jueves, 22 de septiembre de 2011

Productividad y salarios. Richistan, HNWIs, working rich

Los ultra HNWIs (High Net Worth Individuals), constituyen el 0,8% de la población, detentan el 36% de la riqueza mundial y viven en Richistán.

Mitología neoliberal

. Son una superélite cuyos integrantes son meritócratas trotamundos que tienen muchos estudios y trabajan mucho (working rich).

. Son emprendedores que crean riqueza y la riqueza se percola y filtra hacia abajo.

. La creciente riqueza de los richistanis, working rich, o HNWIs, sería una consecuencia inevitable de sus extraordinarias dotes personales por las que las empresas están dispuestas a pagar verdaderas fortunas como hacen los grandes clubes de fútbol por los goleadores.

. Dogma del Club de Bildelberg: A cada uno según su productividad. A los super-ricos se les paga por su fabulosa productividad, supuestamente muy superior a la de sus trabajadores.

Productividad vs rentas de monopolio

La concentración monopolista del capital va ligada a la concentración de la riqueza en pocas manos. La relación entre superbeneficios, rentas de monopolio y sueldos de los CEOs es evidente, sin embargo, la relación directa entre los sueldos astronómicos de los CEOs y las rentas de monopolio ha sido y es objeto de opacidad y oscurecimiento deliberado.

Los ultra-ricos han creado una nueva mitología (Chystia Freeland: El auge de la nueva élite mundial) según la cual sus retribuciones se deben a sus méritos personales, a su trabajo, a su talento, a una asombrosa y legendaria productividad equivalente a los goles por temporada de Cristiano Ronaldo. Justificarían sus cuantiosos emolumentos porqué las grandes corporaciones se pelean por sus fabulosos servicios igual que los grandes clubs por los goleadores. De ahí la creciente afición a comprar equipos de fútbol además de yates con helicóptero y submarino incluidos.

Lo que cobra Messi o Ronaldo, como en el caso de un pintor o un músico de fama, no es equivalente a una supuesta super-productividad. Son rentas de monopolio que no tienen nada que ver con su productividad. Ambos, como los Beatles o Picaso, detentan patente de monopolio sobre su forma de jugar, sus representaciones, producciones, imagen, e incluso, retirados y sin marcar goles (Beckham) o producir nuevos discos, siguen ingresando cuantiosas rentas gracias a dichas patentes (documentadas o virtuales).

Rentas de monopolio era lo que defendían los gremios medievales elevando barreras de entrada consuetudinarias a la competencia. Rentas de monopolio es lo que defienden las SGAEs y las farmacéuticas o la única pescadería de un pueblecito de montaña y, en todos los casos, no tienen nada que ver con la productividad.

Si hubiera algo de cierto en la mitología productivista, sus retribuciones, deberían mostrar una cierta correlación con los beneficios de las empresas que dirigen. Esto, que en el caso de una empresa con un solo propietario, sería evidente, no lo es en absoluto si miramos el gráfico siguiente.

Línea azul oscuro: Sueldos de los CEOs. Línea azul: Beneficios. Línea magenta: sueldos trabajadores.

El gráfico evidencia que las compensaciones que acaparan los CEOs de las grandes corporaciones crecían mucho más rápidamente que los beneficios de las corporaciones que dirigen y en la actualidad están creciendo aún más en un marco de crisis generalizada galopante.

Relacionar el sueldo con la productividad es una falacia. El producto obtenido de combinar trabajo con el equipo suministrado por la empresa no se reparte en función de la productividad de obreros, técnicos y mánagers sino en función del poder de negociación de cada cual. Si la empresa opera en un marco local el poder de negociación de los obreros es mayor que si la empresa es una multinacional y opera en un marco global donde sucumben irremisiblemente frente a la amenaza de deslocalización.

Por lo tanto existe una fuerte correlación entre monopolio y sueldos de sus CEOs. Si el Lebiatan consigue, además, fuertes rentas de monopolio con las que remunerar a sus accionistas, los sueldos autoasignados por sus CEOs pueden alcanzar niveles estratosféricos.

¿Porqué los ricos son cada vez más ricos en plena crisis económica?

Son varias las razones, pero todas están relacionadas con el avanzado estado de descomposición del sistema capitalista.

