jueves, 19 de abril de 2012

El combustible con el que se mueven los sueños

YPF, claro. Reflexiones que me llegan con el viento:
- Como ya comentamos aquí la expropiación de YPF se ha producido tras la cumbre de Cartagena y tras el anuncio de USA de que este asunto era un tema en el que el Gobierno USA nada tenía que decir (sobre todo teniendo en cuenta que parte del 17% de las acciones de YPF que tienen fondos y accionistas USA no van a ser tocadas por el dedo expropiador). Tal y como lo veo YPF ya estaba expropiada desde hace meses.
- El tema Repsol-YPF ha hecho que sea relegada la degradación económica en la que España se halla inmersa. De entrada ya no se habla tanto ni tan fuerte del precio que España ha de pagar para que le compren la deuda, ni de prima de riesgo, ni de los hachazos que indiscriminadamente se están propinando al gasto público, ni de las subidas de impuestos. Como elemento distractivo el asunto ha funcionado. Un efecto que, evidentemente, no se buscó, pero que se ha dado. Y durará unos días.
- Un punto oscuro: si el objetivo de Argentina es recuperar unos recursos patrios que han sido maltratados por un capital exterior codicioso, ¿por qué no se ha expropiado también el 17% de las acciones de YPF parte de las cuales mantienen fondos de inversión y accionistas USA?.
- Para Repsol -para los propietarios de su capital: tres bancos lo son de más del 20%- la expropiación es un superproblema. Argentina pagará, claro, de mutuo acuerdo o en los tribunales se fijará un precio, pero la pérdida de YPF para Repsol va muchísimo más allá de unos cuantos miles de millones: es la pérdida al acceso a un recurso ultrafundamental y escaso y a unos recientemente descubiertos nuevos yacimientos. Todo lo que hoy pueda pagarse con dinero es barato, pero si estamos hablando de petróleo es superbarato.
- La pregunta que nadie se atreve a hacer. Si en vez de ser Repsol la propietaria de YPF hubiese sido Exxon Mobile, o Shell, o incluso Total, ¿hubieran ido las cosas como han ido?. Es decir, ¿ha tenido que ver en la decisión de Argentina el hecho de que Repsol sea una compañía con sede en una economía en declive y con problemas?.
- Cuando la compraventa se produjo -y ahora ya da igual lo que entonces dijeron los Sres. Kirchner- tuvo que firmarse un acuerdo en el que se detallaría de qué forma iba a llevarse a cabo la explotación de esos yacimientos, y entre aquellos papeles tenía que estar el detalle de cual iba a ser la inversión a realizar así como el estado en el que se hallaban los activos adquiridos, del mismo modo que se detalló que podía llegarse a repartir el 90% de los beneficios que YPF generase. En base a eso la pregunta es muy simple: ¿Repsol ha cumplido los planes de inversión, si o no?.
- A las 24 horas de que se produjese la expropiación la matriz manifestó algo así como que si le daban 10,5 mM USD se olvidaba del tema. Sorprendente. Por un lado, que tan rápidamente se calculase una cifra; por otro que tal cifra sea tan baja, porque, olvídense de cotizaciones y beneficios, la suma demandada equivale a unos 105 M de barriles de crudo, una nimiedad al lado de los hasta 90 mM de barriles que se estiman pueden contener los yacimientos de Neuquen y Mendoza en cuyos estudios prospectivos ha intervenido YPF, y eso sin contar que la empresa es titular de concesiones en Argentina que alcanzan el 39% de la producción de crudo y el 28% de gas. Insisto, ¿por qué Repsol ha pedido tan poco cuando ha perdido tanto?. Máxime si son ciertos los rumores de que la petrolera china Sinopec estaba dispuesta a pagarle a Repsol 15 mM USD por su participación en YPF.
- ¿Por qué el Estado argentino sólo expropió el 51% de las acciones de la petrolera española?, ¿por qué no expropió el 57,43% que era la participación completa de Repsol?, ¿por qué dejar a Repsol el 6,43%?, ¿por qué no barrer a la española y dejarle totalmente sin voz en YPF?.
- Argentina carece de la capacidad tecnológica y de la inversión para seguir ella sola con YPF y para poner en marcha la explotación de los nuevos yacimientos, y por muy populista que sea la Sra. Presidenta de la República no es una suicida ni una terrorista, por lo que no es complicado llegar a la conclusión de que ya existe un recambio para Repsol. Un recambio más dúctil, o más sumiso, o más colaborador, o más avanzado en términos técnicos, en cualquier caso más conveniente. Si eso es así, no puedo entender como Repsol, una compañía pequeña en el mundo del petróleo pero que conoce en profundidad ese mundo, no se olió algo de lo que ha acabado sucediendo.
- Ahora las empresas españolas que han invertido en Latinoamérica pueden sentirse amenazadas, pero eso: la amenaza de que pudieran sucederles cosas ‘feas’ es uno de los componentes del riesgo que conllevaba el mucho mayor beneficio que para esas empresas suponía la inversión en Argentina, en este caso, que en, por ejemplo, Austria. Si en los años en que Repsol ha sido propietaria de YPF la ya exmatriz ha obtenido unos beneficios que hayan compensado su inversión es algo que solo Repsol conoce.
- El corolario: nunca nadie tiene el 100% de la razón ni el 100% la culpa, simplemente porque somos humanos. La verdad es gris y se sirve en un plato color de pizarra; otra cosa es que los hechos sirvan a para otros fines, y de eso, tanto el Estado argentino como el español, saben bastante: repasemos sus Historias.
(Mañana, a las 19:00 h, daré una charla en la ciudad de Castellón, en el Centro Social San Isidro de la Caja Rural, Calle Enmedio 49. La entrada es gratuita).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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