martes, 15 de noviembre de 2011

El 2012 puede ser un buen año para las bolsas

En otras ocasiones les he hablado sobre una forma de análisis financiero basada en las pautas estacionales. Estos analistas creen que existen pautas históricas que se repiten, o tienen muchas probabilidades de repetirse, en el futuro. Estas pautas pueden ser del orden económico, financiero, pero también social, meteorológico, deportivo… Hay algunos métodos más exitosos que otros, y le traeremos a estas páginas el análisis que Howard Gold de Market Oracle ha hecho al respecto. Grecia está ardiendo, Italia implosionando y la economía de EE.UU. está cojeando en una recuperación tan débil que apenas es más fuerte que una recesión.

Los inversores están sufriendo tras las últimas ventas masivas de acciones y de otros activos.

Pero, a pesar de todo, el próximo año puede ser muy bueno para las acciones.

¿Cómo puedo decir eso? Porque de aquí en adelante, el calendario histórico del mercado está a favor de los inversores. Y si EE.UU. y los emergentes pueden evitar la recesión, las ganancias de las empresas de EE.UU. pueden hacerlo lo suficientemente bien como para apoyar recuperaciones del precio de las acciones. La recesión en Europa está casi hecha.

Por encima de todo, el 2012 es un año de elecciones presidenciales en EE.UU., y desde 1948 los mercados han ganado en cada año electoral con las únicas excepciones de 2000 y 2008.

De hecho, las acciones tienen su segundo mejor comportamiento promedio en el cuarto año presidencial. Es más, durante los años en los que el presidente se postula para la reelección, el mercado ha superado su promedio significativamente.

Los datos son muy consistentes.

Según Sam Stovall, estratega jefe de renta variable de IQ, el S&P 500 ha registrado un resultado promedio (sin incluir dividendos) del +5,7% durante todos los años de elecciones presidenciales desde 1944 hasta 2008. El calendario de Stock Trader, utilizando el DJI calcula un rendimiento promedio casi idéntico del 5,8% en los años electorales desde 1832 a 2008.

Como decíamos, en caso de que el presidente busque la reelección, el promedio sube significativamente. Stovall señala ante este hecho que “es normal. La gente se siente más cómoda cuando por lo menos uno sabe cómo conducir el autobús. Usted no está frente a dos personas que carecen totalmente de experiencia”.

Por otro lado, Sam Stovall es bastante optimista para el final de año, y considera que el mercado alcista sigue aún vigente.

La investigación que ha realizado de las cuatro correcciones de caídas entre 15-20% y de los cuatro mercados bajistas de caídas entre 20-25% desde 1945, indica que el S&P 500 ganó una media del 23% en los seis meses siguientes después de esos ocho suelos de mercado, y del 31,7% un año después. Por tanto no es de extrañar que elevara el objetivo del S&P 500 a los 1.360 puntos desde los 1.260 puntos anteriores.

La pregunta obvia es ¿podemos seguir confiando en estos patrones estacionales en un mercado dominado por los fondos de cobertura y los gestores automáticos de alta frecuencia? Los analistas especializados en estos patrones históricos creen que sí.

Jeffrey Hirsch de Stock Trader’s Almanac, cree que “a pesar de los gestores de alta frecuencia y de la loca volatilidad, las pautas estacionales están funcionando. Este año ha sido de libro de texto, porque alcanzó un pico a finales de abril y un suelo en octubre”.

Howard Gold es alcista con las bolsas en el corto/medio plazo porque han entrado en lo que tradicionalmente son los seis meses más fuertes del año (desde noviembre a mayo), pero no cree que vayamos a romper máximos, por lo que aconseja cautela a los inversores.

Después de este análisis, en los que se hace hincapié en la pauta estacional del año presidencial, podemos añadir que existen otras pautas históricas que anticipan un 2012 positivo para las bolsas. Aunque deberíamos matizar que prevén un 2012 positivo para la bolsa de EE.UU. Las bolsas europeas se encuentran en otro escenario, y no creo que se vayan a ver influenciadas por si se reelige a Obama o no.

De cualquier forma la conclusión es sencilla. Trasladen sus posiciones de renta variable europea a renta variable de EE.UU. Y no son únicamente las pautas estacionales las que apoyan esta recomendación.

lacartadelabolsa

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