jueves, 22 de septiembre de 2011

Crisis del euro. La UME en la encrucijada

Doug Henwood (1998):"La UME es una creación de financieros, multinacionales, políticos y burócratas, … si el euro triunfa, representará un serio rival frente al dólar, si falla, puede generar el caos financiero. Y puede fallar debido a sus propias contradicciones internas, o porqué los europeos de a pie finalmente se rebelan contra los banqueros centrales."

El euro está noqueado, tumbado en la lona y haciendo como que no se entera de la cuenta fatal.

Opciones posibles tras el fin de la Unión Monetaria Europea (UME)

1. Solidaridad europea

Preservar la eurozona implicaría transformarla en una unión fiscal solidaria en la que la política fiscal sería coordinada por un tesoro central como en el caso de los EEUU. Sería preciso establecer un régimen de fiscalidad común (evitaría la espiral de dumping fiscal) con transferencias desde las zonas ricas a las zonas pobre (como ocurre dentro del RU o entre las CCAA españolas). La nueva eurozona emitiría eurobonos con lo que desaparecerían los diferenciales de rating y las especulación sobre deuda soberana disminuiría.

Para que esta opción pudiera funcionar la solidaridad no debería limitarse al nivel regional o interestatal, sino a la solidaridad social. La nueva unión monetaria debería experimentar una transformación legislativa antineoliberal radical que pusiera coto a la financiarización (reglamentación) , la evasión (neutralización de paraísos fiscales), la especulación (tasa Tobin o superior) y la deriva monopolista privada deslocalizadora (legislación antimonopolios) , transformando el actual tinglado neoliberal en unos verdaderos Estados Unidos Solidarios de Europa.

2. Mantener la UME neoliberal a toda costa

Continuar unos meses más la agonía con compras de deuda soberana de países en apuros por parte del BCE (pronto habrá de recapitalizarse) y ampliación del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (rescates) con la débil esperanza de un cambio de tendencia (la debilidad del euro reanimando las exportaciones).

Sin embargo, tanto las compras de deuda como la ampliación del FEEF tienen ya poco margen y la confirmación de la recesión generalizada lo va a estrechar aún más. Renovados ataques especulativos convertirán los diferenciales de deuda en insostenibles y se generalizarán las bancarrotas soberanas. Los sobresaltos y tumbos de la crisis pueden degenerar en un caos generalizado.

3. Opción nuclear (fisión)

Una desbandada generalizada, un sálvese quien pueda, en la que cada miembro de la UE se buscaría la vida volviendo a su antigua divisa.


Salir del euro implica que España, (o Italia o Portugal, o Bélgica, …) hoy teóricamente solventes en euros, dejarían de serlo a todas luces al tener que retornar euros (o su equivalente en francos, florines o marcos) a cambio de su antigua moneda devaluada. Salirse del euro para estos países significaría la suspensión inmediata de pagos con sólo anunciarlo, con lo que la flota bancaria europea, al completo, se iría a pique.

Así pues la fisión nuclear significaría también la implosión del sistema financiero europeo (y dada la total interconexión existente el marasmo podría resultar global) y seguramente arrastraría consigo el sistema monetario internacional. La repentina desaparición del euro, la segunda divisa de referencia mundial, desestabilizaría lo que restaría en pie del sistema (dólar, yen, franco suizo) sin que diera tiempo a la aparición en escena del yuan chino.

4. Mitosis “controlada” del euro

La opción 4 es la que se estaría diseñando en estos momentos, discretamente (para evitar una huida en tropel de depósitos hacia el norte y un pánico bancario frente a los corralitos en ciernes en el sur) en los cuarteles de las multinacionales y la UE.

Consistiría en una partición de la zona euro “coordinada por las instituciones europeas”. La moneda europea se dividiría entre un euro fuerte (Alemania, Holanda, Austria, Finlandia, …) y un euro débil o periférico (España, Portugal, Irlanda, Italia, ….). Francia dudaría entre ambas opciones y no sería descabellado que optara por volver al franco ante la disyuntiva de perder competitividad (euro fuerte) o soportar la drástica disminución del valor de sus activos financieros en el exterior. La mitosis monetaria también podría soltar lastre (Grecia, ...)

Se aduce que la zona eurodébil ganaría en competitividad. El turismo español sobreviviría sin necesidad de convulsiones en los países árabes y el parque de viviendas sin vender (más e 1 millón) encontraría salida al exterior sin dañar las cuentas de los bancos y cajas zombis que podrían aspirar a obtener la recapitalización que necesitan. Las expectativas de recuperación reanimarían la inversión tanto exterior como interior, volviendo a la senda del crecimiento y reducción del paro.

La UE controlaría todo el proceso para asegurar el mantenimiento de la senda neoliberal, la desunión fiscal, los paraísos fiscales, la consolidación y profundizando los recortes sociales y la subasta de bienes y servicios públicos en beneficio de la banca y de los monopolios privados.

En definitiva, se trata de salvar a toda costa los muebles de la deriva neoliberal, consolidando las posiciones a-sociales adquiridas en el desmontaje del estado del bienestar, la desregulación y la “flexibiliazación” del mercado laboral, durante la fase de la Unión Monetaria Europea.

Las perspectivas de la disolución de la UME, en los casos 3 y 4, dada la anorexia que muestra la inversión privada en un marco monopolista de Depresión Permanente, no son nada halagüeñas, y menos tras la autoamputación constitucional del derecho público a una política fiscal española impuesta por "los mercados".

Un paso atrás para un nuevo Gran Salto Adelante

El fracaso de la UME neoliberal, ejemplifica la avanzada fase de descomposición en la que ha entrado el sistema capitalista. Empiezan a reconocer que la UME fue un planteamiento demasiado ambicioso (a favor de los intereses de los monopolios internacionales) y que es preciso, parafraseando a Mao, un paso atrás para dar un gran salto adelante en la deriva neoliberal por otros caminos menos tortuosos. El problema, sin embargo, no es la UME, sino la misma deriva capitalista neoliberal, la polarización de la riqueza que ella fomenta y la marginación social de una mayoría creciente de la población del planeta. La Depresión Permanente ha venido para quedarse y está ahí, presente, con euro o sin él.

Más sobre el tema:
Edward Hugh: Going Dutch - One Possible Solution to the Euro Debt Crisis?

Luis Garicano:¿Una moneda para los godos, otra para los romanos?

fuente: http://crisiscapitalista.blogspot.com/2011/09/crisis-del-euro-corralito-la-vista.html

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