deuda no estaba en recuperar el principal: eso era imposible, sino en cobrar los intereses. El nominal se convertía en un activo zombi y los ingresos eran los intereses que iban aumentando a medida que se renegociaban vencimientos imposibles; de ahí la idea que lanzó Fidel Castro al Grupo de los 77: teneéis en vuestra mano un arma total: dejad de pagar la deuda. Pienso que España va a ir por ahí (por el lado de pagar, no por el apuntado por El Comandante). Y sí: no sería extraña una quita a los acreedores de los bancos españoles como se ha apuntado: todo depende de las contrapartidas.
Y sobre lo de que las inyecciones a los bancos sean deuda pública o no lo sean, bueno, si se encuentra un modo más mejor de avalar tales inyecciones, pues vale.
Y sobre las auditorías a los bancos …. Recuerden: el problema está en la deuda; lo de los bancos viene después.
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Es decir que con 70 mM, redondeando, el sistema bancario español quedará fresco, lozano, virgen e impoluto y será capaz de resistir cualquier tempestad que barra la economía española, por lo que estará en disposición de volver a poder financiar las necesidades de financiación financiera de las empesas y familias españolas. Porque ese ha sido el resultado de las auditorías de la banca ayer publicadas, ¿verdad?. Todo el sistema bancario arreglado con 70 mM. ¿Está bien, no?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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