1. Sueldos de los CEOs y tamaño de las corporaciones

Se ha constatado una fuerte correlación (X. Gabaix y A. Landier) entre las remuneraciones de los CEOs y la capitalización de su compañía (el valor de mercado) completamente independiente de la rentabilidad o los beneficios que obtenga la misma. Siguiendo con la burda mitología corporativa, sería como las diferencias entre las remuneraciones de los jugadores y técnicos de grandes equipos como Barça o Real Madrid y el resto de equipos de la liga. Las subidas de sueldos se reparten entre una gran multitud de socios, por lo que cada socio no considera oportuno protestar por la pequeña subida de su cuota. Así pues, mitologías al margen, los CEOs tienen un particular interés en crear leviatanes independientemente de su rentabilidad.

El hecho de que en multitud de casos no exista correlación entre escalas de sueldos de CEOs y beneficios confirma que en ningún caso se trata de la supuesta “super-productividad” de los CEOs. Se trata de su “super poder de negociación” que les permite apoderarse, a costa de los demás, de buena parte del pastel obtenido gracias a la productividad del conjunto de miembros de la empresa. La productividad de los CEOs, más que a la de los futbolistas, se asemejaría a la de los macarras, que sin mojarse un pelo, consiguen la mejor tajada de la productividad del negocio que dirigen.

2. Monopolios y sueldos de los CEOs

Por lo tanto existe una fuerte correlación entre monopolio y sueldos de sus CEOs. Si el Lebiatan consigue, además, fuertes rentas de monopolio con las que remunerar a sus accionistas, los sueldos autoasignados por sus CEOs pueden alcanzar niveles estratosféricos.

De hecho, los mafiosos compiten entre si para defender, consolidar o conquistar posiciones de monopolio que les permitan controlar los precios de sus negocios y tráficos y obtener rentas de monopolio de los mismos.

3. Globalización neoliberal y concentración de la riqueza

Muchos ultra-ricos se jactan de ser “nuevos ultra-ricos” que no proceden de familias ultra-ricas. La mitología de la globalización implicaría, pues, mayor igualdad de oportunidades y una nutrida cohorte de “nuevos emprendedores” se afanan en emular las gestas de Gates, Steve Jobs o Larry Ellison.

La globalización neoliberal constituye un entorno ideal para la generalización de la economía monopolista. Los sectores tradicionales se han ido monopolizando en el transcurso de décadas y en la actualidad el entorno económico es tan favorable y proclive al monopolio que cualquier nuevo sector o negocio (informática, telecomunicaciones, energías renovables, …) sucumbe de inmediato a los vapores del monopolio. Walmart, Inditex, Microsoft, Apple, Google, Facebook, … los “nuevos gigantones” surgen como setas de noche a la mañana.

4. Especulación, opacidad financiera, crimen y paraísos fiscales

La opacidad financiera actual es tal que la mayoría de las transacciones operan en espacios “over de counter” tanto en lo que respecta a obligaciones, divisas y derivados financieros, como a las mismas acciones. Más de la mitad de las operaciones en títulos de renta variable se realizan, en la actualidad, completamente al margen de las Bolsas autorizadas.

Desregulación, especulación desaforada, información privilegiada, corrupción política e institucional, mafias, crimen organizado y tráficos ilícitos, … constituyen una factoría a pleno rendimiento de “nuevos super-ricos”, de nuevos working rich que se codean, sin complejos, con los diplomados CEOs en el Richistán y en los bufetes de los paraísos fiscales.

Los mega-ricos también temen la Gran Depresión

Así pues, es la misma descomposición del sistema la que ofrece oportunidades de rápido enriquecimiento -Joan March dixit- bien a partir de posiciones de monopolio, bien a partir de la economía casino o bien a partir de la generalización de la corrupción, los negocios y tráficos ilícitos. La Depresión Permanente genera un enorme trasvase de riqueza. La crisis arruina y empobrece a la mayoría de la población pero en cambio fomenta y favorece la concentración monopolista, la especulación, la ruina de los estados, la corrupción y el crimen, y, por tanto, la acumulación de la renta y la riqueza de los monopolistas, especuladores, mafiosos y criminales, por los cuales el sector turístico español muestra una especial predilección.

Pero en las actuales condiciones la Depresión Permanente conduce a los estados fallidos y al criminalcapitalismo. Algunos de los mega-ricos empiezan a ser conscientes del avance y gravedad de esta descomposición y han lanzado la campaña "Tax Me More", en la que ruegan a los gobiernos que les suban los impuestos.

Blog para super-ricos o aspirantes a serlo

Post sobre lo poco que pagan en impuestos los ricos.

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