lunes, 15 de agosto de 2011

Apuntes de una agenda de páginas translúcidas - 1

Ya hemos comentado en otras ocasiones el refrán: ‘cuidado con lo que se desea’. Los disturbios de Londres: terribles, horrorosos, abominables; pero en vez de ir a las causas, el Premier y la oposición plantean aumentar lo que antes se denominaba ‘el poder de las fuerzas represivas del Estado’. Reprimir sin analizar y sin prevenir puede acercarnos a situaciones que se creían superadas: se empieza por reprimir a saqueadores de plasmas, se pasa a reprimir a trabajadores que protestan por el deterioro de las condiciones de trabajo y se acaba reprimiendo sectores de población miserizada por el mero hecho de solicitar ciertas mejoras a las que en el pasado -hoy- tenían derecho. Evidentemente, si se hace, se hará en aras de la ‘seguridad’ (no de la ‘seguridad nacional’: ese es mensaje de otras épocas.


En cualquier caso pienso que vamos hacia ahí: en los próximos años, pienso, se van a perder, que se van a dejar de tener, muchas cosas que hasta ahora se consideraban habituales, se van a perder y no se van a recuperar, y el paso a la protesta será automático, sobre todo si cada vez se tiene menos que perder; luego esa situación de inestabilidad social tendrá que ser garantizada: ‘El orden debe ser mantenido porque el orden debe ser mantenido’, dijo el Gobernador de un Estado USA principios de los 70; las razones no serán las mismas, pero el fondo será muy parecido.


Pienso que vamos hacia un lugar en el que eso denominado ‘libertades individuales’ irá a menos; ¿fascismo?, no exactamente: ‘bien común’, ‘bien colectivo’: lo importante será el grupo, y un subgrupo reivindicando algo puede ser negativo para el conjunto (y si el subgrupo es mayoritario, da igual). Los jóvenes lo entenderán más-bien: no han vivido ninguna dictadura o siempre han vivido en dictadura, los demás se irán muriendo a medida que este nuevo ‘estado de cosas’ (clásico concepto) se vaya implantando. En fin: llegarán otros escenarios: es la dinámica histórica.………En el reino, el pasado Miércoles, se calificó a la situación vivida por las Bolsas en la última semana de ‘tormenta de Verano’; sugerencia a quienes lo hicieron: repasen la definición del fenómeno: los mercados están reaccionando a la baja ante una situación de degradación continuada provocada por la imposibilidad de las economías planetarias de pagar todo lo que deben y en un escenario de alternativas indefinidas debido a un crecimiento imposible ya que el modelo que lo propiciaba está agotado; y todo ello en un escenario de solución obviamente imposible debido a que las herramientas de ese modelo agotado ya no sirven absolutamente para nada, como, prohibir las ventas a corto. Y eso, pienso, no se parece nada a una ‘tormenta de Verano’, absolutamente nada.


Se prohíben las ventas a corto de valores financieros; se busca acabar con la especulación; se niegan y se quieren perseguir los ¿falsos? rumores. Pero nadie hablaba en el 2004 de los problemas de las ventas a corto, nadie en el 2005 mentaba la especulación, nadie en el 2006 denunciaba falsos rumores. Entonces triunfaban quienes hacían las cosas que había que hacer, y se hacía lo que era conveniente hacer. Ahora se ponen parches a riadas que no se pueden contener mientras, sobre la marcha, se va diseñando un nuevo manual del que a día de la fecha tan sólo se tiene un esquema, en el que, efectivamente, no figura la especulación ni se permite salirse de lo que se marque y defina. ¡Oído cocina!. ¿Qué pienso sobre la prohibición de las ventas a corto?, que es un mero parche: intentar detener una gangrena con una tirita y un poco de desinfectante: el problema existe porque el origen está corrompido: por eso se produce la gangrena (y por eso se creció).


La prohibición: comprar un poco de tiempo: otra vez.………En USA, el banco medio presta, de media, 16 USD por cada USD de su capital (El País 12.08.2011, Pág. 16). Ahora mediten sobre dos cosas: 1) ¿cuál debe ser el valor real de los activos que esos bancos tiene contabilizados?, y 2) con esa proporción de créditos / capital, ¿qué sucedería si bastantes álguienes dijesen: ‘Lo siento, pero no puedo pagar?.………Me escribe un lector de mi libro: “¡Por cierto!, me ha llamado la atención la cita que usted hace de una película que debo de haber visto unas 53 veces: “Blade Runner”. En efecto, los de mi generación (1968) hemos visto cosas increíbles: atacar naves en llamas mas allá de Orion, tener coche propio, casa propia, tomarte una Coca Cola cuando te da la gana, comer lo que nos apetece. Donde yo me crié en los años 70 (nombre de un barrio que en aquella época era ‘de clase obrera’, en una muy gran ciudad española) comprar a crédito o tener una Play Station era pura ciencia ficción. Como el replicante Roy, hemos vivido rápido, hemos sido felices, y hemos dejado un bonito cadáver en forma de hipoteca que jamás podremos pagar. Efectivamente “Es hora de morir””. ¡Tremendo!).…...


…Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

m